26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La Duquesa de Franco, que vive junto a su novio Tim McKeague, asistió a la boda de Julia Nasi, tataranieta del fundador de la FIAT Giovanni Agnelli

Carmen Martínez-Bordiú reaparece en la vida social tras tres años alejada en su casa de Portugal

Carmen Martínez-Bordiú.
Carmen Martínez-Bordiú. / La Duquesa de Franco ha reaparecido en su vida social.
Carmen Martínez-Bordiú ha reaparecido en la vida social. Ha sido en el enlace de de Julia Nasi, tataranieta de Giovanni Agnelli. La actual Duquesa de Franco vive desde hace tres años en Portugal junto a su actual pareja, el neozelandés Tim McKeague, 34 años menor que ella. Desde ese momento, decidió retirarse de la prensa del corazón de la que fue una de sus principales protagonistas.

Carmen Martínez-Bordiú siempre es noticia rosa obligatoria, pero mucho más si reaparece en un acto social después de varios años alejada del mundanal ruido. La duquesa de Franco, retirada de la vida pública desde hace tres años, asistió a la boda de Julia Nasi, tataranieta de Giovanni Agnelli, en un ceremonia que tuvo lugar en Portugal y a la que también asistió su íntima amiga, Isabel Preysler

La 'nietísima' del dictador Franco vive instalada en el país lusitano desde el verano de 2019. Tras cobrar la parte correspondiente de la herencia de su madre, Carmen Franco Polo, Carmencita se mudó allí con su actual pareja, el neozelandés 34 años menor Tim McKeague. En ese momento, tomó una decisión que sorprendió a todos: Alejarse de la prensa rosa de la cual había sido uno de sus pilares. 

Hasta ahora, si alguien de los nietos del “Caudillo” sobresalía casi igual o más que el clan de los Pantoja en el papel couché, esa es Carmen Martínez-Bordiú Franco. La llamada “niña”, nació en el Palacio de El Pardo en 1951, cursó el bachillerato en el Colegio de las Teresianas de Somosaguas (Madrid) y la reválida en el Colegio Lope de Vega. Pero ahí quedó todo su currículo académico. Se dedicó a la alta costura y a la cría caballar, como única salida profesional, al margen de ser la nieta preferida del General y de Carmen Polo.

Con sólo 21 años se casó con Alfonso de Borbón, nieto de Alfonso XIII y duque de Cádiz, primo hermano del Rey Juan Carlos, catorce años mayor que ella. Algunos rumores apuntaban a que la relación entre la pareja podría haber sido convenida por la familia Franco con los Borbones para encauzar el rumbo de la "nietísima". De hecho, según sus amigas, Carmen ha admitido en privado ciertas dudas sobre la pureza de su amor hacia el que fue su marido. En lo que sí ha sido clara es en defender que ella, ajena a cualquier asunto relacionado con ambiciones políticas, nunca pensó en él como un príncipe sino como un hombre normal. La boda se celebró el 8 de marzo de 1972 ante la atenta mirada de mil invitados selectos. Vestida de Balenciaga, Carmen fue llevaba al altar por su abuelo y padrino, Francisco Franco.

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La boda de la "nietísima" con Alfonso de Borbón fue presenciada por 1.000 invitados 

Su decisión de abandonar la capital de España y dejar a sus hijos con su padre movió los cimientos franquistas, que criticaron duramente su condición de madre. Según sus amigas, Carmen ha reconocido en varias ocasiones que “no ha sido un ejemplo de buena madre”. El joven matrimonio se instaló inicialmente en Suecia. La pareja tuvo dos hijos: Francisco, nacido en 1972, y Luis Alfonso, en 1974. Sin embargo, la felicidad del hogar duró poco y el matrimonio se separó en 1979. Carmen decidió abandonar Madrid y trasladarse a París para emprender una nueva vida junto al anticuario parisino Jean-Marie Rossie.

Carmen con sus dos hijos, Francisco, quien falleció, y Luis Alfonso.

Al fracaso de su matrimonio habría que sumar pronto una suerte de desgracias que marcarían para siempre su vida. En 1984, un trágico accidente de tráfico acabó con la vida de su primogénito, Francisco. Su otro hijo, Luis Alfonso, y el padre de éste resultaron también heridos de gravedad en el mismo suceso.

Pero la fatalidad siguió aferrada a la vida de Carmen y durante unas vacaciones junto a su segundo marido, una de las niñas gemelas de Jean-Marie Rossie, Mathilda, nacida de su matrimonio con Barbara Hottinger, murió practicando esquí acuático al ser alcanzada por la hélice de una embarcación. Las desgracias no terminaron aquí y continuaron marcando la vida de Carmen. En 1989, su exmarido, Alfonso de Borbón, fallecía cuando esquiaba en Estados Unidos.

Carmen encauzó su vida junto a Jean-Marie Rossie, con el que tuvo una hija, Marie Cynthia, que actualmente vive en París y estudia Derecho con la intención de especializarse en la rama de Criminología. Además, Cynthia trabaja esporádicamente como modelo publicitaria de conocidas marcas, entre ellas, Möet&Chandon. Sin embargo, el matrimonio entre Jean-Mari y Carmen tampoco funcionó. La nieta mayor de Franco dejó al anticuario francés por el arquitecto italiano Roberto Federicci, con quien convivió doce años. La relación con el italiano terminó a principios de 2005, aunque ambos continúan manteniendo una buena amistad y siguen asistiendo juntos a diversos actos sociales. 

Carmen con su hija Cynthia Rossy y Benjamin Rouget

Después de romper con Roberto Federicci, Carmen se unió al empresario y exdeportista cántabro José Campos, catorce años menor que ella. Campos, un singular personaje muy conocido en Santander por sus conquistas femeninas, fue un reconocido atleta y obtuvo grandes triunfos en la disciplina de salto de longitud (fue campeón absoluto de España y tres veces internacional). Posteriormente, se reconvirtió en hotelero y hoy gestiona un club de pádel y un restaurante en la capital cántabra llamado “Galería Culturas”.

Luego le dejó y se unió al empresario del negocio de la chatarra, Luis Miguel Rodríguez, el creador y propietario de Desguaces La Torre, considerada la empresa más grande del sector en Europa. Luismi, como le llaman sus numerosos amigos, que pertenecen a todo tipo de estratos sociales y económicos, es hijo de un humilde agricultor y carece de estudios más allá de los básicos, pero a Carmencita no pareció importarle mucho. Junto a él estuvo varios años “enamorada” de la inteligencia natural y capacidad de observación y escucha que dicen que tiene “el rey de la chatarra”, lo que le ha llevado a su éxito como empresario de este sector.

El patrimonio de la nieta preferida de Franco

A la muerte de su padre, Carmen y sus seis hermanos heredaron muchas de las propiedades inmobiliarias del marqués de Villaverde, cuyo testamento fue otorgado el 8 de julio de 1988 ante el notario José Luis Álvarez, que fuera alcalde de Madrid. De este modo, junto a sus hermanos y su madre, se hizo con la propiedad de una finca de más de 28 hectáreas en La Hacienda Arroyo-Vil, en Baeza (Jaén). Así mismo pasó a controlar varias parcelas en la urbanización madrileña de La Florida, en el término municipal de El Pardo. Precisamente, algunas de ellas fueron vendidas luego a la familia constructora San Román y a la empresa Inversiones Refinsa S.L.

Gracias a estas “pequeñas” operaciones inmobiliarias, los Franco consiguieron, según declaración registral, unas ganancias de unos cinco millones de euros. Otras suculentas operaciones inmobiliarias de Carmen y sus hermanos fueron la venta de una parcela en la Colonia “El Bosque”, en Pozuelo de Alarcón (Madrid); la venta de una finca rústica de seis hectáreas de olivares de secano en Mancha Real (Jaén); y la de unos apartamentos en la Playa de Campoamor, en Alicante.

Carmen Martínez-Bordiú con su hijo Luis Alfonso.

Esta vena empresarial y especulativa de Carmen Martínez-Bordiú la sigue su hijo Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú, considerado en Francia como el duque de Anjou y heredero a dicho trono. El también hijo del que fuera duque de Cádiz ha heredado el carácter empresarial y dinerario de su madre. 

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