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Una mujer sonriente con cabello castaño y un abrigo de invierno, en un entorno que parece ser un bar o restaurante con botellas en el fondo.
SUCESOS

Caso Ana María Knezevich: Niegan por segunda vez la libertad bajo fianza a su marido

David Knezevich permanece en prisión desde mayo y el 21 octubre será juzgado por el presunto secuestro de su mujer


Hace más de 7 meses que Ana María Knezevich desapareció mientras se encontraba en su domicilio en Madrid. Desde entonces, los diferentes dispositivos de búsqueda no han sido exitosos y Ana María sigue sin aparecer. 

La desaparición tuvo lugar el 2 de febrero y tres meses después se detuvo a su marido, David Knezevich, en Miami. Desde entonces, ha permanecido en prisión solicitando en dos ocasiones su libertad bajo fianza. La primera de estas solicitudes se desestimó el 18 de junio.

En este primer caso el juez de la Corte de Miami dijo que David constituía un peligro para la sociedad. El 9 de agosto tuvo lugar una nueva audiencia, donde David solicitó por segunda vez la libertad provisional. Elcierredigital.com ha contactado con el portavoz de la familia y presidente de SOS Desaparecidos, Joaquín Amills.

Fue el 9 de septiembre cuando el juez de la audiencia hizo pública su deliberación. El juez ha deliberado que el acusado presenta un grave riesgo de fuga dado el astuto nivel de engaños que ha demostrado. Por ello le ha negado la libertad y David ya ha agotado todas las solicitudes de libertad bajo fianza.

Amills recalca que “esto deja claro que David es un manipulador y un experto en engañar y disimular”. El juicio por secuestro finalmente se celebrará el 21 de octubre en la Corte de Miami. Por estos hechos, podría ser condenado a una pena de 18 años de prisión.

Conocí a una persona muy chévere. Tiene una casa de recreo a unas 2h de Madrid. Ahora nos vamos y pasaré unos días allí. Aunque apenas hay señal. Te marco cuando vuelva.
Mensajes enviados desde el teléfono de Ana María | Cedida

“Su abogada defensora llegó a decir que la Policía Nacional había ocultado pruebas. Entre estas presuntas pruebas estaba el vídeo de un sujeto que iba en moto pintando las cámaras de seguridad. Insinuó que no había pruebas reales de la presencia del acusado en la casa de su mujer. También recalcó que no tenía antecedentes penales”, indica Amills.

Amills añade, "que diga que no hay pruebas de su presencia en el edificio de Ana María es un insulto a la inteligencia. Ha sido positivo que haya estado un mes valorando las infamias y la manera de disfrazar la realidad de la abogada de David Knezevich”. 

“Tras el juicio suponemos todos que vendrá la presentación de otro cargo de homicidio o asesinato. Confiamos en que será condenado por secuestro. También confiamos en que haya una pizca de suerte y se puedan encontrar los restos de Ana”, concluye Amills.

Por otro lado, la búsqueda de Ana María se centra actualmente en Italia. Cabe recalcar que los dispositivos de búsqueda en España finalizaron sin éxito. El GPS del coche alquilado por David marcó que se había salido de su ruta y estuvo un tiempo parado. Hay testigos que vieron a David en Italia y no se descarta hacer nuevas batidas. 

Las pruebas que 'demuestran' la vinculación de David

En una conversación con elcierredigital.com el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia de Ana María analizaba las claves del caso. “En cuanto a las pruebas acusatorias, tenemos un coche que alquiló David en Belgrado. Tras seguir la pista a este coche se descubrió que pasó por Francia y entró en España”, indicaba. 

“Se identificó al coche cerca de donde se produjo el robo de unas matrículas españolas. Además, el mismo coche que salió de Belgrado se vio con las matrículas robadas y se identificó cerca del domicilio de Ana María. Con esto está claro que David quería pasar desapercibido”, observaba Joaquín Amills.

Dos personas interactúan en el mostrador de una tienda, rodeados de estantes llenos de productos y cajas.
David Knezevich en una tienda en Madrid | Cedida

Cuando David devolvió el coche de alquiler, el propietario observó que el marco donde se ubican las matrículas había sido forzado. También vio que habían sido tintados los cristales de las ventanillas. 

Para Amills, “David hizo esto para que ninguna cámara pudiese pillarle. El posicionamiento del vehículo a través del teléfono y del Facebook de David queda claro. El recorrido que hizo está demostrado. No hay escapatoria, son muchas pruebas que corroboran la vinculación de David en la desaparición de Ana María”.

Un individuo con casco y chaqueta de alta visibilidad es captado por una cámara de seguridad en un pasillo, sosteniendo un objeto en la mano.
Imagen de la persona que entró en el edifico donde vivía Ana María y pintó las cámaras de seguridad | Cedida

Hay unas imágenes de un hombre con un casco de moto y un chaleco reflectante que pinta con spray las cámaras de seguridad del edificio donde vive Ana María y que lleva un rollo de cinta en una mano. 

En esas imágenes se ve la marca del spray y se descubrió la ferretería donde un individuo compra esa marca y un rollo de cinta el día que desaparece Ana María. "Las cámaras dejan claro que se trata de David”, añade Amills. 

“En las cámaras de seguridad que rocía con spray se ve a una persona cuyos ojos, cejas y nariz dejan claro que era David, pese a que llevaba un casco y un pasamontañas. Hay imágenes de David entrando con una maleta y saliendo a los 20 minutos con esa misma maleta”, observaba Joaquín Amills. 

Hechos extraños cometidos por David

El principal hecho extraño de la desaparición fue  el mensaje de texto que recibieron de Ana María sus amigas. “Desde el primer momento supimos que eso no estaba escrito por Ana María y que alguien se había hecho pasar por ella”, indicaba Amills. 

“Posteriormente, se descubre que  David le pide a una amiga colombiana—que conoció por una aplicación el día siguiente a la desaparición— que le haga un texto en 'perfecto colombiano'. Ese texto fue el que presuntamente envió Ana María”, explicaba el presidente de SOS Desaparecidos. 

Un hombre con barba y cabello oscuro está de pie en una tienda, rodeado de estantes llenos de productos diversos, incluyendo artículos de limpieza y otros productos de consumo.
David Knezevich en una tienda en Madrid | Cedida

También se sabe que “en la mañana de la desaparición[su marido]compró el casco y el chaleco en una tienda de motos de Madrid. No hay cámaras, pero está el testimonio de quienes le vendieron los objetos y el recibo de la venta”, añadió Joaquín Amills.

A los pocos días de la desaparición el hermano de Ana se puso en contacto con David. Este le dijo que no tenía ni idea de Ana María, que era cuestión de la desaparecida y de su familia. 

Además de esta falta de empatía e interés, Amills indicaba que “se negó a colaborar con el FBI haciendo un polígrafo. Su primer abogado excusó que no viniera a España pues no tenía casa ni hablaba español. Vas juntando estos detalles y se ve claramente que se trata de un asesinato con premeditación, calculado fríamente”. 

Un intercomunicador de edificio con manchas de pintura negra y una cámara de seguridad en el techo.
Cámaras de seguridad del edificio donde residía Ana María | Cedida

Otro detalle sorprendente es que, a raíz de la desaparición de Ana María, David vendió un 60 por ciento del patrimonio común. Lo que dio tiempo antes de que la familia de Ana María solicitase que se bloquearan las cuentas de David y Ana María.

“Afortunadamente, pese a las solicitudes de David las cuentas han continuado bloqueadas. También se cuenta con el testimonio de una empleada de la empresa. Una vez desaparecida Ana María, David pidió que abriera una cuenta a nombre de Ana María y se hiciera pasar por ella. La mujer se negó y lo comunicó al FBI”, concluía Joaquín Amills.

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