14 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Los trámites finales se harán en una notaría de Ginebra, mientras que el emérito reestructurará su herencia y hará sus donaciones en otra en Lausana

El divorcio 'secreto' entre Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin: “Se han tomado medidas para que no haya filtraciones”

El Cierre Digital en Juan Carlos I, la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y la reina emérita Sofía con el colegio al que ha asistido Irene Urdangarin de fondo.
Juan Carlos I, la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y la reina emérita Sofía con el colegio al que ha asistido Irene Urdangarin de fondo.
Tras la graduación de Irene Urdangarin, la parte de la Familia Real que acudió al evento se reunió para “evitar cualquier posible filtración sobre el divorcio entre Cristina e Iñaki de Urdagarin”. Por tanto, no trascenderán las cantidades acordadas. Elcierredigital.com ha podido saber, no obstante, que tendría lugar en una notaría de Ginebra (Suiza), mientras que Juan Carlos I repartiría su herencia en otro despacho de Lausana, una ciudad clave para los Borbones.

El pasado viernes se graduaba Irene Urdangarin en la Escuela Internacional de Ginebra (Suiza). Una graduación a la que acudieron sus padres, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin; sus hermanos; sus abuelos, los reyes eméritos; la infanta Elena con su hija Victoria Federica y su abuela paterna, Claire Liebaert.

La reunión de la familia Borbón en la ciudad Suiza sirvió para dar una imagen de paz y reunión dentro de la Casa Real que no se había visto desde hacía años, con Iñaki Urdangarin y el Emérito viéndose las caras después de mucho tiempo. Según ha podido saber elcierredigital.com, una de las piezas clave para este “armisticio de paz” ha sido precisamente la presencia de Claire Liebaert.

La que fue suegra de la infanta Cristina ha sido para ella, según las fuentes consultadas por este diario, “como su segunda madre. Es la que la cuidó y la mimó durante la estancia de Iñaki en la cárcel. Incluso fue la que le dio cobijo cuando su hermano Felipe le quitó el ducado y la echó de Zarzuela”.

Tras la graduación de la pequeña de los Urdangarin, todos los familiares acudieron al prestigioso y exclusivo hotel Four Seasons Des Bergues de Ginebra, uno de los alojamientos preferidos de la Casa Real. De hecho, en agosto de 2022, tal y como desveló elcierredigital.com, Juan Carlos I acudió a este hotel con su hija, la infanta Elena, en pleno divorcio de Cristina con Iñaki Urdangarin.

Imágenes del rey emérito en el hotel Four Seasons des Bergues en agosto de 2022./ Autoría: elcierredigital.com

No obstante, además de estas imágenes de “unidad familiar” en las que se ha podido ver a Cristina e Iñaki Urdangarin entrando al mencionado hotel, no hay que olvidar que este cónclave de los Borbones se produjo en medio de una situación de relevancia para la familia real: el divorcio entre Cristina e Iñaki.

Dos notarías y hermetismo

Según ha podido conocer elcierredigital.com, en el cónclave que tuvo lugar en este prestigioso hotel, los miembros de la Familia Real “se cerraron en banda para evitar cualquier posible filtración sobre el divorcio entre Cristina e Iñaki de Urdangarin. No va a trascender la cantidad que será abonada a Urdangarin ni cuándo sucederá esto”, informan fuentes cercanas a la familia real.

Este diario también ha podido saber que el divorcio se producirá en una notaría de Ginebra, mientras que otro de los temas candentes para el emérito —el reparto de su herencia—, tendrá lugar en una notaría en Lausana, una ciudad suiza clave para los Borbones.

El día 5 de junio, cuando Irene Urdangarin cumplió los 18 años, se abría la puerta para que se iniciara el divorcio de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin. Por lo tanto, a partir del día 6 de junio podría haberse producido en cualquier momento. No obstante, a unos días del 18 aniversario de Irene Urdangarin, este diario pudo conocer que el exduque de Palma habría “apretado aún más el acelerador” y se habría mostrado disconforme con el dinero que se le dará una vez se formalice el divorcio, “pidiendo más de la cantidad acordada”.

En los primeros acuerdos monetarios para llevar a cabo esta ruptura, que sufragará el rey emérito Juan Carlos I a través de sus cuentas, el exdeportista de élite recibiría 25.000 euros mensuales además de 2.000.000 de indemnización y varios inmuebles, como ya informó elcierredigital.com.

Irene Urdangarin.

No obstante, estas cantidades podrían variar en el supuesto caso de que se hubiese incrementado este acuerdo inicial. A pesar de todo, Iñaki Urdangarin aceptó este pacto en un inicio con una única condición que sigue manteniendo. Esta es, según comentaban fuentes cercabas al exdeportista a elcierredigital.com, que “las cantidades consten en un documento oficial”.

Este documento, que presumiblemente sería de carácter privado y se presentaría ante notario el día del divorcio, serviría para que el exduque se cubriese las espaldas ante posibles investigaciones de la Hacienda Pública, ya que, a diferencia de la infanta Cristina, tiene residencia fiscal en España.

Estas fuentes comentan a elcierredigital.com que la petición de Urdangarin viene dada porque “está cansado de marrones”, habiendo afirmado en alguna ocasión que “ya se ha comido muchos”.

Además de las cantidades económicas que Urdangarin percibiría tras el divorcio, el exduque de Palma habría intentado mantener a su escolta personal. Para ello, habría alegado que, dado que está en libertad condicional hasta abril de 2024 —cuando cumpliría la condena de cinco años y diez meses impuesta por el caso Nóos—, “quiere tener seguridad” hasta entonces “por si le pasa algo, como las amenazas que Corinna Larsen dijo haber recibido”. Esta también sería una cláusula importante dentro del acuerdo de divorcio.

Herencia millonaria y conversaciones sobre la vuelta del emérito a España

Mientras que el acuerdo de divorcio tendrá lugar presumiblemente en Ginebra, otra ciudad suiza será la base para el reparto de la herencia millonaria de Juan Carlos I: Lausana. Las últimas visitas del emérito a España, Suiza y Reino Unido habrían tenido como telón de fondo solucionar este asunto, así como el ya mencionado divorcio de su hija Cristina.

Según ha podido conocer este diario, se estarían ultimando los detalles para que “cada una de sus hijas reciban la cantidad correspondiente”, después de que Felipe VI renunciara a la herencia de Juan Carlos I.

Las infantas Elena y Cristina de Borbón.

Tal y como informan fuentes cercanas a la familia real, "todo se hará al margen de la Hacienda Pública española, pues las gestiones pertinentes se llevarán a cabo desde Suiza y Reino Unido, donde están las cuentas de Juan Carlos y de donde proceden los bancos que las llevan".

Respecto a los beneficiarios de su herencia, el rey Felipe VI "continúa siendo un interrogante" a pesar de haber renunciado a ella. Sin embargo, fuentes cercanas a la Casa Real aseguran que Cristina de Borbón "podrá recibir su parte sin problema, pues su domicilio fiscal está en Suiza —donde además resolverán los trámites de su divorcio y la pensión que recibirá Urdangarin—". Esto sucederá así porque Irene, la menor de los hijos de Cristina, se quedaría con ella en el país suizo para cursar una carrera universitaria durante cinco años.

Sin embargo, la infanta Elena, con domicilio fiscal en España, no podría recibir la herencia de su padre sin que pase por manos de la Hacienda española. Por ello, según indican fuentes cercanas a la familia real a elcierredigital.com, "el supuesto viaje de Victoria Federica a Abu Dabi para reunirse a vivir con su hermano y su abuelo permitiría que el dinero que le corresponde a Elena llegue a través de sus hijos". Esto sería posible si Elena se convirtiera en la administradora de esa cuantía que recibirían Froilán y Victoria Federica.

Con todo esto atado y la situación más tranquila, según ha podido conocer elcierredigital.com, la infanta Elena ha “mostrado el deseo de que su padre vuelva a España. Están intentando todos que vuelva”. Dentro de este “todos”, se incluiría el propio Felipe VI.

“Ha habido acercamientos por parte de la familia real con Feijóo por si, en el supuesto caso de que el PP ganase las próximas elecciones del 23 de julio, pudiesen llegar a un entendimiento para que el rey emérito vuelva a España. Parece ser que Felipe VI está transmitiendo a sus más allegados que, dada la avanzada edad de su padre (85 años), quiere tenerle cerca. Para él sería un gran disgusto si su padre fallece en el extranjero”, cuentan fuentes del entorno a elcierredigital.com.

Lausana, ciudad clave para los Borbones

El emérito firmará el reparto de su herencia en Lausana. Una ciudad importante para los Borbones más allá de por el hecho de que Irene Urdangarin tenga entre sus opciones estudiar hostelería en este lugar.

Esta bella ciudad suiza a orillas del lago Lemán es un lugar conocido por los Borbones. Allí fue donde descansó la reina Victoria Eugenia de Battemberg la última parte de su exilio. Fuera de España desde la proclamación el 14 de abril de 1931 de la República, la familia real se instaló primero en Cannes (Francia) y luego en Italia, disfrutando de la protección de Mussolini y el rey Víctor Manuel II.

Victoria Eugenia, Juan Carlos I y la Infanta Cristina con Vieille Fontaine detrás.

En esos años se separaron de hecho los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que huyó a su Reino Unido natal. Tras la muerte del rey en el exilio, en 1941, la reina viuda se instaló en Lausana. Primero en el Hotel Real. La II Guerra Mundial aconsejaba instalarse en un lugar neutral y protegido.

En 1948, la Victoria Eugenia se instaló en Vieille Fontaine, un espectacular palacete a espaldas del Lago Lemán donde vivió hasta su muerte, el 15 de abril de 1969. Situado en el número 24 de la avenida de los Elíseos, el palacete estaba en una de las principales vías de la ciudad y convirtió a la reina exiliada en una de las habitantes más célebres de la ciudad.

Toda la ciudad conocía a la anciana, que había decorado la propiedad al estilo británico del siglo XIX e incluso su número aparecía en la guía telefónica de la ciudad suiza. En la letra R de Reina de España “entre Reina de Saba, tapices y Objetos de Oriente” y “Reina Juana, mercería", contaba Jaime Peñafiel en uno de sus libros. El veterano periodista fue el último en entrevistar a la reina unos meses antes de su muerte y unos meses después de la visita de ésta a España para asistir al bautizo de su bisnieto, el hoy rey Felipe VI. Una visita no exenta de polémica y de la que se arrepintió la reina. Su opinión provocó que parte de la entrevista a la consorte de Alfonso XIII fuese censurada y no viera la luz hasta años después.

El testamento de Victoria Eugenia

Como Juan Carlos I, Victoria Eugenia confió en una notaría de Lausana para uno de los momentos fundamentales de su vida: testar. Fue el 29 de junio de 1963, casi seis años antes de su muerte, que tuvo lugar el 15 de abril de 1969 en su palacete.

En su testamento quedó claro que dividía sus joyas en dos: "las de pasar", que formaban parte de la corona y que han pasado de reina en reina hasta llegar a doña Letizia, y las privadas, que fueron para sus hijas y su nuera, María de Borbón. Aunque la mayoría las tienen ahora sus nietas y bisnietas, algunas han acabado en casas de subastas.

Por último, su querida Vieille Fontaine fue para sus hijos y el inmueble acabó vendido a una entidad bancaria suiza, que es su actual propietaria.

Lausana, también ciudad de peticiones de mano

En su momento, la ciudad también fue escenario de otro acontecimiento importante para los Borbones. Si el divorcio entre Urdangarin y la hermana de Felipe VI supondrá el fin de un asunto que preocupa, y mucho, a Juan Carlos I, hace sesenta años una petición de mano también fue fundamental para el avanzar de la situación de la familia real española.

Fue la de Juan Carlos y Sofía, que tuvo lugar en el hotel Beau Rivage de la ciudad suiza. La elección de la ciudad no fue casual, pues era donde estaba exiliada la Reina Victoria Eugenia, viuda de Alfonso XIII y abuela del novio.

Allí se congregaron la familia real española en el exilio y la familia real griega, entonces en el poder, arropando a Juanito, el hijo de los Barcelona, para los monárquicos españoles hijo de los reyes en el exilio, don Juan y doña María de Borbón, y a Sofía.

En un momento de la comida familiar celebrada en el hotel Beau Rivage de la ciudad helvética, Juanito se sacó del bolsillo de la chaqueta la cajita con el anillo de pedida de Sofía y, al estilo campechano, se lo lanzó a su prometida al grito de "¡Sofi, cógelo!".

Primer plano de la mano de la Reina Sofía con el anillo de pedida de Juan Carlos I. 

El anillo de oro tenía dos rubíes unidos por un diamante. Un diseño que se realizó a partir de la fundición de monedas que pertenecieron a Alejandro Magno. Una joya que en ocasiones la reina Sofía se quita o se pone en función, dicen, de cómo esté en cada momento la relación entre los Eméritos.

Olguina de Robilant, una de las amantes de juventud de Juan Carlos I, contaría en su libro de memorias Reina de corazones (1991) que la noche antes de la pedida, en la despedida de la pareja, éste le mostró el anillo de pedida en la pensión romana en la que pasaron su última noche.

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