19 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Esta embarcación pertenece al Instituto Oceanográfico Español y recibe el nombre de una mujer pionera en la investigación del zooplacton

El 'Ángeles Alvariño': Lo que no se sabe del buque que ha rescatado el cuerpo de Olivia y busca todavía a Anna en Tenerife

Buque Ángeles Alvariño.
Buque Ángeles Alvariño.
Esta embarcación perteneciente al Instituto Oceanográfico Español desde 2012 está normalmente anclado en Vigo. Hoy se ha convertido en el gran protagonista de la tragedia de las niñas de Tenerife. Gracias a él se ha rescato el cuerpo de la pequeña Olivia de las aguas de la isla. El buque seguirá en la costa tinerfeña hasta el próximo 21 de junio, al menos, para buscar los cuerpos de Anna y de Tomás Gimeno, padre y presunto asesino de las dos pequeñas.

Finalmente se han cumplido las peores expectativas y el secuestro y presunto asesinato de las pequeñas Olivia y Anna a manos de su padre Tomás Gimeno no ha tenido el final positivo que algunos esperaban. El hallazgo del cuerpo de la mayor de la niñas, Olivia de seis años, ha tenido lugar gracias al esfuerzo del buque anclado en Vigo, el denominado Ángeles Alvariño

Después de descartarse otras hipótesis más esperanzadoras, la UCO solicitó el traslado a Tenerife de este buque para centrar sus esfuerzos en las aguas del Atlántico en  Tenerife, de difícil acceso por sus características, ya que hablamos de un mar donde se pasa sin transición de zonas de poca profundidad a otras de mucha. Por ese motivo se solicitó la intervención del buque Ángeles Alvariño. Por el momento, el buque está atracado en el puerto de Tenerife debido a un problema técnico. El buque permanecerá en Tenerife hasta el 21 de junio para buscar a Anna y Tomás. 

Esta embarcación fue construida durante 16 meses por Astilleros Armón en 2011, para el Instituto Oceanográfico Español (IOE), que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación, que hoy preside Pedro Duque. La embarcación fue entregada al Gobierno en el último semestre de 2012. 

El buque Ángeles Alvariño atracado en el puerto de Tenerife. 

El buque, con base operativa en Vigo, tiene 46,70 metros de eslora, 10,50 de manga máxima y 4 metros de calado. Además, está preparado para albergar a bordo a catorce personas, entre tripulación y técnicos, y a trece científicos. Con una autonomía de 20 días, puede alcanzar una velocidad de 13 nudos.  El buque cuenta con un sónar de barrido lateral, una sonda multihaz y un robot no tripulado con el que  se ha localizado a la pequeña Olivia. 

Este robot Liropus tiene capacidad para maniobrar hasta los 2.000 metros de profundidad y ya fue usado para la investigación del volcán submarino Tagoro, frente a las costas de La Restinga en la isla canaria de El Hierro. 

El robot está equipado con siete cámaras y puede enviar imágenes en directo e, incluso, recoger muestras. El robot tiene también un sonar de barrido lateral que usa la propagación del sonido bajo el agua para obtener imágenes digitales de la superficie del fondo marino. Las señales acústicas emitidas rebotan en el fondo creando una imagen del mismo. Sus aplicaciones más comunes incluyen la cartografía detallada de comunidades de los fondos marinos, localización de tuberías, viaductos o cables, la búsqueda de objetos o yacimientos arqueológicos sumergidos.

Fue tras una escala en Cádiz como el barco vigués llegó al Puertito de Güímar en Tenerife  y desde ese momento se concentró en un área marina de unas diez millas cuadradas, marcada por los miembros del buque y por los investigadores de la Guardia Civil. 

Una pionera en la biología marina

El nombre de este ya conocido buque corresponde a la coruñesa Ángeles Alvariño, nacida en 1916 en Serrantes y consideraba una de las mujeres pioneras en el mundo de la ciencia, en concreto, dentro del campo de la biología. Descubrió 22 nuevas especies de animales marinos e hizo grandes contribuciones a la comprensión científica de las pequeñas formas de vida subacuáticas. 

Ángeles Alvariño. 

Desde niña, Ángeles Alvariño estuvo interesada por las Ciencias Naturales y sus padres, al contrario de lo habitual en la época, fomentaron sus capacidades. Tanto que asistió a la Universidad de Santiago de Compostela, donde obtuvo una graduación con calificación cum laude

Alvariño continuó su formación en Ciencias Naturales en la Universidad de Madrid, aunque su carrera académica fue interrumpida en 1936 por la Guerra Civil española. Como a tantos españoles de su edad, su carrera académica y profesional se vio interrumpida por el  desgraciado acontecimiento bélico. No obstante, durante esa época aprendió francés e inglés, lo que le resultaría fundamental para su futura carrera en el extranjero.

Ángeles pudo continuar sus estudios tras la guerra y se licenció en 1941. Después de algunos años como profesora de instituto, se fue a Madrid junto a su marido, que era militar y había sido destinado en el Instituto Español de Oceanografía (IEO), donde ella se incorporó como becaria a los 34 años. Dos años después consiguió una plaza de bióloga en el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO y empezó a estudiar el zooplancton.

En 1953, se le concedió una beca del British Council para realizar investigaciones sobre zooplancton en el Laboratorio de Plymouth, donde se convirtió en la primera mujer científica en trabajar a bordo de un barco británico de investigación. En 1956 recibió un Beca Fullbright para continuar sus investigaciones sobre zooplancton en el Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts, en Estados Unidos. Se retiró definitivamente en 1987 y falleció en 2015. Hoy su nombre es noticia, por un hecho luctuoso que nunca ella hubiera querido.

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