El crimen del Rey del Cachopo, seis años después: Una 'confesión' y cartas románticas

Hace seis años que César Román, conocido como el 'rey del Cachopo', asesinó a su novia Heidi Paz.  Ambos se conocieron en 2018, cuando Heidi comenzó a trabajar en un restaurante de su agresor. Tras comenzar una relación y vivir juntos, Heidi se marchó de casa al poco tiempo. En la madrugada del 5 de agosto volvió a la casa y César, que no quería aceptar que ella se quisiera distanciar de él acabó con su vida. 

El tronco de Heidi Paz fue encontrado el 13 de agosto en una nave industrial del ‘rey del Cachopo’ en el distrito madrileño de Usera. El tronco se encontraba en una maleta que tenía ADN de César Román. Tres meses después del hallazgo César Román fue detenido en Zaragoza, donde había cambiado de look e identidad. 

En el juicio celebrado en mayo de 2021 ante jurado popular en la Audiencia Provincial de Madrid fue declarado culpable. Se le condenó a una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio con las agravantes de género y parentesco. Sin embargo, no se concedieron las exigencias de las acusaciones particulares que solicitaban una pena de 28 años.

Cabe recalcar que no se pudo encontrar el cuerpo completo de la víctima, y por ende no se pudieron conocer las circunstancias de la muerte. Esto dio lugar a que no pudiera ser condenado por asesinato. Tampoco pudo ser condenado a prisión permanente revisable, algo que no pidió la acusación particular ni la Fiscalía al no quedar probadas las condiciones para ello. En un primer momento ingresó en el centro penitenciario de Soto del Real, pero tras conocerse la sentencia fue trasladado a la prisión de Alcalá Meco. 

En todo momento  Román negó el crimen, pero todo cambiaría en abril de este año. Tal y como desveló en exclusiva elcierredigital.com, El 16 y 17 de abril César Román escribió dos cartas a mano desde la prisión madrileña de Alcalá Meco dirigidas a la Audiencia Provincial de Madrid y a los medios de comunicación. En ellas, por primera vez, confesó el asesinato de Heidi Paz, mostró su arrepentimiento y pidió perdón a la familia de la víctima. 

La confesión del rey del Cachopo

En sus cartas Román señalaba, “son manifestaciones realizadas de acuerdo con mi conciencia y tras una profunda y serena reflexión  con las que nunca he buscado ni pretendido contrapartida alguna, sino exclusivamente que la familia de Heidi Paz pueda alcanzar su descanso”.

De igual manera, el ‘rey del Cachopo’ recalcó que  su intención con la confesión del crimen no es la obtención de beneficios penitenciarios —los cuales niega haber recibido—, sino la “reparación del daño que he causado a la familia de Heidi”, con la que pretende “iniciar un proceso de acercamiento y reparación”. César Román sostuvo que “es totalmente incierto que haya solicitado ningún beneficio penitenciario a cambio de mi declaración, tal y como les puede confirmar la institución penitenciaria en que me encuentro”.

En este sentido, el ‘rey del Cachopo’ sostuvo: “Ninguna relación con esto guarda la habitual solicitud de permisos ordinarios, los cuales hay que aclarar que no son beneficios penitenciarios sino herramientas tratamentales de los equipos técnicos que estos utilizan para constatar la progresiva consolidación de valores y actitudes de respeto a la ley penal, así como para comprobar los niveles de reeducación de los internos en su interrelación con la sociedad, a la que irremediablemente volveremos en su momento, y que estos cualificados profesionales pueden conceder o no en función a diversos análisis y evaluaciones”.

El culpable de la muerte de Heidi Paz aclaró que el paso de confirmar el crimen “está originado por una reflexión profunda y en conciencia, en la que ha tenido mucho que ver la interiorización y análisis de mis errores pasados, mis convicciones religiosas cristianas y la firme decisión de corregir mi vida para enfocarla a un futuro  haciendo el bien y cumpliendo las leyes”.

El extraño comportamiento con su abogada Ana Peña

César Román también puso fin a su acuerdo con su abogada Ana Isabel Peña y designó como sustituto al letrado Miguel Durán Campos, quien ya formó parte de su defensa legal en el pasado. En su comunicado expresó: “Por medio del presente escrito vengo a poner en su conocimiento mi renuncia a la letrada D.ª Ana Isabel Peña Calleja en la representación de mis intereses ante esta Ilustrísima Audiencia”. 

En junio de este año volvía al foco mediático después de que su exabogada, Ana Isabel Peña, expusiera las cartas que Román le enviaba desde la cárcel con actitudes románticas. Elcierredigital.com contactó con la letrada Ana Peña para conocer más detalles sobre el contenido de las cartas y la ‘obsesión’ de Román con ella.

Peña indicaba que “las cartas comenzaron a llegarme en cuanto cogí su caso, allá por el 2019 o 2020. Me mandaba hasta dos o tres cartas diarias algunas veces, acabé por no abrir la mayoría porque se amontonaban.  Siempre se mostraba muy cariñoso, en todas sus cartas me llamaba ‘cariño’ o ‘mi niña’ y siempre me decía que me quería y que me iba a llenar de besos, en algunos momentos ya resultaba incómodo”.

“He estado recibiendo este tipo de cartas día sí y día también, él vivía en un mundo paralelo en el que él y yo éramos pareja. Por lo visto en la cárcel iba diciendo que yo era su novia, le decía a otros presos que había tenido varios ‘vis a vis’ conmigo, todo mentira. Incluso llegó a decir que como yo soy abogada tengo mis ‘trucos’ para poder encontrarme con él, una locura”, reseñaba la letrada.

Aunque las cartas de César Román se fueron amontonando durante años en casa de la que fuera su abogada, Ana Isabel Peña, la letrada explicaba para este medio que “el peor momento fue cuando descubrió que tenía pareja hace como 6 o 7 meses, se sintió realmente ofendido como si él y yo tuviéramos una relación real, ahí sí me sorprendí de verdad”.