Qué es de Lola González: La abogada del PCE que sobrevivió a la Matanza de Atocha
La letrada Lola González vivió la extraña muerte de su novio Enrique Ruano y el asesinato de su marido Javier Sauquillo
Este 24 de enero se han cumplido 48 años de la ‘Matanza de Atocha’ en la que fueron asesinados cinco abogados. En aquella masacre fallecieron Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez Leal y Francisco Javier Sauquillo.
Los autores de la ‘Matanza de Atocha’ fueron Carlos García Juliá, José Fernández-Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada. Militaban en Fuerza Nueva, el partido de extrema derecha que lideraba Blas Piñar. No obstante, su objetivo real era el responsable de Comisiones Obreras, Joaquín Navarro.
Sin embargo, hubo cuatro personas que sobrevivieron al tiroteo de la calle Atocha 55, donde se encontraba el despacho vinculado al PCE y CCOO.
Una de las supervivientes de aquel trágico suceso fue la abogada Lola González Ruiz. Este 27 de enero se cumple una década desde que Lola González falleció. Repasamos quién fue esta abogado que fue un signo de lucha en la etapa del franquismo.
Los primeros años de Lola González
Dolores González Ruiz nació en León en 1946 en el seno de una familia de clase media alta que se dedicaba al comercio. De hecho, su abuelo paterno fue el fundador del comercio La Perla. Comenzó a estudiar Derecho en la Complutense en 1964, tiempos en los que se vivía en España un gran clima de tensión.
Durante su etapa en la universidad militó en el Frente de Liberación Popular (Felipe). Esta organización política no reconocida legalmente fue muy perseguida por la Policía. En esa etapa se enamoró de Enrique Ruano, que también estaba presente en el Felipe.
Llegó el 17 de enero de 1969, una de las fechas clave en la vida de Lola. Fue detenida junto a Enrique Ruano y otros compañeros. Cabe recalcar que Lola y Enrique llevaban tiempo siendo novios e iban a casarse.
La detención fue realizada por la policía secreta del régimen, conocida como la Brigada Político-Social. El motivo de la detención fue la sospecha de que los jóvenes poseían las llaves de un piso donde estaban escondidos otros miembros del régimen.
En los interrogatorios Enrique Ruano fue torturado por varios policías, que le trasladaron a un piso en la calle General Mola. Minutos después, Ruano se había quitado la vida tras lanzarse desde ese piso séptimo piso, según la versión del régimen.
Hubo muchos que no creyeron esta versión oficial por las extrañas circunstancias que rodearon la muerte. La muerte de Ruano hizo 'despertar' a una sociedad que sucumbía a la represión del franquismo. La violencia policíal no cesó, pero la conciencia social aumentó y Ruano significó un punto de inflexión.
La vida de Lola González tras la muerte de Enrique Ruano
Todo esto ocurrió mientras Lola permanecía en prisión. En el juicio celebrado en el Tribunal de Orden Público (TOP), Lola González fue absuelta y continuó estudiando Derecho hasta licenciarse.
Al acabar sus estudios se alistó en el Partido Comunista de España (PCE) y comenzó a trabajar en el despacho laboralista de Atocha 55. Dedicó su carrera como abogada a la defensa de los derechos de estudiantes, asociaciones y trabajadores.
En 1973 se casó con Javier Sauquillo, que era el mejor amigo de Enrique Ruano. El 24 de enero de 1977 la muerte volvió a pasar por delante de sus ojos. Y es que su marido fue brutalmente asesinado en la ‘Matanza de Atocha’ y Lola resultó gravemente herida de un disparo en la mandíbula.
Aquella bala significó mucho más que una grave herida e importantes problemas derivados del alcance en su médula espinal. El atentado de Atocha le hizo abortar y quedó muy debilitada psicológicamente. Además, tardó mucho tiempo en recuperarse.
2016: En recuerdo de Lola Gonzalez Ruiz
Años después del segundo suceso trágico ocurrido en su vida trató de rehacer su vida. Trabajó en la Abogacía del Estado de Santander, donde estuvo varios años alejándose de su oscuro Madrid.
Posteriormente, estuvo en el Tribunal Superior de Cantabria como magistrado suplente. También trabajó como especialista en temas de consumo en la Comunidad de Madrid.
En lo político tuvo idas y venidas con el PCE. Sin embargo, lo abandonó definitivamente para formar parte de Izquierda Unida. Con esta coalición fue candidata al Parlamento Europeo en las primeras elecciones que se celebraron en España tras ingresar en la UE. Pero Lola no fue elegida.
Una de las veces que se dejó ver por última vez fue en el 2011, año en el que se colocó una placa conmemorativa en Atocha 55. Finalmente, Lola falleció a sus 68 años debido a un cáncer de pulmón.
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