Sin pistas de María Teresa Fernández tras 24 años de su extraña desaparición
El único dato relevante hasta la fecha ha sido un mensaje que le envió a su novio después de perder su rastro en Motril
El 18 de agosto se cumplen 24 años de la desaparición de María Teresa Fernández Martín en Motril, Granada. La joven de 18 años había quedado para ir a ver un concierto de Café Quijano, pero nunca llegó.
Se trata de un caso que durante todos estos años ha permanecido rodeado de incógnitas. La falta de pistas y sospechosos hacen que todavía no se sepa que le pudo ocurrir a María Teresa.
Pese a la ausencia de sospechosos sus padres descartaron la posibilidad de que se tratara de una desaparición voluntaria. Nunca encontraron razón que explicasen la necesidad de escapar de Maria Teresa.
La única pista antes de su desaparición fue un extraño mensaje a su novio. Pese a la escasez de novedades la investigación continúa abierta en el Juzgado de Instrucción nº5 de Motril.
En cierto punto de la investigación los focos apuntaron a Tony King, que previamente estuvo relacionado con la muerte de Rocío Wanninkhof. Todo se debió a una carta enviada a su amigo Robert Graham.
No obstante, la implicación de ambos quedó descartada. Desde entonces, los focos de la investigación no han encontrado a ningún investigado que pudiese conocer el paradero de María Teresa.
En unas desgarradoras declaraciones a elcierredigital.com la madre de la joven compartía sus sentimientos. “Nos sentimos abatidos, impotentes y con rabia de ver que pasan los años y que no conseguimos dar con el paradero de nuestra hija. Cada día que pasa es una pesadilla más y pesa más porque son muchos años y ya nos vamos haciendo mayores”, aseguraba.
“Estamos cansados, tanto moral como físicamente. Si alguna persona lee esto y sabe algo, ruego que ponga la mano en su pecho y piense que puede ser su madre la que esté hablando o su hija la que esté pidiendo ayuda”, concluía la madre de María Teresa. En 2022 se inauguró una placa conmemorativa en la Fuente de la Esperanza de Motril, cerca del lugar donde desapareció la joven.
La desaparición de María Teresa Fernández Martín
El último día que se supo algo de María Teresa Fernández Martín fue el 18 de agosto del año 2000. Su padre la había acercado en coche a una céntrica parada de autobuses. Allí la joven cogería el transporte para ir a ver un concierto de Café Quijano.
Este concierto formaba parte de la programación de las fiestas patronales de Motril. La joven había quedado con su novio en la playa para desplazarse hasta el recinto ferial.
Tiempo después de la desaparición salió a la luz una de las únicas y principales pistas del caso. La joven mandó un mensaje corto al móvil de su novio que decía: "puede que tarde, pero voy, espérame".
La familia denunció su desaparición antes de las 48 horas reglamentarias de la época. Para para ellos no era normal que María Teresa se hubiera querido fugar.
“Siempre había sido una niña muy responsable. Nunca se retrasaba. Una niña muy viva, muy alegre, cariñosa, besucona, confiada, muy, muy buena”, comentaban sus padres.
Peinaron la zona, difundieron su imagen por todas partes —enviándosela a camioneros y pescadores—, pero nada funcionó. Ni siquiera los incansables esfuerzos del inspector jefe de la Policía de Motril, Francisco Polo, que no cesó en sus intenciones de recabar cualquier pista relativa a la joven.
La familia se mostraba agradecida al agente por su “implicación” con el caso. “Se ha releído de nuevo el sumario. Habló con nuevas personas, se desplazó por varios sitios, pero de momento no le ha dado resultados”, señalaban.
Tony King, la pista que fue descartada
A lo largo de la investigación por la desaparición de María Teresa Fernández Martín un nombre salió a colación: Tony King. Y es que el acusado por el asesinato de Rocío Wanninkhof y Sonia Carbantes efectuó ambos crímenes entre 1999 y 2003. La desaparición de María Teresa tuvo lugar en el año 2000.
Según informaba El diario de Mallorca, King mandó una carta desde prisión acusando a su amigo Robert Graham. “Dile que le haré pagar por lo que le hizo a la chica de Motril”, escribía. Aunque al principio se le dio credibilidad, finalmente la implicación de King y Graham fue descartada.
A lo largo del caso Wanninkhof, los británicos dieron declaraciones contradictorias sobre la muerte de las chicas. Sin embargo, todo parecía indicar que Tony King fue el culpable de la muerte de ambas.
King tenía antecedentes en Reino Unido. Las autoridades del país alertaron que era conocido como “el estrangulador de Holloway”, un depredador sexual que asaltaba a mujeres y que las dejaba inconscientes tras estrangularlas.
Llegó a ser condenado a diez años de prisión por varias agresiones sexuales en Londres, de los cuales cumplió solo cinco. Al salir de la cárcel, se mudó a Málaga con su mujer Cecilia.
Aunque el ADN del británico apareció en el lugar del crimen tanto de Rocío como de Sonia, en el caso de María Teresa no había nada probado. La joven de 18 años desapareció sin dejar rastro, por lo que hay pocas certezas y muchas dudas.
Cualquier pequeño detalle es vital para poder encontrarla pero, como afirmaban las autoridades, cada vez “es más complicado que alguien se acuerde del pequeño detalle que falta”. El tiempo juega en contra, pero a sus familiares no les falta la esperanza.
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