Semana negra para fútbol español: Hugo Mallo, ex del Celta, culpable de abuso sexual

Los escándalos sexuales y el fútbol vuelven a escena a escasos días de lo ocurrido con Rafa Mir. Este 12 de septiembre se ha conocido la sentencia contra  el futbolista español Hugo Mallo, que milita en el club griego Aris de Salónica.

El titular del Juzgado de lo Penal 19 de Barcelona, Salvador Roig Tejedor, le ha declarado culpable de un delito de abuso sexual. Los hechos ocurrieron en el RCDE Stadium durante un encuentro entre el RCD Espanyol y el Celta de Vigo en abril de 2019.

Durante el saludo entre los jugadores previo al partido, Mallo realizó tocamientos a una mujer que trabajaba como la mascota del club perico. Tras ser citado a declarar, el futbolista aseguró que desconocía el género de la mascota y negó la comisión de delito alguno.

El juez Roig ha condenado a Hugo Mallo a indemnizar a la víctima con 6.000 euros, así como otros 1.000 euros por daños morales. Para afrontar la multa de 6.000 euros deberá pagar diez euros diarios durante los próximos 20 meses. 

En la sentencia el magistrado recalca que Mallo le tocó los pechos. “Con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la identidad sexual de la víctima”, recalca la sentencia. 

En el momento en que se conocieron los hechos Mallo era capitán del Celta de Vigo. El defensa registraba su valor más alto en el mercado, un total de 15 millones de euros. No bastante, este escándalo mediático provocó la decadencia de su carrera.

Disputó cuatro temporadas más con el club con cierto protagonismo. No obstante, su valor de mercado se situó por debajo de los 10 millones de euros. En agosto fue vendido al Internacional de Brasil por 3 millones de euros.

Tras disputar pocos partidos, fue vendido por el club brasileño una vez celebrada la vista oral. Actualmente, a sus 33 años permanece en el Aris de Salónica griego. Mallo pasará a la larga lista de futbolistas que han tenido problemas con la justicia por delitos sexuales.

El caso de Rafa Mir

La semana pasada el delantero del Valencia CF, Rafa Mir, era detenido por un presunto delito de agresión sexual. Tras pasar dos noches en el calabozo declaró en el Juzgado nº8 de Llíria. Actualmente, permanece en libertad provisional con medidas cautelares. 

La reacción del Valencia ha sido ejemplar respetando la presunción de inocencia. El club ha decidido que Mir entrene al margen y esté fuera de las convocatorias durante al menos dos partidos. Asimismo, habrá una importante multa económica por saltarse el código interno del club. 

Fue el sábado 31 de agosto cuando dos mujeres de 21 y 25 años denunciaron la presunta agresión. Una de ellas denunció a Rafa Mir y la otra a un amigo íntimo suyo, que también es futbolista. 

Las cuatro personas se encontraban en casa del futbolista. En la declaración de una de las presuntas víctimas señaló que Rafa Mir y su amiga mantuvieron relaciones consentidas antes de los hechos. 

Un primer hecho ocurrió en la piscina, donde Mir tiró a la piscina a la amiga de la mujer con la que había mantenido relaciones. Una vez allí le introdujo los dedos por un lado del pantalón. Tiempo después, los hechos ocurren en el baño de la casa con esta segunda mujer.

La presunta víctima se fue de la casa, pero tuvo que volver para coger su bolso. “Fue en ese momento, cuando presuntamente rafa mir me agarra del brazo y me introduce en el baño”, narraba la presunta víctima.  Una vez allí la sienta encima del lavabo y le introduce de nuevo los dedos. 

El jugador emitió un comunicado afirmando su inocencia y pidiendo perdón al Valencia CF. El abogado del futbolista Jaime Campaner, argumentó esta afirmación escudándose en el informe de la Policía Local de Bétera.

Este cuerpo fue el primero en llegar a la casa del futbolista y tomó declaración a las presuntas víctimas. En ella se refleja que mantuvo sexo de forma consentida. Respecto al episodio del baño se indica que cuando penetró la vagina de la presunta víctima con los dedos esta le dijo que parara y él se detuvo. 

También recogen que  la víctima dudo denunciar por el miedo a una exposición mediática. Respecto al cambio de versión, argumentan que no es raro que una víctima tarde tiempo en denunciar los hechos.

Además,  ha salido a la luz que Mir habría llamado a la joven que denunció a su amigo. La intención sería haberla convencido para que no denunciara. Sin embargo, la joven interpuso la denuncia y el caso será investigado.