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SUCESOS

Intentan estrangular a un funcionario en la cárcel de Valdemoro: 'No se pone solución'

Un interno realizó la técnica del mataleón contra el jefe de servicios e hirió a otros dos trabajadores


Los centros penitenciarios de toda España llevan tiempo sumidos en un complicado clima de conflictividad por parte de los internos. Esta situación se refleja en el incremento de agresiones, tanto a otros presos como a los funcionarios de los diferentes centros penitenciarios. La última de estas preocupantes agresiones tuvo lugar en la tarde del miércoles 31 de julio.

Los hechos ocurrieron en el módulo 8 de la prisión de Madrid III de Valdemoro, donde  un interno intentó estrangular al jefe de servicios con la técnica del ‘mataleón’. Un interno de gran envergadura, E.M.B, se abalanzó sobre otro preso propinándole dos puñetazos en la cara. Los funcionarios de servicios acudieron para evitar que continuara la agresión y separar a E.M.B del resto de la población reclusa, a lo que el interno se negaba.

Al llegar a la puerta del patio, se abalanzó contra los funcionarios  con la intención de agredirlos, el jefe de servicios se personó en el lugar y el interno le practicó un estrangulamiento con la técnica del “mataleón”.  Los trabajadores actuaron con rapidez para rescatar al jefe de servicios de la fuerza que estaba realizando el interno y que ahogaba al jefe de servicios. En el forcejeo resultaron lesionados dos trabajadores.

Vista aérea de un complejo penitenciario rodeado de campos y caminos.
Prisión de Valdemoro. | Archivo

En una conversación con elcierredigital.com el  portavoz del sindicato ACAIP-UGT, Joaquín Leyva, señala que “sigue habiendo agresiones y nada cambia. Somos conscientes de que hay un problema de salud mental en prisiones que viene derivado por la situación que hay en el exterior. Un 30 por ciento de la población reclusa cuenta con algún tipo de tratamiento psiquiátrico. Lo que ocurre es que estos internos están en un régimen de tratamiento ordinario y no hay un régimen específico”. 

“Además,  hay un importante déficit de la sanidad penitenciaria que ya supera el 65 % de falta de médicos. Por ende, muchas veces no se detecta el problema mental hasta que se manifiesta”, añade Joaquín Leyva.

La realidad que viven los centros penitenciarios españoles

El sindicato ACAIP-UGT ha elaborado un comunicado denunciando la “grave situación que se vive en la prisión de Madrid III, con acumulación de presos conflictivos en determinados módulos que generan incidentes continuos”. Hace pocos días dos funcionarios fueron agredidos por otro interno. Esto ha generado una gran preocupación en los funcionarios, que ven como la violencia de los internos no hace más que aumentar.

Desde ACAIP-UGT reclaman una vez más que “la política 'buenista' que se está practicando en las prisiones españolas está derivando en problemas de seguridad  no solo hacia los trabajadores,  sino también entre internos. Se promueve, desde las direcciones de los centros, una clasificación interior que no atiende al perfil individualizado del reo, obviando aspectos tan básicos reconocidos en nuestra legislación como la separación entre internos preventivos e internos penados”. 

El portavoz de ACAIP-UGT recalca que “es necesario que la clasificación y separación interior de los internos atienda a la realidad de los perfiles de los presos, se aplique la individualización científica que establece nuestra Ley y el principio unicelular de un interno por celda, así como que se den las soluciones al déficit sanitario en las prisiones españolas”. 

“Se está atendiendo a perfiles generalistas y se está generando un cóctel muy peligroso. De no ser así, seguiremos soportando la creciente conflictividad en las prisiones españolas y la falta de seguridad en los centros con consecuencias imprevisibles. No se atiende a la realidad de lo que está pasando en los centros. Estamos en una escalada de conflictividad en un contexto de descenso de población reclusa, pero paradójicamente estamos en los números más bajos de internos en primer grado.  Es algo inexplicable”, añade Joaquín Leyva.

La reeducación de los internos viene intrínseca en lo que es el tratamiento penitenciario, pero para poder realizarla es necesario que haya una convivencia ordenada dentro de los centros penitenciarios. Esta situación complica la reinserción de los internos. Para ello se debe reducir la conflictividad. No podemos mezclar y dar los mismos tratamientos a internos que han cometido delitos más y menos graves. No se pueden convertir los módulos en cajones de sastre”, concluye el portavoz de ACAIP-UGT. 

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