Montaje propio La historia de la Encomienda de Mudela, la finca donde los Borbones se 'desmelenaban'
En esta finca de Ciudad Real, la reina Sofía descubrió el encuentro que Juan Carlos I tuvo con la bailaora 'La Polaca'
Este pasado viernes Elcierredigital.com devolvió a la actualidad uno de los episodios que marcaron un antes y un después en el reinado de Juan Carlos I.
Se trata de una de las muchas cacerías a las que acudía el padre de Felipe VI. Y en la que no solo estaba acompañado del gran poder. También de una mujer cuya identidad había sido, hasta ahora, objeto de especulaciones.
Era en el espacio televisivo TardeAR, donde el director de Elcierredigital.comJuan Luis Galiacho desvelaba, en exclusiva, el nombre de la mujer que acompañaba a Juan Carlos I. En la cacería la reina Sofía ratificó la fuerte atracción que su marido sentía por las mujeres.
“La mujer que acompañaba a Juan Carlos I era la bailaora conocida como ‘La Polaca’”, desveló Juan Luis Galiacho. Aquel episodio supuso un antes y un después en el reinado de Juan Carlos I. Se dio en una histórica finca de la provincia de Ciudad Real llamada la Encomienda de Mudela.
Un enclave que es Patrimonio Nacional. También ha sido frecuentado con asiduidad por Francisco Franco. Está localizado entre los términos municipales de Viso del Marqués, Calzada de Calatrava y Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real).
Según fuentes consultadas por Elcierredigital.com, "las cacerías eran de carácter tradicional. Mudela, gestionada por Patrimonio, perteneció a la Familia Real. Concretamente durante el reinado de Alfonso XIII, pero fue Franco quien otorgó dichas tierras a la gente local para que las trabajaran. La condición era que la caza era para Patrimonio y todo el beneficio de la tierra para ellos".
Pero, ¿cuál es la historia de esta finca? ¿Qué vínculo ha mantenido con la familia Borbón?.
La Encomienda de Mudela, la finca en la que los Borbones se ‘desmelenaban’
La familia Borbón nunca ha escondido su atracción por la actividad cinegética. Tampoco por las mujeres. Y en la finca La Encomienda de Mudela, los Borbones fusionaban ambas pasiones.
La Encomienda de Mudela es uno de los enclaves con mayor historia de nuestro país. Se encuentra situada en los términos municipales de Calzada de Calatrava, Viso del Marqués y Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real). En las proximidades de Sierra Morena Oriental.
Pero, años atrás otro de los monarcas de la familia Borbón ya utilizaba este emplazamiento para pasar largas jornadas de caza. Así como lugar de encuentro con las mujeres que formaban parte de su largo historial de amantes.
Mucho antes de que partiera a su exilio en Roma, el rey Alfonso XIII acudía con asiduidad a La Encomienda de Mudela. Pero cuentan que el abuelo de Juan Carlos I dejó de ir debido a una leyenda que circulaba sobre la finca.
Se trataba de una historia que llegó a oídos de Alfonso XIII. Sobre un fantasma republicano que habitaba en los interiores de la finca al que, por lo visto, le incomodaba la presencia del monarca.
La finca en la que Juan Carlos I fue descubierto con ‘La Polaca’
Juan Carlos I comenzó a frecuentar esta finca a mediados de la década de los setenta. Bajo el estricto control de Francisco Franco, el entonces príncipe acudía a La Encomienda de Mudela. Donde podía deshacerse de aquellas ataduras de los últimos años del Franquismo.
Allí, el padre de Felipe VI se reunía con su círculo de amistades, el gran poder, artistas o ‘folclóricas’ que animaban las jornadas de caza. En, especial de perdices.
Cuentan que a Juan Carlos I le gustaba ser anfitrión de aquellas fiestas. También agasajar a aquellas mujeres que acudían hasta ‘La Encomienda de Mudela’.
Precisamente, en enero de 1976 y ya fallecido Francisco Franco. Juan Carlos I había sido proclamado rey de manera reciente. El hijo de Juan de Borbón se reunió en aquella finca junto a su círculo de amistades y alta alcurnia.
También una mujer con la que mantuvo un encuentro que marcaría un antes y un después en su reinado.
Según contamos en Elcierredigital.com, la identidad de esta mujer ha sido objeto de especulaciones a lo largo de la historia. Se habló de nombres como Sara Montiel o Marujita Díaz. Pero, quien estaba junto a Juan Carlos I era la bailaora madrileña conocida como La Polaca.
La reina Sofía, conocedora de los escarceos extramatrimoniales de su marido, acudió hasta La Encomienda de Mudela. Y ante las recomendaciones de los allí presentes para que no pasara al interior de la finca, ratificó el engaño de Juan Carlos I.
Cuentan que la reina Sofía nunca acudió a esta finca.No era de su agrado y menos que lo fue a partir de enero de 1976.
A diferencia de su hija la infanta Elena quien ha heredado de su padre la pasión por la caza. Dicen que tras su divorcio con Jaime de Marichalar, Juan Carlos I organizó un conocido como ojeo de perdiz a su hija para animarla.
Años atrás Felipe de Borbón y Letizia Ortiz encontraron en la Encomienda de Mudela el sitio perfecto para alejarse del foco mediático tras el anuncio de su compromiso.
Por La Encomienda de Mudela, los Borbones han desfilado personalidades de la talla de Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover, los príncipes de Luxemburgo o aristócratas italianos.
También centroeuropeos, príncipes saudíes y grandes empresarios nacionales como Samuel Flores. Que no faltaban a la invitación de Juan Carlos I. Dicen que la última vez que Juan Carlos I disfrutó de una jornada de caza en La Encomienda de Mudela fue 2013. Un año antes de su abdicación.
Las '4.601 perdices' de Franco
La Encomienda de Mudela fue adquirida por el Estado entre 1949 y 1954. Una finca, propiedad del entonces Ministerio de Colonización, en la que se extienden terrenos de flora variada y fauna diversa. De hecho, es una de las zonas con mayor densidad de perdiz roja de las tierras manchegas.
Una década después de la adquisición de La Encomienda de Mudela, el general Francisco Franco acudía hasta este enclave para disfrutar de una de sus muchas jornadas de caza.
Cuentan que aquella mañana de octubre de 1959 el fotógrafo Eduardo Matos Cuesta inmortalizó una de las fotografías históricas de las jornadas de caza del general.
A su llegada, el fotógrafo retrató lo que fue conocido como la ‘matanza de las perdices rojas de Franco’. Un total de 4.601 perdices aparecían en fila frente al grupo capitaneado por Francisco Franco y su mujer Carmen Polo.
También otros participantes en aquella jornada de caza entre los que se encontraba el entonces ministro franquista José Utrera Molina.
Aquellas fotografías dieron la vuelta al mundo. Estuvieron secuestradas hasta 1983 y evidenciaron la desmedida pasión por la caza que tenía Francisco Franco.
Una pasión que fue recogida por el escritor e ingeniero agrónomo Vicente Sánchez en el libro 'Caza y poder'. Una obra en la que la Encomienda de Mudela es concebida como el punto de encuentro de la caza, el poder y las mujeres. La combinación perfecta para los Borbones.
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