El Cierre Digital Intrahistoria de 'Las Abogadas': Un retrato de la matanza de Atocha y la lucha del PCE
RTVE ha estrenado una serie basada en la vida de algunas de las letradas laboralistas que sobrevivieron al crimen del 77
El pasado miércoles se estrenaba en La 1, tras ‘La Revuelta’ de David Broncano, una serie basada en hechos reales. Se trata de ‘Las abogadas’, inspirada en la vida de cuatro abogadas laboralistas del Partido Comunista y Comisiones Obreras. Cuatro mujeres que también fueron afectadas de la conocida ‘Matanza de Atocha’ en enero del 77 antes de la legalización del PCE.
Una creación de Patricia Ferreira que recoge la situación del momento de la lucha obrera. Especialmente durante los años 60 y 70 en España, en los últimos momentos de la dictadura.
Esta nueva serie está protagonizada por Irene Escolar, Elisabet Casanovas, Paula Usero y Almudena Pascual. Interpretan a Manuela Carmena, exalcaldesa de Madrid, Cristina Almeida, Lola González y Paca Sauquillo, respectivamente. Cuatro mujeres importantes que trabajaron duro en la defensa de la lucha por los derechos de los trabajadores.
La 'Semana Negra' de Madrid
Durante enero de 1977 se produjo en España lo que se conoce como 'Semana Negra' de Madrid. Tras morir Franco en noviembre de 1975, durante el siguiente año había un claro propósito entre el movimiento obrero y los estudiantes: recuperar la democracia. Los despachos laboralistas servían de refugio de aquellos que buscaban soluciones y avances.
El 23 de enero de 1977, el joven Arturo Ruiz fue asesinado por Triple A en una manifestación exenta de autorización por la amnistía. Tenía tan solo veinte años.
En protesta por este asesinato, se manifestaron al día siguiente, el 24 de enero. La policía, contra los manifestantes, lanzó un bote de humo que se cobró la vida de María Luz Nájera Julián.
Ya eran dos las vidas perdidas en esta ‘Semana Negra’. La masacre y mayor atentado contra los laboristas vendría apenas unas horas después.
La Matanza de Atocha 55
Nos situamos en la noche del 24 de enero de 1977, en el despacho laboralista de la calle Atocha nº 55 de Madrid. El despacho estaba vinculado al Partido Comunista, por entonces ilegal, y al sindicato de trabajadores Comisiones Obreras.
Se trataba de un despacho que había cogido repercusión por trabajar con ahínco con los vecinos de Orcasitas. Demandaban al Ayuntamiento mejores condiciones para el barrio, y lo consiguieron antes de que muriese Franco.
Como era normal, muchos de los abogados que trabajaban en el despacho, dada la situación del país, pasaban noches allí. Luis Javier Benavides, Francisco Javier Sauquillo y su mujer Lola González, Ángel Rodríguez Leal, Serafín Helgado, Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz, Luis Ramos y Enrique Valdevira Ibáñez. Nueve nombres se encontraban esa noche en el despacho.
Carlos García Juliá, José Fernández-Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada militaban en Fuerza Nueva, el partido de extrema derecha que lideraba Blas Piñar. En torno a las 22:30 de la noche se reunieron en una cafetería con un objetivo. Irían al despacho en busca de Joaquín Navarro, el responsable por entonces de Comisiones Obreras.
Subieron al despacho por las escaleras. Casi se cruzaron con el abogado Ignacio Montejo y su mujer embarazada, que se iban del despacho para ir al teatro. En el despacho ese día había bullicio, había reunión.
La reunión iba a ser en otro despacho de la misma calle Atocha, en el nº 49. La abogada Manuela Carmena cedió el suyo a Benavides, el del número 55, y se marchó a otro cercano mientras. Esa decisión le salvaría la vida y años después se convertiría en alcaldesa de Madrid.
Los radicales de Fuerza Nueva llamaron al timbre del despacho. Les abrió la puerta Benavides y Fernando Lerdo de Tejada ya le estaba encañonando. Entraron en busca de Joaquín Navarro, pero ninguno sabía nada.
Los militantes del PCE estaban acostumbrados a esconderse, a recibir palos. En tiempos de dictadura eran ilegales, por entonces también. No podían delatarse entre ellos.
Muchos optaban por utilizar apodos y evitaban saber información de más de sus ‘camaradas’. Así no tenían nada que pudiese utilizar en caso de fuerte represión. Les perseguía el régimen y sus partidarios.
Los tres atacantes revolvieron todo. En un tropiezo de García Juliá su arma se dispara y fue la señal que Fernández-Cerrá necesitó para abrir fuego sin ningún miramiento. Los tres disparan con sangre fría, a matar.
No encontraron a Navarro, pero mataron a iguales de su bando. Huyeron.
Cinco personas murieron y cuatro resultaron gravemente heridas. Con el ruido de las emergencias, Joaquín Navarro, que se encontraba en una cafetería se alertó. Fue para el despacho y se encontró con la masacre.
Fallecieron: Enrique Valdevira Ibáñez, Luis Javier Benavides Orgaz, Serafín Holgado, Ángel Rodríguez Leal y Francisco Javier Sauquillo. Sarabia, Ruiz, Ramos y González lograron sobrevivir.
El atentado conmovió a todos los militantes de la lucha proletaria.
Pasaron dos días y se vivió un entierro multitudinario al que fueron más de cien mil personas. Fue en silencio, y sin ningún altercado. El día después del atentado hubo un paro nacional de los trabajadores.
La respuesta al atentado servía de determinación para la legalización del partido. El gobierno de Adolfo Suárez primero legalizó en febrero el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV). En abril, el día que era Sábado Santo, legalizó el PCE.
Huidas y condenas de los asesinos
No se molestaron en huir de Madrid creyendo que sus influencias les ampararían. A los pocos días detuvieron a los tres asesinos y a Francisco Albadalejo como autor intelectual del plan. Otros tres cómplices más fueron también detenidos como cómplices y suministro de armas.
Antes de que se celebrara el juicio, el juez concedió un permiso a Fernando Lerdo de Tejada. Este huyó y su orden de busca y captura prescribió en 2015.
Carlos García Juliá y José Fernández-Cerrá fueron condenados a 193 años de prisión. Tras 14 años de condena, en 1991 García Juliá consiguió un permiso para viajar a Paraguay por una oferta de trabajo. Aprovechó para fugarse.
Le detuvieron en Bolivia a los dos años, por tráfico de drogas. Allí le condenaron a 6 años y 8 meses de prisión. El gobierno de Aznar reclamó a Juliá que aprovechó de nuevo un permiso para huir a Brasil.
Gracias a la Policía Federal brasileña, la Policía Nacional y la Interpol, en 2018 dieron con el paradero del ultra. Utilizaba una falsa identidad venezolana y trabajaba como conductor de VTC.
Ya preso en España, salió de la cárcel en 2020 y en 2023 se presentó candidato de la alcaldía por el partido Falange en Bilbao.
El otro asesino, José Fernández Cerrá salió en libertad condicional en 1992 y no se ha vuelto a saber de él.
Personajes unidos no solo por la lucha, sino también por el amor.
La serie, que recrea la lucha real de Lola González (superviviente al atentado y mujer de Francisco Javier Sauquillo), Manuela Carmena, Cristina Almeida y Paca Sauquillo (hermana del fallecido Francisco Javier). Comienza por cuando se conocieron en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense.
‘Abogadas’ homenajea a Enrique Ruano, que fue pareja de Lola González hasta 1969. Ruano fue asesinado ese año por la DGS del régimen, que le torturó durante tres días. El Gobierno de Franco informó de que se había “suicidado”.
Homenajean al estudiante durante el primer episodio, ya que su asesinato supuso un antes y un después. Finalizan el episodio con una foto suya.
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