Así vive la saga de los Alba, diez años después de la muerte de la Duquesa
La guerra es tal que el conde de Salvatierra "no quiere saber nada de sus hermanos Eugenia y Alfonso Martínez de Irujo"
El 20 de noviembre de 2014 la duquesa de Alba fallecía a los 98 años de edad. Ha pasado una década y la saga ha sido protagonista de crisis familiares. También de la llegada de nuevos miembros.
La muerte Cayetana Fitz James-Stuart fue un duro golpe para la familia. Y precisamente este 31 de agosto, el programa ‘Dinastías’ de Telecinco, que contará con la presencia del director de elcierredigital.com Juan Luis Galiacho, analizará la historia de uno de los clanes aristocráticos más relevantes de la alta sociedad española. Pero, ¿cuál es la relación de los miembros de la saga de los Alba?.
La guerra familiar en la saga de los Alba
Ha pasado una década desde que falleciera la duquesa de Alba. Tras su muerte fue su primogénito, Carlos Fitz-James Stuart se convirtiera en nuevo jefe de la Casa de Alba.
El primer hijo de Cayetana y Luis Martínez de Irujo siempre se ha caracterizado por su discreción.
También por mantener un discreto perfil frente a los medios de comunicación. Hoy es la ‘cabeza visible’ de dinastía. También está al frente de la Fundación Casa de Alba
Una institución encargada de preservar el amplio legado histórico y artístico de la saga. Pero el hecho de que Carlos asumiera la jefatura de la Casa, el conflicto entre algunos de sus hermanos se ha hecho notable.
Una de las figuras que no ha dudado en mostrar su descontento ha sido Cayetano Martínez de Irujo. El conde de Salvatierra ha vuelto a la palestra mediática tras haber interpuesto una denuncia ante el Consejo superior de deportes.
Esta denuncia se centra en presuntas irregularidades cometidas por la Comisión Delegada de la RFHE durante el proceso electoral.
Respecto al conflicto con sus hermanos, según ha trascendido, existiría ciertas discrepancias de opciones en cuando a la administración del legado. También por la repartición de la herencia que se llevó a cabo tras la muerte de la aristócrata.
Durante varios años tanto el duque de Alba como su hermano Cayetano protagonizaron una ‘guerra’ muy sonada en la prensa del corazón. No obstante y con el paso del tiempo, ambos han logrado limar asperezas.
Tanto es así que el conde de Salvatierra ha manifestado que “se lleva bien con su hermano Carlos”. Mientras que, en la actualidad, un conflicto familiar con dos de sus hermanos.
Una sociedad, el origen de la crisis familiar
Este conflicto familiar tiene su origen en octubre de 2023. Un conflicto originado por una sociedad que el conde de Salvatierra comparte con sus hermanos Alfonso y Eugenia.
Esta sociedad engloba la finca La Pizana, propiedad de Eugenia; Las Arróyelas, de Cayetano y un campo propiedad de Alfonso, duque de Híjar.
El duque de Salvatierra solicitó diversos créditos con un valor de tres millones de euros. Tanto Alfonso como Eugenia quisieron asegurarse de que estos préstamos no afectaran a su economía en el caso de que no se cumplieran los pagos.
Tanto Eugenia como el duque de Híjar solicitaron un aval al conde de Salvatierra. Y fue entonces cuando se desató una brecha familiar que hoy continúa.
El conde de Salvatierra llegó a afirmar que “tanto Alfonso como Eugenia bloquean todo lo que pretende hacer en su sociedad”. En cuanto a la relación con sus hermanos Cayetano sostiene que “con Carlos y Fernando se lleva bien”. Pero “de Alfonso y Eugenia no quiere saber nada”.
Precisamente Cayetano y Eugenia han protagonizado diversos desencuentros públicos. Uno de ellos fue este mes de febrero. Ambos asistieron a la celebración del Día de Andalucía en Sevilla.
La duquesa de Montoro asistió en compañía de su marido, el empresario Narcís Rebollo. Rebollo y el conde de Salvatierra sí estrecharon sus manos. Pero Eugenia pasó por delante de su hermano Cayetano sin cruzar ningún tipo de palabra.
Una relación en el punto de mira
Según ha trascendido, parece ser que la relación entre Eugenia y Cayetano pende de un hilo.
El último 'dardo' que el conde de Salvatierra ha lanzado a su hermana pequeña fue tras la acusación por parte de la Fiscalía de Sevilla a la duquesa de Montoro.
Una acusación por cometer un presunto delito contra el medio ambiente por "detracción ilegal en aguas de Doñana".
El aristócrata manifestó que "sus hermanos debían de hablar". También "dar la cara". Unas declaraciones que han avivado la polémica.
Cabe recordar que la relación entre ambos hermanos ha cambiado de manera radical. Desde su infancia, tanto Cayetano como Eugenia forjaron un estrecho vínculo.
Tal es el vínculo que mantenían que Eugenia eligió a su hermano Cayetano como padrino de su boda con Francisco Rivera.
Pero lo cierto es que, en la actualidad, ese vínculo sería inexistente.
Cayetano se ha convertido en 'un hombre de campo'. Como él mismo se define. Pasa largas temporadas en su finca de Las Arroyuelas.
También en el palacio de Arbaizenea (San Sebastián). Precisamente esta residencia, fue uno de los refugios de la socialité Genoveva Casanova tras la publicación de las fotografías junto al rey Federico de Dinamarca.
El conde de Salvatierra mantiene una excelente relación con su exmujer y fue un gran apoyo tras el conocido como 'Genovevagate'. En cuanto a su vida personal, el duque de Arjona mantiene una relación sentimental con la filóloga Barbara Mirjan.
Por su parte, la duquesa de Montoro sigue siendo uno de los personajes habituales del 'papel cuché'.
Continúa explotando su faceta como diseñadora para la firma catalana TOUS. También es presidenta, consejera y apoderada solidaria de Eurotécnica Agraria SA.
En la actualidad reside junto a su marido Narcís Rebollo en una vivienda cercana al Palacio de Liria (Madrid). Su hija Cayetana Rivera, fruto de su matrimonio con Francisco Rivera, ha fijado su residencia en Sevilla.
Jacobo Siruela, el 'verso suelto' de la familia
Si realmente hay un 'verso suelto' en la saga de los Alba es Jacobo Siruela. Este mes de julio el editor cumplía 70 años.
Lo hacía inmerso en un nuevo proyecto profesional. Alejado de la vida social, el aristócrata reside en la provincia de Salamanca junto a su mujer, la periodista Inka Martí.
Junto a la comunicadora contrajo matrimonio tras su separación de la experta en imagen María Eugenia Fernández de Castro con quien tuvo a sus hijos Brianda y Jacobo.
Allí han comenzado un nuevo proyecto de carácter ecologista. Una finca ubicada entre los términos de Alba de Tormes y Ciudad Rodrigo.
El aristócrata le dijo a su mujer: “Inka, tenemos una finca de 4.000 hectáreas y somos ecologistas. O hacemos algo con ellas o lo nuestro es mero postureo, como tantos otros”.
Estas dehesas componen una zona renaturalizada en la que el ganado coexiste con la fauna silvestre —como el lobo o la vaca morucha—.
Además de este proyecto, el filósofo trabaja 'mano a mano' con su mujer en la Editorial Atalanta, fundada en 2005.
Alfonso y Fernando, los más desconocidos
Jacobo no es solo uno de los miembros más desconocidos de los Alba. También lo son sus hermanos Alfonso y Fernando. Alfonso, duque de Híjar, prefiere mantenerse en un segundo plano pese a la 'guerra mediática' que mantiene con el duque de Arjona.
El duque de Híjar es un gran aficionado a la música y muy receloso de su intimidad. En 1977 contrajo matrimonio con María de Hohenlohe-Langeburg. El matrimonio se separó tras diez años de unión.
Fernando Martínez de Irujo, marqués de San Vicente del Barco. También cuarto hijo de la duquesa, es otro de los hermanos más discretos de la dinastía.
A sus 65 años, el aristócrata solo aparece en contadas ocasiones ante los medios de comunicación y en los constantes conflictos entre sus hermanos ha mostrado su lado más conciliador.
Es el único de todos los hijos de Luis Martínez de Irujo que no ha pasado por el altar ni ha tenido descendencia.
Trabaja como bancario en el Santander y compagina su empleo en la banca con la gestión en la Fundación de la Casa de Alba.
La nueva generación de los Alba
Precisamente en la Fundación se ha implicado en gran medida Fernando Fitz Jams-Stuart. El primogénito del duque de Alba y Matilde Solís es el heredero del título de jefe de la Casa de Alba.
En 2018 contrajo matrimonio con Sofía Palazuelo con quien ha tenido a las pequeñas Rosario y Sofía. El otro hijo del duque de Alba es Carlos Fitz James-Stuart.
Casado con Belén Corsini, es uno de los conocidos como integrantes de la 'nueva generación de los Alba. Al igual que sus primos Jacobo y Brianda Fitz James-Stuart, hijos de Jacobo Siruela.
También lo son Luis y Amina, hijos de Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova.
Jóvenes discretos como lo es su prima Tana Rivera, hija de la duquesa de Montoro.
Pero hay un nombre que resuena con fuerza de esta nueva generación. El de la diseñora Inés Domecq casada con Javier Martínez de Irujo, uno de los hijos del duque de Híjar.
Otro de los hijos de Alfonso Martínez de Irujo es Luis Martínez de Irujo casado con Adriana Marin.
Una nueva generación que se ha forjado en la Casa de Alba. Uno de los clanes aristocráticos más notorios y que hoy ha saltado a la palestra mediática por los continuos problemas familiares.
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