Desaparición de Angela Celentano: Varias pistas localizan a la chica en Sudamérica tras 26 años

Angela Celentano tenía tres años cuando desapareció sin dejar rastro. Era el sábado 10 de agosto de 1996. Un grupo de familias evangelistas se habían reunido para celebrar un picnic en el Monte Faito, en Vico Equense (Nápoles, Italia). Los niños se encontraban jugando cuando la familia perdió de vista a Angela durante unos instantes. No volvieron a verla.

Elcierredigital.com ha hablado con Ercole Rocchetti —periodista de investigación italiano de la cadena RAI e investigador de la desaparición de Angela Celentano—, que ha explicado que “hay un vídeo que grabó un familiar de Angela donde se veía a esas cuarenta personas que estaban haciendo una fiesta de la comunidad evangélica, que hacían juegos, comían y se veía también a Angela. De repente se interrumpe la grabación porque se perdió a Angela. Desapareció de repente”.

Después de su desaparición, Rocchetti ha declarado que comenzaron de inmediato las búsquedas por la zona: “Fueron allá miles y miles de personas con helicópteros, con perros, con toda la gente posible… Fue un evento muy mediático. Noche y día, a cada hora había gente. Voluntarios que estaban controlando cada pedacito de tierra a ver si encontraban a esta niña que había podido fallecer por un accidente, por una caída, pero no la encontraron. Nunca encontraron el cuerpo”.

Cartel de búsqueda de Angela Celentano.

Aunque la primera hipótesis, según ha explicado el periodista, fue un posible accidente, se empezó a barajar otra teoría: “Se pensó que se la llevaron con un coche para darla en adopción internacional”.

La primera pista de la investigación

Según ha confirmado Rocchetti, la primera pista que se investigó fue la de que quien secuestrara a Angela “se equivocó al robar a la persona, a una niña diferente”.

El motivo fue una de las familias que se encontraba en el momento de la desaparición de Angela Celentano. “Había una familia de venezolanos. El padre era italiano, pero emigrado en Venezuela, y la madre era venezolana y parece que tenían una hija. Esta familia tuvo que irse de Venezuela por problemas que tenían con gente allá. Entonces se pensó que se querían vengar de esta familia y le robaron a la niña, que tenía la misma edad de Angela. Esta fue una de las pistas investigativas de este tiempo”, ha explicado Rocchetti a elcierredigital.com.

Sin embargo, esto no es todo lo que relacionaba a esta familia de venezolanos con la desaparición de Angela. Al parecer, según explica el periodista, “el hijo de esta familia venezolana dijo que vio a Angela irse, que se la robó alguien”.

Ercole Rocchetti.

Este no fue el único niño ya que hubo otro que también vio a Angela antes de que desapareciera. “Uno de estos niños dijo de inmediato que vio a Angela que se fue de la mano con otro chico y después dijeron los dos que la vieron hablar y subirse en un coche con un hombre con un pelo largo”. A pesar de todo, “las declaraciones que hicieron no fueron confirmadas después. Dijeron que se inventaron todo”. Según los informes leídos por el periodista en aquella época, a través de escuchas telefónicas se confirmó que “la familia les dijo que no tenían que decir nadaNo querían hablar mucho de lo que habían visto”.

Angela podría encontrarse en Sudamérica

Según el periodista, la importancia de esta primera teoría es que podría situar a Angela en Sudamérica. Rocchetti opina que la familia tiene la creencia de que “quien la secuestró pudieron ser personas con contactos con la comunidad evangélica", lo que conduciría a "países donde haya una comunidad evangélica. Pero esa es mi opinión”.

Una opinión que podría no ir muy desencaminada teniendo en cuenta un suceso que hizo a la familia ganar esperanzas. Ocurrió en 2010, cuando una “chica que decía que se llamaba Celeste Ruiz escribió desde México diciendo: ‘Yo me reconocí en Angela, sé que fui adoptada”, afirmando que se acordaba de su pasado.

Cartel italiano de la búsqueda de Angela con representaciones de cómo se podría ver actualmente.

El mensaje de Celeste tuvo tal repercusión que “intervinieron el gobierno y la fiscalía italianos, que trataron de investigar sobre esta persona que escribía”. El propio Rocchetti hizo una investigación paralela para intentar buscar a Celeste y a otra chica que podría ser Angela. Sin embargo, no tuvieron éxito. Ni siquiera pese a los esfuerzos de la fiscalía italiana y México, que “pusieron una recompensa para descubrir quién era la chica de la foto”.

Al final, se “descubrió, a través de las redes sociales, que esta chica era una chica mexicana que vivía en Suiza. Yo la fui a entrevistar y no sabía nada de todo esto porque vivía fuera de México desde hacía mucho tiempo y le robaron la foto”, explica el periodista. Estos presuntos “estafadores” —que no pidieron dinero—, según ha comentado, “eran evangélicos también”.

Búsqueda a través de los cajeros de Euronet

Después de estos acontecimientos, la familia se mantuvo a la espera durante un tiempo, aunque siguen “convencidos de que está en Sudamérica”. Según cuenta Rocchetti, este convencimiento es lo que hace que se hayan puesto en contacto con asociaciones españolas, que tienen “más contactos con países de América Latina”.

Las dos asociaciones españolas con las que están trabajando actualmente son SOSDesaparecidos y Busco mi familia biológica. Según el periodista, que entrevistó a ambas, “están haciendo mucho para ayudar a la familia”. “Busco mi familia biológica está tratando de averiguar entre las personas que saben que han sido adoptadas, pero no saben quién es su familia biológica. Además, están mostrando las fotos y estas informaciones en América Latina”, explica.

Imagen de Angela Celentano en uno de los cajeros de la red de Euronet en Italia.

Por su parte, SOSDesaparecidos, como ya contaba elcierredigital.com, ha iniciado una campaña en colaboración con la red de cajeros Euronet para poner la imagen de Angela y sus datos en los cajeros automáticos por toda Europa. La iniciativa, que se inició este jueves, se alargará durante una semana y posteriormente pasará a los cajeros de América Latina. “Son más de 50.000 cajeros que constantemente difundirán en sus pantallas la alerta de Angela, en los distintos idiomas y con nuestros teléfonos y los de la policía de cada país”, explicaba Joaquín Amills, presidente de SOSDesaparecidos, a este diario.

Además de estos datos, los cajeros muestran el cartel de búsqueda de Angela, en el que además de una foto de cuando tenía tres años, se ha adjuntado la imagen de un rasgo distintivo que podría facilitar que alguien se identifique con ella. “Lo que se espera es que ojalá ella se pueda reconocer en una mancha que tiene en la parte derecha de la espalda, de color del café. Puede ser la razón que le da esperanza a la familia, porque piensan que ella se puede reconocer en ese particular físico, aunque haya cambiado, ya que ahora tiene 29 años”, ha comentado Ercole Rocchetti.

Según el periodista, no es misión imposible, ya que el pasado miércoles se emitió un reportaje en la RAI de historias de personas “que encontraron a sus familias biológicas después de 20 años, lo que demuestra que no es imposible lo que se está haciendo”.