Giro de 180º en la cúpula de la Fundación Telefónica: Claves del fichaje de Luisa Alli

El regreso del directivo Enrique Goñi a la primera fila del poder económico ha venido acompañado de algunos movimientos. Apenas unas semanas tras su designación como presidente de la Fundación Telefónica, el navarro incorpora en la teleco a una figura de su máxima confianza. Se trata de Luisa Alli Turrillas, quien ejercerá como directora adjunta a la Presidencia de la Fundación.

El cargo, de nueva creación, tiene como objetivo "apoyar al presidente ejecutivo en el desarrollo de su agenda institucional y de representación externa", indica Telefónica. Y también rebajar el peso del director general de la fundación, Luis Prendes. El hasta ahora número 2 del organismo se ve así desbancado por Alli. 

Goñi quita poder a Luis Prendes

Prendes fue uno de los grandes aliados del expresiente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. El todavía director general de la Fundación Telefónica fue promocionado en varias ocasiones por su amigo hacia cargos como el de director digital de Telefónica S.A. y el de director global de transformación digital de las áreas jurídicas del grupo Telefónica.

Prendes, que vivió varios años en Estados Unidos, ocupa el cargo de director general de la Fundación Telefónica desde el 1 de enero de 2024. Al puesto accedió tras relevar a Carmen Morenés. 

Una aliada de confianza para tiempos de consolidación

Luisa Alli compatibilizará este nuevo puesto con la dirección general de la Fundación Hermes, entidad creada e impulsada por el propio Goñi en 2016. Este proyecto ha funcionado como espacio de influencia para figuras del poder mediático y empresarial.

La incorporación de Alli no es solo un fichaje: es un gesto de confianza personal y política. Alli y Goñi comparten origen (ambos son navarros) y pasado en la Fundación Hermes. La misma fundación en la que el presidente de Telefónica, Marc Mutra, ejerce como miembro del consejo asesor. 

Con una trayectoria destacada en comunicación corporativa, Luisa Alli fue directora de Comunicación de IKEA en España y presidenta de la influyente consultora KREAB Iberia. Además de vocal en la junta directiva de Dircom. También presidió la Cámara de Comercio Hispano-Sueca y ejerció como asesora del presidente de la CEN (Confederación Empresarial de Navarra).

Su perfil responde al patrón de profesional de confianza que Goñi busca consolidar en torno a su nuevo centro de operaciones.

El poder suave de Goñi: Del ostracismo a las alturas de CriteriaCaixa

El ascenso de Enrique Goñi no es casual ni coyuntural. El expresidente de Caja Navarra, que estuvo apartado del circuito tras el desmantelamiento de la entidad y las polémicas por las dietas percibidas por cargos públicos navarros, algunas devueltas, otras explicadas con dificultad; ha sabido recomponer su figura. No son buenos tiempos para Goñi, al que en algunos círculos se le considera como un gran amigo de Santos Cerdán, a quien conoce desde hace más de dos décadas. 

Desde su posición como adjunto a la presidencia de CriteriaCaixa, vehículo inversor de la Fundación 'la Caixa', presidido por Isidre Fainé, Goñi ha tejido una red de influencia. Esta combina grandes empresas, 'think tanks' digitales y patronatos estratégicos. 

Su vinculación a la Moncloa es ya más que un rumor. Y El Confidencial le atribuyó un papel decisivo en la caída de José María Álvarez-Pallete del timón de Telefónica.

En ese contexto, se entiende el pase de Marc Murtra a un perfil más técnico en Telefónica. Y también su decisión de ceder la presidencia de la Fundación a Goñi. Con ello rompe con la costumbre instaurada por César Alierta y continuada por Pallete, que compatibilizaban ambas presidencias.

Fundación Telefónica: el nuevo eje de poder blando

Bajo su mandato, la Fundación Telefónica, creada en 1998 como brazo social del gigante de las telecomunicaciones, se presenta como un centro de poder simbólico, institucional y cultural. En los papeles, sigue comprometida con la reducción de la brecha digital, la mejora de la empleabilidad y la inclusión tecnológica.

En la práctica, se ha convertido en un instrumento para amplificar discursos sobre ciudadanía digital, sostenibilidad e innovación educativa, en consonancia con los intereses de las élites políticas y económicas progresistas.

La Fundación tiene un patronato con miembros como el presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, o el CEO de Atresmedia, Javier Bardají. El mismo cargo ejercen el asesor presidencial José Miguel Contreras o las exministras socialistas Cristina Garmendia y Trinidad Jiménez.

Un 'viejo conocido' con nueva legitimidad

Enrique Goñi, licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra y formado en el IESE, comenzó su carrera en Barclays. Y también en el sector asegurador, hasta aterrizar en Caja Navarra en el 2000 como director general del grupo empresarial. En 2002 asumió la presidencia de la caja con el respaldo de Miguel Sanz, entonces presidente navarro y líder de UPN.

Su protagonismo aumentó en 2010, cuando lideró la fusión que dio lugar a Banca Cívica, un experimento cooperativo que acabó integrado en Caixabank. Este proyecto dejó heridas abiertas en la política navarra y en el recuerdo financiero español.

Ahora, más de una década después, regresa a la primera línea. Con el respaldo de CriteriaCaixa, con entrada directa en la Moncloa y con la Fundación Telefónica como nueva palanca de poder e influencia.