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Hombre sonriente con saco azul haciendo señal de pulgar arriba frente a edificio moderno con símbolo de cruz roja y círculo
INVESTIGACIÓN

Así es Meinrad Spenger, el criticado CEO de MasOrange ante la crisis por la fusión

La fusión entre MásMóvil y Orange dio lugar al mayor operador de móviles, pero desde 2024 ha perdido 500.000 líneas

Un año después de la fusión entre Orange España y el Grupo MásMóvil, que dio origen a MasOrange, la compañía atraviesa un proceso de redefinición marcado por luces y sombras. Aunque la operación convirtió a la nueva entidad en el operador con mayor número de líneas en España -con más de 37 millones de conexiones móviles y de banda ancha-, la empresa no ha logrado consolidar su posición con la solidez esperada. Al frente de MasOrange se encuentra Meinrad Spenger (Austria, 1975), el austríaco confiaba en la fusión pero los números aún son amenazantes.

Spenger fue uno de los artífices del 'boom' de MásMóvil que culminó con la fusión con Orange. Sin embargo, no todo han sido luces en su gestión, especialmente teniendo en cuenta la deuda que arrastraba MásMóvil hasta la operación.

Además, desde la formalización de la fusión en marzo de 2024, MasOrange ha perdido alrededor de 546.000 líneas móviles. Se ha situado como la operadora con mayor pérdida de clientes por portabilidad en el país. Esta situación ha generado preocupación en el sector, pues se esperaba que la unión entre dos grandes grupos aportara una ventaja competitiva sostenible. Sin embargo, la realidad del mercado ha sido más compleja.

La decisión estratégica de no entrar en la guerra de precios ha resultado un arma de doble filo. Aunque busca proteger los márgenes de beneficio y consolidar una oferta premium, esta política ha empujado a muchos usuarios hacia competidores más agresivos, como Digi, que ha captado cerca de un millón de nuevas líneas durante el mismo periodo.

Fachada de edificio moderno con un símbolo de cruz roja y una letra C blanca en la parte superior
MasOrange. | Europapress

A pesar del retroceso en términos de clientes, los resultados financieros de MasOrange ofrecen algunos motivos para el optimismo. En 2024, la compañía logró una facturación de 7.388 millones de euros, un 1,5% más que el año anterior. Aún más destacable fue el crecimiento del EBITDA ajustado, que se elevó un 10,8%, hasta alcanzar los 2.803 millones. 

En octubre de 2024, MasOrange anunció un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a 609 empleados, de los cuales 185 fueron despidos forzosos. 

En este contexto complejo, la figura de Meinrad Spenger adquiere una relevancia fundamental. Nacido en Seckau (Austria) en 1975, es licenciado en Derecho por las universidades de Graz y Trieste. También cuenta con un MBA en el Instituto de Empresa (IE) de Madrid y en la SDA Bocconi de Milán.

Hombre sonriente con camisa de rayas claras posando frente a un cartel amarillo y árboles verdes al fondo
Meinrad Spenger. | Europapress

Su carrera profesional comenzó en la consultora McKinsey & Company, donde trabajó durante cinco años en proyectos internacionales de gran envergadura. Fue allí donde detectó las ineficiencias del mercado español de telecomunicaciones, lo que le llevó a fundar MásMóvil en 2006, junto a otros inversores. La propuesta inicial se basaba en ofrecer tarifas asequibles con un enfoque eminentemente digital y centrado en el cliente.

El 'boom' de Meinrad Spenger

Bajo su liderazgo, MásMóvil protagonizó un crecimiento meteórico, consolidado mediante adquisiciones estratégicas. Primero Yoigo, Pepephone, Llamaya, Lebara y, finalmente, Euskaltel.

Esta expansión convirtió al grupo en el cuarto operador del país. Rompiendo así con el modelo tradicional del oligopolio de las tres grandes (Movistar, Orange y Vodafone).

Spenger, que siempre ha evitado el protagonismo mediático, se ganó fama de gestor pragmático, resolutivo y poco dado a discursos grandilocuentes. La culminación de su trayectoria llegó en marzo de 2024, cuando se formalizó la fusión con Orange España y fue nombrado CEO de MasOrange.

Apasionado del esquí desde su juventud, Meinrad Spenger soñó durante años con convertirse en esquiador profesional. Aunque la vida le llevó por otros caminos, mantiene viva esa afición, disfrutando de las montañas tanto en Austria como en España. También es un entusiasta del ciclismo y suele recorrer la sierra madrileña siempre que su agenda lo permite.

Hombre rubio con saco azul sentado en un sofá claro frente a una pared verde con símbolos geométricos naranja y blanco
Meinrad Spenger. | Europapress

Además, le gusta explorar distintas regiones del país, como Asturias, Galicia o el País Vasco. Escapadas que considera fundamentales para desconectar y recargar energías. Esta pasión por la naturaleza y el aire libre convive con un estilo de vida sobrio, alejado del foco mediático y centrado en su familia y sus responsabilidades.

Antes de iniciar su carrera empresarial, Spenger se formó como carpintero, una etapa que recuerda con aprecio. Una profesión de la que extrajo enseñanzas que aún hoy aplica. La paciencia, la atención al detalle y la perseverancia que exige ese oficio manual se han convertido en pilares de su estilo de liderazgo.

Desde que se instaló en España, ha demostrado una profunda admiración por la cultura local, la gastronomía y la calidad de vida. Algo que ha reforzado su decisión de construir aquí tanto su proyecto profesional como su vida familiar. Su visión de futuro pasa por seguir contribuyendo al desarrollo del sector de las telecomunicaciones, sin renunciar a los valores y hábitos personales que le han acompañado desde sus inicios.

Los desafíos de Spenger al frente de MasOrange

Uno de los principales retos de Spenger en esta nueva etapa es  lidiar con la pesada mochila financiera heredada de MásMóvil. La agresiva estrategia de expansión de esta última se financió en buena parte con deuda.

Actualmente, MasOrange arrastra un pasivo de más de 14.000 millones de euros, con unos costes financieros superiores a los 750 millones de euros anuales. Esta situación limita el margen de maniobra de la empresa y condiciona su capacidad de inversión.

Hombre de traje beige hablando en un podio durante un evento empresarial con una pantalla de fondo que muestra un gráfico naranja y el texto más de 500000 clientes
Meinrad Spenger. | Europapress

Para aliviar esta presión, MasOrange ha iniciado un proceso para incorporar a un inversor externo en una nueva empresa conjunta  centrada en infraestructuras de fibra óptica, en colaboración con Vodafone.

Sin embargo, la operación ha tropezado con dificultades: las valoraciones no cumplen con las expectativas iniciales y el interés de los inversores se ha enfriado, en parte debido al estancamiento del mercado y al endurecimiento de las condiciones de financiación.

Un futuro incierto: ¿Rumbo a la absorción por Orange Francia?

A medio plazo, la estructura accionarial de MasOrange también podría cambiar. Según el acuerdo de fusión,  Orange Francia tiene la opción de adquirir el 100% de la compañía en abril de 2026. De materializarse esta opción, se abriría una nueva etapa para MasOrange, en la que podría desaparecer la figura de una dirección bicéfala y optarse por una mayor centralización.

Este posible movimiento alimenta las dudas sobre la sostenibilidad del modelo actual y sobre el futuro papel de Meinrad Spenger. ¿Seguirá al frente si Orange decide tomar el control completo? ¿Será la fusión un paso intermedio hacia una reabsorción por parte del gigante francés?.

Dos hombres de traje conversan sentados en una sala junto a las banderas de España y la Unión Europea
Meinrad Spenger y Pedro Sánchez. | Europapress

MasOrange se encuentra en una encrucijada decisiva. Por un lado, dispone de una posición de liderazgo en el mercado español y de una infraestructura robusta. Por otro, debe afrontar una pérdida continua de clientes, una deuda asfixiante y un entorno cada vez más competitivo y fragmentado.

La figura de Meinrad Spenger, artífice del crecimiento de MásMóvil y ahora capitán de un buque de dimensiones mucho mayores, será clave para definir el rumbo de la empresa en los próximos años.

La capacidad de adaptación, la claridad estratégica y la resiliencia serán determinantes para saber si MasOrange podrá consolidarse como el verdadero "cuarto gran operador europeo" que sus impulsores ambicionan, o si terminará siendo absorbido en una lógica de concentración paneuropea.

Lo que está en juego es algo más que un negocio: es la redefinición del equilibrio de fuerzas en las telecomunicaciones en España.

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