Preocupante ola de violencia en España: ‘Puede generar una respuesta vengativa’
El criminólogo Vicente Planas dice que "la solución pasa por cambiar el sistema judicial y ampliar efectivos policiales"
Desde comienzos de verano se está viviendo en España una preocupante oleada de violencia que afecta a todas las edades y grupos sociales. Entre los delitos violentos cometidos destaca el asesinato del pequeño Mateo en Mocejón.
El 20 de agosto las autoridades detenían al presunto asesino confeso de 20 años.Su padre ha alegado que el presunto asesino del niño de 11 años padece una discapacidad mental severa diagnosticada, pero que no se medicaba.
El mismo 20 de agosto salía a la luz un doble crimen cometido en Barcelona. En él un comisario jubilado de la Policía Nacional habría acabado con la vida de su pareja en Rubí y de su exmujer en Castellbisbal. Finalmente, el agresor se suicidó y el doble asesinato se investiga como violencia machista. El 17 de agosto un hombre fue detenido en Toledo tras asesinar a tiros a la hija menor de su pareja. Este suceso supondría la décima víctima mortal de la violencia vicaria en España en este 2024. Se trata del peor año desde 2013 respecto a violencia vicaria.
A estos crímenes se le suma la preocupante oleada de violencia y el incremento del uso de armas blancas y de fuego. Recientemente, elcierredigital.com analizaba esta problemática desde el punto de vista policial. Ahora, el criminólogo Vicente Planas examina la situación actual, el foco principal de este incremento de violencia y las posibles medidas a adoptar. Planas adelanta que “en periodo estival aumentan los delitos violentos, pero en este caso el foco del problema es otro”.
“Si vamos a las causas de por qué se producen estos aumentos se suele decir que todas las ciudades están sufriendo un crecimiento demográfico y esto genera cierto descontrol. También se dice que otro factor es la crisis económica. La realidad es que se está viendo que un factor de riesgo para cometer delitos no es la pobreza. El verdadero factor de riesgo es la inmigración y la desigualdad social, ya que hay importantes cambios culturales y sociales entre quienes llegan y quienes ya están”, señala Planas a elcierredigital.com.
Las ‘claves’ del problema
En el año 2023 la criminalidad mostró un incremento del 6 por ciento y los asesinatos del 3,1 por ciento, con un total de 336 asesinatos. Con este dato todo ha ido a peor. Según el último informe de criminalidad publicado relativo al primer trimestre del 2024 se han incrementado los delitos violentos respecto al primer trimestre de 2023. En él se recoge que los homicidios dolosos y asesinatos consumados han aumentado un 8,2 por ciento y los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria han aumentado un 9,8 por ciento.
Para el criminólogo, “en el incremento de la violencia influye que se están perdiendo los valores morales que antes se tenían, como el respeto y la educación. A esto se le suma el elevado consumo de alcohol y sustancias estupefacientes. En muchos casos esto genera una explosión de violencia. Ahora se agrede y luego se pregunta. Esto también pasaba antes, pero no era tan habitual”.
“Las juventudes han evolucionado y la gente se hace más ‘mayor’ a edades más tempranas. La delincuencia antes estaba en gente más mayor, pero ha bajado el índice a gente más jóvenes. Sobre todo, adolescentes que van desde los 14 hasta los 20 años. Es cierto, que cada vez es más común ver a menores de edad cometer delitos violentos”, añade Vicente Planas.
Planas recalca que “Cada día son más las agresiones que vemos en la calle con cuchillos e incluso con armas de fuego. Como Policía he identificado a personas que roban y cuentan con tres o cuatro páginas de antecedentes policiales y siguen en la calle. Hay mucha gente que delinque y al poco tiempo vuelve a estar en la calle. Esto genera la duda de si realmente la justicia puede hacer algo. Como esto siga yendo a más y no se pongan medios se puede provocar que la gente estalle y se tome la justicia por su mano. Esto ya está pasando en varios puntos de Europa”.
No existen muchos datos sobre las nacionalidades de los delincuentes violentos, pero para Planas ahí “es donde surge el verdadero problema”. Las comunidades autónomas que más han sufrido delitos en los que hay violencia son Asturias, Andalucía, Canarias, Cataluña y Comunidad Valenciana. Mientras tanto, las comunidades que más inmigrantes están recibiendo son Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla y León. Como es visible, muchas de las que aparecen en el primer listado lo hacen en el segundo.
Vicente Planas indica que “hay un descontrolado servicio de inmigración. Están entrando personas con antecedentes y no se está haciendo absolutamente nada. Además, hay una política muy laxa respecto a los inmigrantes ilegales, que en muchos casos tardan en ser repatriados o ni siquiera lo son. Tenemos una política de inmigración bastante precaria que debería ser revisada. Es incomprensible que no se repatrie a gente con antecedentes o que hayan delinquido en España”.
“Si entran inmigrantes que han cometido delitos en su país de origen se están aumentando las redes delictivas. Esto genera que se incremente la facilidad y las posibilidades para que entren armas en España. Hasta ahora lo más raro era ver armas blancas, pero en los últimos tiempos hay una deriva en la que han aparecido las armas de fuego y las agresiones en primera instancia, sin mediar palabra”, añade Vicente Planas.
Posibles medidas para frenar la problemática
Para frenar esta situación la solución pasa por hacer uso de las herramientas actuales y revisar los medios establecidos. En este sentido Planas observa que una de las claves “son los desafíos en la aplicación de la ley. Esto es importante. La justicia se suele volver ineficaz o lenta en conflictos urbanos. Vemos a personas con tres o cuatro causas pendientes. El sistema judicial no se ajusta a las necesidades de las adversidades que estamos teniendo. Es decir, sigue siendo muy lenta la justicia y tardamos más en hacer papeleos que los delincuentes en salir a la calle”.
“Respecto al aumento de la presencia de armas volvemos al sistema judicial, que no está ajustado a las necesidades actuales. Habría que hacer una reforma íntegra del sistema judicial en lo que respecta a la resolución de penas y la presencia de personas con antecedentes. A esto se le suma que hoy en día las cárceles españolas son escuelas de delincuentes, no tenemos reinserción ninguna. Las reinserciones deberían ser unipersonales. Hay que crear un nuevo sistema en el que no haya tanta gente con antecedentes en las calles”, añade el criminólogo.
Otra de las soluciones podría ser hacer uso de los avances tecnológicos. Planas considera que “una de las soluciones sería establecer cámaras de vigilancia en muchas de las ciudades, pese a que hay mucha reticencia hacía ello. Muchas veces la Policía tiene que buscar en cámaras de locales y eso no puede ser. La tecnología debe ser aprovechada para resolver muchos conflictos y delitos que ocurren en las calles. La modernización debe ser aprovechada”.
Por último, “la ineficacia de la policía para paliar esta situación vendría por la falta de muchos efectivos policiales en Guardia Civil y Policía Nacional. En mi ciudad la Guardia Civil cubre cuatro o cinco poblaciones con una patrulla. Con que tengan un detenido ya no pueden acudir a ningún otro aviso de delito. Pasan cosas que son competencia suya y no las pueden atender por la escasez de las plantillas”, concluye Vicente Planas.
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