16 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El hallazgo de los cadáveres de tres colombianos en el barrio de El Saler, "donde se suele vender cocaína", reafirma la lucha por poder entre bandas

El triple asesinato en Valencia advierte de sicarios en España: "Tendrían deudas por drogas"

El Cierre Digital en
/ Un coche de la Guardia Civil en el barrio donde fueron hallados muertos tres hombres este martes.
El último hallazgo de tres cadáveres en un coche en el barrio valenciano de El Saler vuelve a poner el foco en la violencia entre bandas criminales, que para resolver sus diferencias suelen recurrir a la contratación de sicarios contra sus enemigos. Este podría ser el caso de Valencia, ya que los tres hombres asesinados a tiros habrían "sufrido una emboscada cuando se disponían a vender cocaína". El criminólogo Vicente Planas explica cómo operan los sicarios y su relación con los narcos.

El reciente asesinato de tres hombres colombianos, hallados con impactos de bala en un coche en Valencia, ha vuelto a saltar las alarmas sobre la peligrosidad de las bandas criminales y los sicarios detrás de estas. Este último caso registrado en el barrio valenciano de El Saler el pasado martes podría tratarse de un ajuste de cuentas entre rivales de la droga, según señalan fuentes de la Guardia Civil cercanas a la investigación.

A pesar de que no se conocen los motivos concretos del incidente, voces expertas, como la del criminólogo Vicente Planas, explican a elcierredigital.com cómo "estos sucesos suelen estar vinculados a luchas entre clanes que se dedican a la venta de droga y mantienen deudas entre ellos".

Precisamente, la zona de Gola de Pujol, cercana a El Saler, donde un vecino encontró los cuerpos sin vida de los tres fallecidos en un Volkswagen Passat –propiedad de una vecina de Valencia según Las Provincias– "es un lugar con explanadas para aparcar, pistas y árboles a su alrededor donde los camellos suelen reunirse para mover la droga".

Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que los fallecidos "sufrieran una emboscada" en el momento en que se disponían a vender, supuestamente, cocaína. Detrás de este triple asesinato podría haber detrás una contratación de sicarios para acometer el crimen, ya que, como explica Planas en declaraciones a elcierredigital.com, "suelen estar relacionados con grupos organizados de droga y delincuencia y con mafias internacionales".

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Sicario.

En una conversación con elcierredigital.com, el criminólogo Planas relataba que “los sicarios siempre actúan en caso de celos, sexo, dinero y poder. Lo que lleva a una persona a volverse sicario es la necesidad económica. Son personas muy agresivas que se relacionan siempre con entornos delictivos. Son personas que han sido desatendidas desde su niñez, que se han criado en entornos familiares complicados. Sin embargo, no todos los sicarios son psicópatas. Muchos de ellos cuentan con un componente antisocial violento”, señala el criminólogo.

Además, Planas afirma que, aunque parezca raro, "hay veces que se contratan en los propios despachos de abogados". Por eso, asegura, "cuando se producen crímenes de sicarios y se descubren, muchos de ellos son representados por los mismos abogados. Cuando hay cierto tipo de crímenes, siempre son los mismos despachos quienes defienden a los delincuentes. Hay ocasiones en las que los despachos de abogados son un medio de contacto para contratar sicarios”.

La procedencia de los sicarios en España

Respecto al perfil de los sicarios, Planas explica que “son tres las regiones geográficas más habituales de las que proceden estos individuos. Por un lado, están los sicarios de Europa del Este, que se encargan de los cobros de deudas por drogas y de los negocios inmobiliarios. Están afincados en el sur de España, sobre todo en la Costa del Sol y en la Comunidad Valenciana, concretamente en Alicante. La mayor parte de ellos son exmilitares, expolicías, exmiembros de organizaciones criminales, exmiembros del servicio secreto de algún país y exagentes de inteligencia, que ya vienen con los deberes hechos”. 

“Son los sicarios más profesionales porque tienen todo sumamente planeado y no fallan nunca. Después, se marchan y se les pierde el rastro. Al contrario de lo que pasó con el caso de Vidal-Quadras. Estos sicarios del este se aseguran de que la víctima esté muerta y para ello la rematan hasta que tienen constancia de que no está viva. Los precios oscilan entre los 20.000 y los 100.000 euros, aunque puede ser mucho más dependiendo del encargo y de la víctima. En muchas ocasiones son contratados para dar un susto a la víctima y avisarle de que la próxima vez no será solo un susto”, explica el criminólogo.

En España también actúan los sicarios latinos. Según Planas, “siempre van a estar relacionados con bandas criminales. El principal motivo de los encargos a estos sicarios son las venganzas por defender las zonas donde ejercen su actividad criminal, sobre todo el negocio de las drogas. Estas bandas latinas pueden ser los Trinitarios o los Dominican Don’t Play, que se matan entre ellos para tener su zona controlada. Suelen ser gente joven y los que vienen a España como sicarios proceden de Colombia, México y Venezuela”. 

“En muchas ocasiones previamente han trabajado en bandas criminales y las abandonan para ejercer como sicarios por motu proprio. Hoy en día ya están afincados en España y los principales motivos son las desavenencias económicas y cuestiones de parejas entre bandas”, añade Planas.

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Presunto sicario que intentó asesinar Vidal-Quadras.

Otro perfil de sicarios que abundan en España es el de los norteafricanos, que estarían englobados por marroquíes, argelinos y tunecinos, como sería el caso de Vidal-Quadras, ya que supuestamente fue el tunecino nacionalizado francés Mherez Ayari

“La mayoría de ellos suele ser gente sin escrúpulos y de bajos recursos que van a ser reclutados por clientes que se desplazan a estos suburbios a localizar sicarios de bajo coste que acepten cualquier encargo. Los norteafricanos tienen un precio de unos 700 y 1.000 euros, según el encargo del cliente. Algunos de ellos está relacionados con el yihadismo y la radicalización del Islam. Sus encargos suelen estar relacionados con el cobro de deudas de hachís. Muchas veces hacen de intermediarios para dar un aviso a la víctima”, concluye Vicente Planas.

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