Aumentan las profanaciones en cementerios españoles: ‘Está vinculado con la santería’
En el último mes se han profanado más de 20 tumbas en camposantos de Sevilla para 'cultos afroamericanos’
En el último mes han tenido lugar numerosas profanaciones de tumbas en España, lo que muestra un repunte de estas acciones vandálicas. De hecho, este mismo fin de semana se ha sabido que un hombre se llevaba el féretro y el cuerpo de su madre del cementerio de San Cristóbal, en Avilés.
El individuo fue detenido y pasó a disposición judicial ayer, 29 de diciembre. Tras declarar que quería comprobar si su madre había muerto "de verdad" ha sido puesto en libertad. Ahora, el juez deberá determinar si decreta un procedimiento judicial por un presunto delito de profanación de cadáver.
En noviembre el Observatorio para la Libertad Religiosa recogía el preocupante aumento de ataques a cementerios españoles en 2024. Y es que hasta esa fecha ya se habían producido actos de profanación en al menos 21 cementerios españoles.
Los datos se terminaban de confirmar el pasado 17 de diciembre. El sepulturero del cementerio de San Francisco en El Viso de Alcor, en Sevilla, se encontraba cuatro tumbas profanadas y cadáveres fuera de sus nichos.
Los testigos atribuyen el suceso a un presunto ritual satánico. Los nichos y el suelo del cementerio presentaban dibujos hechos con los huesos de los fallecidos.
La investigación descartó una posible vinculación con algún tipo de banda u organización. Según los expertos, los hechos podrían estar relacionados con ritos de origen africano derivados de la santería.
Pero no es el único suceso, hace escasas semanas otro cementerio era foco de hechos delictivos. Los empleados del cementerio de la localidad sevillana de Utrera descubrieron que 20 tumbas habían sido vandalizadas. Algunos de estos enterramientos también habían sido profanados.
Tras realizarse la inspección ocular, en ambos casos se autorizó el entierro de los restos y el cierre de las tumbas. Hay que recordar que es un delito tipificado en el Código Penal castigado con multas y prisión de tres a cinco meses.
“Detrás podrían estar los santeros”
Elcierredigital.com ha contactado con el experto en sectas Luis Santamaría para analizar una posible vinculación de las profanaciones con la santería. "Aunque lo más común es vincular estos hechos a indicios de rituales satánicos o vandalismo satánico. Pero en la inmensa mayoría de las ocasiones se trata de una realidad distinta", ha declarado el experto.
En España está produciéndose un incremento de los rituales y la presencia de la santería cada vez es mayor. Como venimos relatando en elcierredigital.com, en estos rituales los santeros hacen uso de huesos, entre otros elementos.
“La mayoría de los hechos relacionados con profanaciones son rituales, pero no tienen nada que ver con el satanismo o el culto demoníaco. Realmente, tienen que ver con prácticas mágicas y de brujería, normalmente vinculadas a la santería y otros tipos de cultos afroamericanos”, recalca Luis Santamaría.
El experto en sectas explica que “los cultos afroamericanos mezclan tradiciones animistas africanas con la religión cristiana. Se remonta a los tiempos en los que millones de africanos fueron llevados como esclavos a zonas de Iberoamérica”.
El origen de esta problemática
Uno de los motivos de este incremento podría ser el uso de elementos de cementerio en la santería. Como la tierra del cementerio, que debe extraerse de una tumba, o los huesos de los muertos.
“Esto es especialmente significativo en el caso concreto del "Palo", la variante quizá más oscura y dañina de la santería. Los paleros tienen en el centro de sus rituales el "nganga", un caldero metálico. En él introducen diversos ingredientes para sus prácticas mágicas y conjuros, y entre esos elementos están los huesos humanos”, añade Luis Santamaría.
Una forma de proceder los paleros es la siguiente. Van al cementerio y llevan a cabo un ritual de adivinación o de consulta a los espíritus. Se llama ‘chamalongo’ y para llevarlo a cabo se utilizan varios trozos de coco.
“Si el resultado es afirmativo, significaría que el muerto se quiere ir con él, y él mismo indica qué restos deben llevarse. Entonces se abre la tumba y se llevan dichos huesos para introducirlos en el caldero”, narra Luis Santamaría.
“El caldero está escondido en un lugar reservado de la casa para posteriormente hacerle consultas o ritos de petición. Solicitando favores o para hacer el mal a alguien, en clave de magia negra. En definitiva, esas profanaciones tienen como finalidad directa hacer magia ritual con los muertos”, recoge el teólogo.
“Yo siempre insisto en que los daños de la santería no se limitan solamente a estas prácticas vandálicas y delictivas en cementerios. También generan un sufrimiento inmenso en los seres queridos de las personas cuyos restos son profanados”, añade Luis Santamaría.
“Hay que destacar la realidad de manipulación de las conciencias por parte de los santeros, babalawos y paleros. Personajes sin escrúpulos que, bajo una capa de espiritualidad (falsa), no solo consiguen hacerse con la cartera de sus víctimas. También consiguen hacer de ellas verdaderos esclavos, sometidos a través del miedo a los espíritus”, concluye el teólogo.
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