Alerta por desaparición de Diego Santiago en Málaga: 'Tememos que le hayan hecho algo'

Diego Santiago García desapareció el 17 de julio en Fuengirola, Málaga. Desde entonces, su caso ha estado rodeado de incógnitas. La falta de pistas y el paso del tiempo está sembrando la desesperación entre sus familiares.  

El día de su desaparición, Diego salió de casa y casi dos meses después no ha vuelto a dar señales de vida. Su hermano puso la denuncia por desaparición el mismo día, en la comisaría de Policía Nacional de Fuengirola. 

Diego está enfermo y vive con su hermano y la mujer de este, ya que “no puede estar solo”. El día de su desaparición salió de casa alrededor de las 07.00 horas de la mañana. El desaparecido padece una enfermedad de salud mental por la que necesita medicación.

La única noticia que ha habido en estos casi dos meses es del día de su desaparición. Fue visto a las 08.00 horas de la mañana en una cafetería cercana a su casa. Desde entonces, se le ha perdido el rastro por completo. 

Se trata de  la primera vez que desaparece.  Donde vive Diego están todas sus pertenencias menos sus cadenas, incluida su documentación y su teléfono móvil. Tampoco lleva dinero encima, según las autoridades.

Elcierredigital.com ha contactado con  Inés, sobrina del desaparecido. “Cada vez estamos más nerviosos y preocupados. Algunos familiares han necesitado asistencia psicológica. Las autoridades nos dicen que no hay pistas, ni siquiera sabemos dónde empezar a buscarle”, señala Inés. 

"Jamás ha hecho esto"

La ausencia de pistas y la condición de muy vulnerable de Diego suponen un riesgo total para la integridad física del desaparecido. “Jamás ha hecho esto y que haya pasado ahora nos extraña mucho. Antes de desaparecer no dijo nada ni notamos nada raro. Todas las mañana salía sobre esa hora y volvía”, añade la sobrina del desaparecido. 

Inés indica que “con las personas con las que vivía estaba todo bien y estaba todo el rato con ellos. Sin embargo, llevaba un tiempo en crisis y bastante mal. En los días previos a la desaparición estaba muy nervioso, pero nunca nos llegamos a imaginar que saldría y no volvería”. 

Para regular su enfermedad Diego debía tomar tratamiento, él cual lleva dos meses sin recibirlo. Inés observa que “él no quería tomar el tratamiento, pero se lo inyectaban. No tenemos ni idea de que le ha podido pasar, pero en la vida ha estado más de dos horas fuera de casa”.

“Últimamente estaba más nervioso y agresivo, por lo que tenemos miedo de que hubiese tenido algún problema con alguien. Que sepamos no tenía problemas con nadie, otra cosa es que se los haya buscado a raíz de desaparecer”, añade la sobrina del desaparecido.

“No era una persona de muchos amigos, pero  frecuentaba mucho una joyería del barrio en el que vive. Nosotros pensamos que le han hecho algo. Él llevaba cadenas, un reloj y varios anillos que sí eran de oro y creemos que le han podido engañar o robar. También tememos que le hayan podido meter una paliza”, concluye Inés.

Según se desprende del cartel de  SOS Desaparecidos, Diego mide 1,70 metros y es de complexión delgada. Tiene el pelo rubio claro y los ojos marrones. En caso de saber algún dato  SOS Desaparecidos dispone de los teléfonos 649952957 y 644712806, así como del email info@sosdesaparecidos.es.