Caso Negreira: Así era el sistema del Comité Técnico para premiar y castigar a los árbitros

Nadie podría haberse imaginado las consecuencias de aquella reunión en el Hotel Meliá Castilla, donde Joan Gaspart, vicepresidente del FC Barcelona desde 1978 hasta 2000 bajo la presidencia de Josep Lluís Núñez, decidió "quitarse a Manuel Meler de en medio" para que todos los apoyos del catalán fuesen para Ángel María Villar en la lucha por la presidencia de la RFEF en 1988. Este fue solo el inicio. Y la bola de nieve fue haciéndose más y más grande, desencadenando una cadena de favores que dio lugar a un entramado de “ayudas y corrupción donde el FC Barcelona tenía poder para mandar en la Federación”.

Joan Gaspart

Tan solo cinco años después, Victoriano Sánchez Arminio estaba presidiendo el CTA de la mano de Villar, y José María Enríquez Negreira, que también era íntimo de Villar, se situaba en la vicepresidencia del CTA. Desde la designación de Negreira como vicepresidente del CTA en 1994, con Sánchez Arminio y Villar cubriendo sus espaldas comenzaron las “extrañas clasificaciones de árbitros".

"Los árbitros que descendían solían ser árbitros que habían dirigido al Real Madrid y al Atlético de Madrid y habían cometido algún error a su favor. En el 94/95, 95/96 y 96/97 coincidió que los árbitros que habían pitado al Real Madrid y al Atlético de Madrid en partidos en los que habían tenido buenos resultados descendían automáticamente de categoría, principalmente por los índices correctores. No descendían por arbitrar al Barcelona y hacerlo mal, sino porque arbitraban al Madrid y al Atlético y les favorecían demasiado”, indican fuentes cercanas al caso a elcierredigital.com. 

Enríquez Negreira

Por aquella época el Barça estaba convencido de que el Real Madrid y el Atlético de Madrid se beneficiaban de los resultados. Las mismas fuentes narran que “para corregir esto Negreira hacia los siguiente: cuando veía que a lo largo de la temporada un árbitro le había dirigido dos o tres partidos a ambos equipos y los resultados habían sido favorables a esos equipos le descendía, eso es lo que él vendía. La valoración del CTA variaba mucho la clasificación y por eso se la conocía como el índice corruptor, con ese índice eran capaces de que un árbitro que estaba el decimocuarto pasase a ser el primero en la clasificación”.

La influencia de Negreira tras su llegada al CTA

En la temporada 95/96 descendió el colegiado Gómez López “porque pita un partido en el Bernabéu y hay un penalti dudoso que favorece al Madrid”. En la 96/97 Hernanz Angulo descendió de Primera División cuando tan solo llevaba un año en Primera, y al siguiente año descendió a Segunda B y recurrió la decisión ante los tribunales saliendo victorioso, aunque ese año abandonó el arbitraje.

El colegiado Gómez López

“El año en que Angulo descendió de Primera pitó un partido que enfrentó al Real Madrid y al Real Oviedo, en el que el Madrid venció 6 a 1 con varias polémicas. Ese mismo año pitó un partido del Atlético de Madrid con el Betis en el que también hubo gran polémica. Fue por esos dos partidos por lo que descendió. Todos los árbitros que en un momento dado tuvieron un problema que benefició al Real Madrid o al Atlético, al final de año descendieron o fueron enviados a la nevera”, argumentan las mismas fuentes. 

En 2004 parecían llegar ciertos problemas para este enorme puzzle, Gerardo González se disputaría con Villar la presidencia de la RFEF. Según afirman a elcierredigital.com las fuentes consultadas, “a González le apoyaba el Madrid y al segundo el Barcelona, en concreto Joan Gaspart, él es la clave y se encargaba del trato con la federación. Gaspar controla y controlaba todo, e incluso lo hacía cuando estuvo de vicepresidente con Nuñez”. Finalmente salió reelegido Villar. 

Gerardo González

Cabe destacar que Villar despidió en 2003 a Gerardo González del puesto de secretario general alegando deslealtad debida a presuntas filtraciones a la prensa. Y es que, aunque antes de las elecciones a Gerardo González le estaban apoyando tanto Florentino Pérez como Joan Laporta, por aquel entonces presidente del FC Barcelona, en el momento de las elecciones Laporta cambió su voto y decidió apoyar a Villar, yendo en contra de lo pactado con la asamblea, lo que le costó que la LFP lo expedientara. Tras esto Ángel María Villar designó a Joan Gaspart como vicepresidente de la RFEF.

Los favores de Villar y el CTA al FC Barcelona

La segunda estrategia de Villar, por medio de Negreira, fue premiar a los árbitros que pitaran a favor del Barça y castigar a los que se equivocaban y favorecieran al Real Madrid. Lo mismo que había hecho en temporadas previas, pero de manera más severa.

El primer claro ejemplo fue el colegiado Tristante Oliva que, tras conceder un polémico penalti a Raúl frente al Valencia en 2004, fue expulsado del sistema al acabar la temporada. Un año después pasó a ser delegado de campo del Murcia. 

Penalti cometido por Marchena a Raúl

Dos años después, Daudén Ibáñez anuló un gol legal a Luis Amaranto Perea en un partido entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Y tras esta decisión, Ibáñez sufrió un 'neverazo' y desde la jornada 24 a la 38 arbitró solo un partido. Y más sorprendente aún fue que, pese a ser el colegiado internacional con más experiencia de la Liga por aquel entonces, no volvió a dirigir ningún partido de grandes magnitudes.

Poco después de iniciarse la temporada 2008/09, en la que aspiraba a convertirse en el colegiado español con más partidos en Primera, fue apartado del arbitraje por, presuntamente, no superar las pruebas físicas a causa de una lesión.

Arturo Daudén Ibáñez

En un derbi disputado en 2008 entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid,Clos Gómez anuló tres goles legales al Real Madrid y expulsó de manera ‘injusta’ a Van Nistelrooy. A diferencia de Daudén Ibáñez, Clos Gómez no fue castigado y fue ascendido a árbitro internacional y nombrado mejor árbitro por el CTA de Sánchez Arminio y Negreira. 

Un año después, Teixeira Vitienes le sacó la segunda tarjeta amarilla a Busquets en el mismo partido pero no le expulsó y manipuló el acta. Pese a esto fue premiado con arbitrar la Supercopa de España. En 2010, este mismo árbitro permitió que un partido del FC Barcelona comenzara con 50 minutos de retraso, cuando el reglamento indica que un retraso así se considera incomparecencia y conlleva la pérdida de los tres puntos. El FC Barcelona acabó ganando la Liga por cuatro puntos y como premio Teixeira arbitró el siguiente clásico de Copa. En este clásico de la temporada 2011/2012 Texeira cometió un total de diez errores contra el Real Madrid, no pitó hasta tres penaltis a favor de los blancos, anuló un gol a Sergio Ramos y le expulsó en el minuto 87. Aún así, acabó el partido con empate a dos.

En 2013 Muñiz Fernández señaló un penalti dudoso a favor del Real Madrid y tras el partido, Sánchez Arminio declaró que “quizá Muñiz no estaba en el momento propicio para arbitrar”. Cabe remarcar que el presidente del CTA salió en escasas ocasiones a realizar declaraciones. Finalmente, Muñiz fue enviado a la nevera y descendió a Segunda División. 

Todo esto dejó claro que el camino para no descender de categoría y conseguir prosperar en la carrera arbitral era no favorecer al Real Madrid y sí hacerlo con el FC Barcelona. “Como estos hay muchos ejemplos más que muestran claramente el sencillo sistema por el que se premiaba a los árbitros y por el que el CTA influía en los arbitrajes. Esto es una clara muestra de que el 'Villarato' formaba parte del Barçagate”.