19 de marzo de 2024
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FIN DE SEMANA

Según la investigación Gimeno desactivó el GPS para no dejar pistas, por lo que volver al punto en el que se deshizo de los cuerpos sería muy difícil

Caso niñas Tenerife: Desvelamos los detalles inéditos de los últimos movimientos de Tomás Gimeno

El Cierre Digital en Tomás Gimeno.
Tomás Gimeno.
Prosiguen las tareas de búsqueda de la pequeña Anna y de Tomás Gimeno, sobre quien pesa una orden de búsqueda internacional por la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género. El buque Ángeles Alvariño se centra en rastrear la zona en la que el pasado jueves fue hallado el cuerpo de Olivia. No obstante, atendiendo a la reconstrucción de los hechos, el cuerpo de Tomás podría hallarse en otro lugar.

El buque oceanográfico Ángeles Alvariño reanudó ayer la búsqueda de la pequeña Anna, de un año, así como de Tomás Gimeno, el padre de las niñas, tras solventar una avería que le había obligado a permanecer atracado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife  desde el pasado sábado.

Las labores de búsqueda se centran ahora en la misma zona en la que el pasado jueves se halló el cuerpo de Olivia, de seis años, a unos mil metros de profundidad y dentro de una bolsa de deportes que había sido lastrada hasta el fondo del mar. Junto a ella se encontró, además, otra bolsa que, como consta en el auto judicial, estaba vacía y "rota", también atada al ancla que sujetaba el macuto que contenía el cuerpo de Olivia. En su interior únicamente se hallaron los lastres que Tomás Gimeno presuntamente habría colocado para lograr que los cuerpos de las pequeñas se sumergieran por completo.

El buque Ángeles Alvariño. FOTO: María Montero

Por ello, fuentes próximas a la investigación creen que el cuerpo de Anna podría haber salido de la bolsa y advierten que, en caso de ser así, la dificultad para encontrar sus restos se incrementaría notablemente.

Las últimas horas de Tomás Gimeno

Respecto a la búsqueda de Tomás Gimeno, los agentes trabajan con la hipótesis de que el hombre se suicidó lanzándose al mar después de deshacerse de los cuerpos de sus hijas. No obstante, y atendiendo a la reconstrucción de los hechos que la jueza realiza en su auto, el cuerpo de Tomás no tendría porqué encontrarse en la misma zona que el resto de objetos hallados hasta el momento.

Según se recoge en el auto de la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Güímar, el 27 de abril, día de los hechos, en torno a las ocho menos cuarto de la tarde, Tomás Gimeno llegó a su domicilio de Igueste de Candelaria con las dos menores. “Presuntamente en dicha finca Tomás dio muerte a sus hijas, envolviéndolas en toallas e introduciéndolas en bolsas de basura y éstas en bolsas de deporte” que colocó en su vehículo.

Anna y Olivia. 

Después, y tras realizar varias paradas, como la que hizo en casa de sus padres para dejar a su perro y sus tarjetas de crédito, Tomás llegó a las 21.27 horas a la Marina de Santa Cruz de Tenerife, “portando desde aquella hora y hasta las 21.36 horas, en tres viajes desde el vehículo a la embarcación Esquilón, distintos objetos, entre los que estaban las bolsas de deporte, en cuyo interior se encontraban presuntamente los cuerpos de sus hijas Olivia y Anna”.

Cuatro minutos después zarpaba con su embarcación. Es entonces cuando, tras llegar a una zona alejada de la costa “que conocía profunda”,  según indica el auto, Tomás “arrojó al mar desde el barco las bolsas de deporte” que contenían los cuerpos sin vida de sus hijas.

La investigación apunta a ese preciso momento puesto que, hacia las 23.15, cuando Gimeno regresaba a puerto, en la bocana de la dársena pesquera fue interceptado por una embarcación del Servicio Marítimo Provincial de Tenerife tripulada por agentes de la Guardia Civil que, dado que Gimeno se encontraba incumpliendo el toque de queda, registran la embarcación sin hallar nada sospechoso en su interior.

Poco más de una hora después, y tras haber comprado un cargador de teléfono móvil que posteriormente cargó en la garita del vigilante de seguridad, Tomás zarpa de nuevo en su embarcación, supuestamente ya sin los cuerpos de las niñas a bordo.

Gasolinera en la Avenida Marítima de Santa Cruz de Tenerife dónde Tomás Gimeno, compró el cargador del móvil la noche de la desaparición el 27 de abril. FOTO: María Montero. 

Según la investigación, Gimeno desactivó el GPS de la barca para no dejar pistas de su recorrido, de modo que volver al punto exacto en el que se deshizo de los cuerpos de las niñas entrañaría una gran dificultad. Por ello, podría darse que el cuerpo de Tomás Gimeno que trata de localizar el buque oceanográfico Ángeles Alvariño no se encuentre en la zona de rastreo. 

Asimismo, cabe señalar que los investigadores trabajan con la ubicación en la que los repetidores de telefonía sitúan el teléfono móvil de Tomás, cuya señal se pierde por completo a las 02.28 en una zona cercana a donde aparece el cuerpo de Olivia, momento en el que los investigadores creen que se lanzó al agua para acabar con su vida. 

No obstante, que la señal se pierda en ese punto también podría indicar que Tomás Gimeno lanzó su teléfono al agua, pero no que él mismo se lastrara hasta el fondo en ese preciso lugar. Por ello, y hasta que no se localice su cuerpo, se ha decretado una orden de búsqueda internacional por la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género. 

Expertos en Transporte Marítimo consultados por elcierredigital.com reconocen "la dificultad de las corrientes marinas de la zona del Puertito de Güímar, donde fue interceptada vacía y a la deriva la embarcación 'Esquilón', de Tomás Gimeno, horas después de la desaparición el 27 de abril". En esta zona, también fueron encontradas la botella y la funda nórdica a una profundidad abismal.

Resulta un área muy complicada de rastrear, según fuentes consultadas de la Guardia Civil, debido a la complejidad del fondo submarino, por lo que se están realizando barridos que alcanzan hasta los 2.000 metros de profundidad. Las muestras encontradas en la investigación han sido transferidas a la UCO de la Guardia Civil, para su ulterior análisis en sus laboratorios de Criminalística.

Las posibles causas de la muerte de Olivia

La autopsia al cadáver de Olivia relata que la causa de su muerte fue un "edema pulmonar agudo" provocado, casi con toda seguridad, según los expertos forenses consultados, "o bien por asfixia o por una ingesta masiva de sustancias médicas, bien líquidas o en comprimidos". 

En este sentido, los investigadores creen que a las pequeñas se les pudo suministrar con anterioridad a su muerte un jarabe denominado Atarax, un medicamento ansiolítico que pertenece a una clase de compuestos denominados difenilmetanos, y que Gimeno tomaba para "el tratamiento sintomático de la ansiedad en adultos".

Asimismo, durante los registros en su domicilio de Igueste de Candelaria, se hallaron varios botes de relajantes musculares que Gimeno tenía prescritos desde que, un mes antes a su desaparición, sufriera un accidente en un circuito de motos. 

Por ello, cualquier conjetura y otra consideración está pendiente de los resultados finales de los análisis toxicólogos, biológicos e histopatológicos, que tardarán cerca de dos semanas en conocerse. No obstante, según los expertos forenses consultados por elcierredigital.com, "un edema pulmonar es una acumulación anormal de líquido en el pulmón, pero el líquido no tiene porqué ser agua salada y, por tanto, no se produce una muerte por este hecho solo debido un ahogamiento como algunos ya apuntan sin contrastación alguna, más bien por una asfixia o ingesta masiva de medicamentos que paralizan los pulmones". 

 

El pueblo de Gimeno, indignado

Durante la reconstrucción minuto a minuto que realiza elcierredigital.com del caso de las niñas de Tenerife, se ha acudido a todos las localizaciones relacionadas con la noche de la desaparición de las menores, Anna y Olivia.

Uno de los lugares claves es la casa de Tomás Gimeno, en la localidad de Igueste de Candelaria, registrada en cuatro ocasiones por la UCO de la Guardia Civil y que, en la actualidad, se encuentra rodeada por las muestras de cariño de los vecinos. Globos, flores y peluches llenan la puerta de esta vivienda, a raíz de la aparición del cadáver de la niña, Olivia.

En un sondeo realizado a los vecinos de Igueste de Candelaria, estos indican que sienten "indignación", dolor e impotencia". Algunos ciudadanos de la zona expresan que "podrían salir más cosas a la luz" pero se niegan a hacer declaraciones.

Discoteca Bongó. FOTO: María Montero

Respecto al "lado oscuro de Tomás Gimeno", tal como avanzó este medio, fuentes cercanas al padre de las niñas, señalan que "Tomás, era impulsivo, machista, inmaduro y fiestero", y añaden que "salía con sus amigos por las noches a conocidos bares nocturnos de copas, en la Playa de las Teresitas, y a la sala Bongó, sita en la avenida Francisco Laroche, en el paseo marítimo de Santa Cruz de Tenerife, lugares donde Gimeno trataba de ligar con mujeres".

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