Caso Negreira: Javier Enríquez indicaba a su padre 'el nivel' de los árbitros para confeccionar los ascensos y descensos

No cesan las informaciones acerca de uno de los mayores escándalos del fútbol español, el caso Negreira llegó a los juzgados después de que se admitiera la denuncia de la Fiscalía contra el FC Barcelona y sus expresidentes y directivos Óscar Grau, Albert Soler, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu. Esta denuncia también ha ido contra José María Enríquez Negreira, que fue el vicepresidente del Comité Técnico de árbitros desde 1994 hasta 2018, período en el que Sánchez Arminio fue el presidente del CTA y Ángel María Villar el presidente de la RFEF.

De izquierda a derecha, Sandro Rosell, Albert Soler, Enríquez Negreira, Óscar Grau y Josep María Bartomeu.

En este caso, las nuevas informaciones están relacionadas con Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira. Enríquez Romero habría mentido en su declaración realizada a Hacienda en 2021 sobre los precios de los ‘informes’ que los Negreira proporcionaban al Barça. En esa declaración, el hijo de Negreira indicó que cobraba 20 euros, sin embargo un año después, ante la Policía declaró que cobraba entre 6.000 y 7.000 euros. Un aumento cuanto menos sustancial y contradictorio, además, indicó ante la Policía que se trataban de informes muy elaborados, mientras que ante Hacienda explicó que la cantidad y la calidad de los informes y los vídeos era limitada. 

Clos Gómez, Javier Enríquez Romero y Hernández Hernández.

Enríquez Romero admitió a Hacienda que acompañaba a los árbitros cuando el Barcelona jugaba en casa. Tal y como comprobó elcierredigital.com los gastos en invitaciones varias de Soccercam, empresa del hijo de Negreira, coincidían con partidos que jugaba el FC Barcelona.

Pero la cosa no se queda ahí. Bajo el concepto de ‘varios’ Enríquez Romero refleja los servicios realizados para la sociedad DASNIL 95 S.L., propiedad de su padre. Estos servicios consistían en que Javier Enríquez realizaba un análisis arbitral de los partidos de las tres principales categorías del fútbol español para hallar jugadas polémicas en base a instrucciones técnicas. Con estos informes, el hijo de Negreira le transmitía a su padre el nivel de los árbitros para su futura promoción o descenso.

De los informes a las clasificaciones

Esto sería relativamente lógico si la relación de Javier Enríquez con los árbitros no hubiese sido tan estrecha, pero al generar un vínculo personal a raíz del cual se iba a comer con los árbitros su opinión pudo estar manchada en base a estas relaciones y a sus gustos personales. Es decir, la empresa de Enríquez hijo facturaba a la de su progenitor a cambio de unos supuestos informes por los que Negreira ingresó la mayoría de los 7,3 millones de euros que pagó el F.C. Barcelona en concepto de servicios de asesoramiento entre el 2001 y el 2018. Para más inri, Negreira reconoció ante hacienda que su relación con el F.C. Barcelona se debía a su cargo de número 2 de los árbitros. 

José María Enríquez Negreira y Javier Enríquez Romero.

En este punto es donde el índice corrector del CTA (Comité Técnico de Árbitros) pudo influir en los ascensos y descensos de los árbitros de Primera División. El posible funcionamiento es sencillo, Enríquez Romero conocía a los árbitros y elaboraba los informes de quienes debían ascender y descender. A raíz de estos informes su padre, Enríquez Negreira, aplicaba un índice corrector del CTA en base a estos informes y así se realizaban los ascensos y descenso. El exvicepresidente del CTA tenía acceso a todos los informes de evaluación de los colegiados y podía manipularlos, decidiendo quién ascendía y quién descendía. Por lo tanto, podría influir claramente en el ascenso de los árbitros más afines.

Villar, Enríquez Romero y Enríquez Negreira.

Ahora, Javier Enríquez ha afirmado que continuó entregando informes arbitrales al F.C. Barcelona después de que el club blaugrana terminase la relación comercial, con la intención de que contasen con él y le siguieran pagando. Además Enríquez Romero facturó sus informes a través de Tresep S.L., sociedad de Josep Contreras, exdirectivo del F.C. Barcelona, a quien se los entregaba en mano pocos días antes de los partidos del Barça.

Enríquez Romero llegó a formar parte del staff de la selección

Tal y como informó elcierredigital.com Javier Enríquez Romero se convirtió en uno de los hombres fuertes del fútbol español gracias a las puertas que le abrió su padre, José María Enríquez Negreira. Las investigaciones descubrieron que Negreira Jr. tenía una relación directa con los árbitros de Primera División, era su coach y hacía de chofer. Se ha destapado que la empresa Soccercam S.L., propiedad de Javier Enríquez Romero, gastó 10.828,50 euros en invitaciones varias desde 2016 hasta 2018.

El hijo de Negreira comenzó a estar vinculado con los árbitros desde el momento en que su padre se situó en la cúpula de este entramado entre el FC Barcelona, la RFEF y el CTA, presidido por Victoriano Sánchez Arminio y secundado por Enríquez Negreira. El nexo entre ambos estamentos era Joan Gaspar, que ayudó en gran medida a la llegada de Villar a la Presidencia de la RFEF.

Javier Enríquez Romero.

A su vez, Villar era íntimo de Negreira e involucró a Enríquez Romero dentro de la selección española y permitió que fuera coach así como chofer de los árbitros de Primera División. En este punto surgieron las empresas DASNIL 95 S.L., propiedad de Enríquez Negreira, y Soccercam S.L., propiedad de Enríquez Romero. Ambas facturaron al F.C. Barcelona, pero en las cuentas de Soccercam desde 2016 hasta mediados de 2018 se ha podido ver que la empresa propiedad de Enríquez gastó considerables cantidades de dinero en ‘invitaciones varias’, que coinciden con varios partidos arbitrados al FC Barcelona. 

Además, Javier Enríquez también entró en la RFEF bajo la presidencia de Villar, un íntimo amigo de su padre, y pasó a formar parte del departamento audiovisual de la selección española. Allí grababa los vídeos para el equipo y estaba en todas las entrevistas y reuniones.  Algo debió salir mal porque fue destituido automáticamente de la selección española el 18 de julio de 2008. Fuentes cercanas a Elcierredigital.com señalaban que “le echaron porque consideraban que era un espía que informaba al FC Barcelona de todo lo que ocurría en la selección”.