26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

En otros casos como los de Angela Celentano e Ylenia Carresi, hija de Al Bano y Romina Power, también se afirmó haberlas visto con vida años después

Desapariciones más mediáticas y sus falsas pistas: De Madeleine McCann a Marcela Basteri

El Cierre Digital en Ylenia Carrisi, Madeleine McCann, Angela Celentano y Marcela Basteri.
Ylenia Carrisi, Madeleine McCann, Angela Celentano y Marcela Basteri.
El caso de la tiktoker polaca Julia Faustyna, que afirma ser Madeleine McCann, nos hace recordar todas aquellas falsas pistas que apuntaban a personas desaparecidas y que, finalmente, quedaron en nada. Es el caso de la italiana Angela Celentano, a la que se ha ubicado varias veces en Sudamérica sin que fuese cierto. O el de Ylenia Carresi, hija de los cantantes Al Bano y Romina Power, o el de Marcela Basteri, madre del artista Luis Miguel.

Cada año se producen miles de desapariciones en el mundo. Algunas de las personas desaparecidas vuelven al cabo de un tiempo, otras desapariciones acaban en trágicos desenlaces y algunas quedan suspendidas en el tiempo durante años, sin certezas sobre si siguen vivas o murieron. Uno de los casos más recientes pertenece a este último grupo: el de Madeleine McCann, la niña británica de tres años desaparecida el 3 de mayo de 2007 en el Algarve portugués.

A pesar de que las autoridades británicas, alemanas y portuguesas tienen asentada la teoría de que la niña fue asesinada —las teorías van desde el pedófilo alemán Christian Brueckner hasta los propios padres de la niña—, no hay certezas que lo confirmen. Esta circunstancia ha provocado que, en los 16 años que Madeleine lleva desaparecida, hayan aparecido varias jóvenes afirmando ser la niña británica. La más reciente, la tiktoker polaca Julia Faustyna.

Julia Faustyna.

De 21 años de edad, la joven se hizo una cuenta de Instagram llamada @iammmadeleinemccann en la que viralizó su creencia de que ella es Madeleine McCann. En su perfil, comparte las presuntas similitudes con la niña desaparecida. Desde los ojos, pasando por sus lunares y parecido físico con los McCann, que habrían accedido a hacerse una prueba de ADN porque “no tienen nada que perder”, según medios británicos.

Sin embargo, ni las autoridades británicas ni los expertos consultados por elcierredigital.com parecen creer que Julia Faustyna sea Madeleine McCann. “Hay diferencias en la estructura ósea de la cara y del rictus (el labio superior es muy distinto). La fisonomía es importante en algunos casos de videovigilancia, pero el sentido común es imprescindible en toda prueba de paternidad o de identificación de niños desaparecidos”, explicaban las fuentes del ámbito criminológico consultadas por elcierredigital.com, que apuntaban a un posible “negocio mediático” que haya hecho que la noticia se difunda rápidamente.

Las “otras Madeleine”

El caso de Julia Faustyna no ha sido el único de alguien que dice ser Madeleine McCann. En 2017 Harriet Brookes, una estudiante universitaria de Manchester, también afirmó tener la misma mancha marrón en el iris y el mismo lunar en el muslo derecho que Maddie, causando un gran revuelo en Reino Unido. Se lo dijo a una amiga por un chat y esta decidió publicarlo en Twitter.

"Chicos, no suelo creer en las teorías conspirativas, pero honestamente creo que soy Madeleine McCann", escribió la joven. "Soy Madeleine McCann y no sé qué hacer conmigo misma", agregó. Todo dejó de tener sentido cuando se supo que esta chica estaba en universidad y en esa fecha Madeleine tendría solo 14 años. Además, tras el revuelo causado, Harriet afirmó que se trataba de una broma para llamar la atención, que había llegado demasiado lejos.

Harriet Brookes y Maddie.

El año pasado una influencer que se llamaba Maddie compartió en Tik Tok varias publicaciones en las que afirmaba ser Madeleine, mostrando también aparentes similitudes físicas. Pero finalmente se corroboró que era mentira.

En 2016, en Roma, la sueca Embla Jauhojärvi tenía 21 años cuando varias personas quisieron identificarla como Madeleine. La joven vivía en la calle y decía llamarse María y ser británica. Embla tenía síndrome de Asperger. Tras estas noticias su padre aseguró que no era Maddie y que llevaba desaparecida seis meses. Además, ese año Madeleine tendría 13 años y no 21.

El caso de la italiana Angela Celentano

Otro caso mediático que sigue poniéndose de actualidad de tanto en tanto es el de la niña italiana Angela Celentano, desaparecida hace ya casi 27 años en Italia. Angela tenía tres años cuando estaba con un grupo de familias evangelistas haciendo un picnic en el Monte Faito, en Vico Equense (Nápoles, Italia). De repente, sus padres la perdieron de vista y nunca más la volvieron a ver.

Que nunca se haya encontrado su cuerpo pese a las múltiples batidas que se hicieron en la época, unido a las diferentes teorías y testimonios de los testigos que se encontraban allí, han alimentado la teoría de sus padres, quienes creen que sigue viva y que fue “dada en adopción internacional”, según relataba el periodista de investigación italiano de la cadena RAI, Ercole Rocchetti, a elcierredigital.com.

La presencia de una familia de venezolanos que, presuntamente, tendrían problemas con gente de su país, del que huyeron, llevó a que las teorías del posible paradero de Angela se situaran en Sudamérica. Y desde ahí, a lo largo de estos 26 años, varias jóvenes han afirmado ser Angela Celentano. Aunque, finalmente, todos los casos fueron descartados.

El más reciente fue el de una modelo venezolana que contactó con el abogado de la familia Celentano, Luigi Ferrandino, afirmando ser Angela. Aunque según el abogado había pistas que podrían encajar con la desaparición de Angela, una vez pudieron conseguir su ADN y se comprobó con el de los Celentano, el resultado dio negativo.

Foto de la desaparecida Angela Celentano junto a una recreación de su posible aspecto actual.

Según Il Matino, ahora la investigación viaja a Turquía, donde una foto sacada por Vincenza Trentinella en 2009 en una isla turca, pone el foco en la hija adoptiva de un veterinario que podría ser Angela Celentano, según ha explicado el diario Il Mattino.

Antes de estos dos casos, en el año 2010 una joven que decía llamarse Celeste Ruiz escribió desde México afirmando ser Angela Celentano. “Yo me reconocí en Angela, sé que fui adoptada”, confesaba.

El mensaje de Celeste tuvo tal repercusión que “intervinieron el gobierno y la fiscalía italianos, que trataron de investigar sobre esta persona que escribía”, explicaba Rocchetti a elcierredigital.com. El propio periodista hizo una investigación paralela para intentar buscar a Celeste y a otra chica que podría ser Angela. Sin embargo, no tuvieron éxito. Ni siquiera pese a los esfuerzos de la fiscalía italiana y México, que “pusieron una recompensa para descubrir quién era la chica de la foto”.

Al final, se “descubrió, a través de las redes sociales, que esta chica era una mexicana que vivía en Suiza. Yo la fui a entrevistar y no sabía nada de todo esto porque vivía fuera de México desde hacía mucho tiempo y le robaron la foto”, explicaba el periodista.

Ylenia Carrisi, hija de Al Bano y Romina Power

Dos años antes de la desaparición de Angela Celentano, en enero de 1994, desaparecía en Estados Unidos Ylenia Carrisi, hija de los cantantes Al Bano y Romina Power. Carrisi había viajado a principios de año al país de origen de su madre. Su última pista se sitúa en Nueva Orleans.

Ahí fue donde la ubicó el único testimonio que ha aportado algo de luz al caso. El guardián del Acuario Municipal de Nueva Orleans confesó haber visto a una mujer con las mismas características físicas que Ylenia tirarse al río Mississippi.

Sin embargo, la falta de pruebas hizo que los rumores sobre mujeres que podrían ser Ylenia saltasen con el paso del tiempo. En junio de 2011, el semanario alemán Freizet Reuve aseguró que estaba interna en un convento, sin embargo, la información nunca llegó a confirmarse. Para lo único que sirvió aquel atisbo de esperanza fue para que Romina, firme defensora de las teorías que aseguraban que Ylenia no había muerto, pudiese mantener la fe en recuperarla.

En 2015, las investigaciones del forense Paul Moody sobre las víctimas de Keith Hunter Jesperson volvían a apuntar a Ylenia. Y es que, en el afán del forense por identificar a la víctima número 8 del criminal, este le dijo que la había matado en el año 1994 (año de la desaparición de Ylenia Carrisi) y que la joven tenía 24 años, decía llamarse Susan y quería ir a Las Vegas. La mató en su camión.

Ylenia con sus padres Romina y Al Bano.

Cuando el llamado ‘asesino de la cara feliz’ identificó a Ylenia Carrisi como su víctima a través de una foto, las pruebas realizadas al cadáver de Susan —que se encontró en 1996 en un bosque— volvieron a dejar la sombra de la duda sobre el caso: no era Ylenia Carrisi.

En octubre de 2019 el asunto volvía de nuevo a los medios tras la publicación de una fotografía de una mujer en la ciudad de Venecia. El hombre que tomó la instantánea aseguraba que se trataba de la hija de Al Bano y Romina Power. El autor de la foto, Roberto Fiasconaro, aseguraba que Ylenia, desaparecida, habría regresado a Italia en el año 2000 y que estuvo a punto de ser descubierta por un diario alemán.

La mujer retratada en Venecia recordaba mucho físicamente a la primogénita de Al Bano pero con los lógicos cambios del paso del tiempo. Según el relato de Fiasconaro, éste se habría acercado a ella para preguntarle en inglés si era Ylenia Carrisi y ella habría respondido instintivamente que sí. Sin embargo, luego lo habría negado y sus amigos y un niño que estaba con ella se habrían interpuesto para llevársela.

La última teoría fue la de un supuesto expediente secreto en el que se afirmaba haber hallado viva a Ylenia en el sótano de un edificio de Nueva Orleans en mal estado, viviendo con unos vagabundos y víctima de drogas.

El caso de Marcela Basteri, la madre de Luis Miguel

Mucho antes de todas estas desapariciones, en el año 1986, tenía lugar en España la desaparición de Marcela Basteri, la madre del cantante Luis Miguel. Objeto de numerosas conjeturas a lo largo del tiempo —muchas indican que murió en el último viaje que hizo a Madrid—, también vuelve a la actualidad de vez en cuando por informaciones que afirman haber encontrado a mujeres que se parecen a la madre de ‘El Sol de México’.

Según informábamos desde elcierredigital.com, hace casi cinco años un rumor situaba a Marcela Basteri viva y en Buenos Aires. Fue cuando una youtuber asturiana localizó en un barrio de Buenos Aires, tocada con sombrero, capa de agua y rodeada de sus enseres, a una mujer en la que vio un profundo parecido físico con Marcela Basteri.

A la fan asturiana de Luis Miguel no se le escapó el acento de aquella señora y sus balbuceos en bable. Y ahí empezó todo, muy pronto se atarían cabos, y antes de tener pruebas contundentes, el sentido común llamó la atención del alcalde de Bimenes, familiar a su vez de Nori, como se la conoce en el pueblo, y supo que la señora del vídeo era Honorina Montes García, "Nori", a la que se había perdido el rastro en la década de los noventa.

A la izquierda, Honorina Montes, a la derecha, la madre de Luis Miguel, en una secuencia del programa Ventaneando.

Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina falló en contra de la teoría de que Nori fuera Marcela Basteri, lo que dejaba de nuevo una completa incertidumbre acerca de dónde puede estar Basteri. Lo que sí parece estar más que claro, según informaba al otro lado del Atlántico el periódico La Nación, es que no hay ninguna relación sanguínea entre Luis Miguel y la mujer que se creía que podía ser su madre. De hecho, según las declaraciones recogidas por el diario de algunas de las personas que investigaron el caso, "hay pruebas al 100% de que es Honorina Montes". Así que este capítulo de la historia quedaba cerrado.

Ahora, el caso de Madeleine McCann nos hace recordar todas estas misteriosas desapariciones llenas de incógnitas y personas que, a lo largo de los años, han afirmado ser aquella persona que desapareció en extrañas circunstancias. A falta de que el ADN de Julia Faustyna confirme o desmienta que es Madeleine McCann, las primeras pruebas biométricas parecen apuntar a que Julia será uno más de esos nombres que trajeron a la actualidad un caso sin resolver.

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