Las desapariciones de Yéremi Vargas y Cristina Bergua: Dos casos estancados hace años

Este 9 de marzo se celebra el Día de las Personas Desaparecidas Sin Causa Aparente. En España hay una ingente cantidad de desapariciones sin resolver. Así venimos recogiéndolo en elcierredigital.com.

Pese a que toda desaparición debería tener la misma importancia que las demás, hay ciertos casos que por sus componentes se mediatizan. Entre ellos se encuentran los dos casos que desglosamos hoy. 

Y es que este 10 de marzo se han cumplido 18 años de la desaparición del pequeño Yéremi Vargas en Gran Canaria. Pero también en marzo, el pasado día 9, se cumplieron 28 años de la desaparición de Cristina Bergua en Cornellá de Llobregat.

La desaparición de Yéremi Vargas

Yeremi Vargas desapareció el 10 de marzo de 2007 en Vecindario (Las Palmas) y desde entonces no ha habido ni rastro del pequeño. Su madre ha luchado sin cesar por conocer qué le pasó a su hijo, pero se ha encontrado con muchos problemas para hacerlo.

El último de ellos tuvo lugar en 2024, cuando cansada de la falta de novedades, Ithaisa decidió presentarse en la vivienda del principal sospechoso. Se trata de Antonio Ojeda, conocido como el Rubio. 

Ithaisa, madre del pequeño de 7 años, se acercó en diciembre al hostal donde vive ‘El Rubio’. Tras decirle quien era, la madre de Yéremi le dijo a Ojeda “no te tengo miedo” y le preguntó por el paradero de su hijo. Ante esto, El Rubio señaló: “Yo no he hecho nada, solamente vi lo que vi y se lo dije a la Guardia Civil”.

Yéremi padecía falta de aire que derivaba en cianosis, algo que genera un color azul en la piel. En línea con esto Ithaisa preguntó: “Por qué sabía lo de la coloración del niño”. Tras decir que no sabía nada de la coloración el Rubio indicó: “Porque lo llevaba la tía, la que lo cogió junto con un hombre”.

Entre otros motivos, varios conocidos de El Rubio realizaron ciertas declaraciones de las que podía desprenderse que El Rubio hacía alusión que el menor presentase la piel azul. De hecho, un preso que compartió prisión con El Rubio le señaló a Ithaisa que el principal sospechoso le confesó los hechos.

Hace casi un año un informe del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Las Palmas dio un duro varapalo a la familia de Yéremi. En el mismo se indicó que “desde el punto de vista médico no consta que el menor fuera separado del programa de control de niño sano, por patología alguna” como la cianosis. 

Este informe complicó la principal hipótesis de la familia, que apuntaba a la implicación de ‘El Rubio’. Este vivía a escasos metros de donde desapareció Yéremi. Elcierredigital.com contactó con Salvador Sarmiento, abogado de la madre de Yéremi.

“A lo largo de su infancia, Yéremi tenía que acudir constantemente al médico por episodios de asma, broncoespasmos, etc. Esto podría ser relevante para poner de manifiesto la existencia de una patología que se entendía que quedó resuelta tras el nacimiento. Ante todo esto, pedimos que se estudiase toda la información médica que constaba en la causa y no solo la del nacimiento”, señalaba el letrado.

Hace varios meses Ithaisa Suárez solicitó que la investigación se prorrogase. A finales de octubre el Juzgado de Primera Instancia número 2 de San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria prorrogó las investigaciones durante seis meses más.

Una de las diligencias que se realizarán en lo que queda de ampliación se encuentra la evaluación de un informe clave que podría ser clave. Para finalizar, resulta esencial mencionar que El Rubio fue condenado en el pasado por agredir a otro menor. 

La desaparición de Cristina Bergua hace 28 años

Cristina Bergua desapareció a sus 16 años en Cornellà de Llobregat el 9 de marzo de 1997. Aquel día se dirigió a casa de su novio, pero nunca ni volvió con su familia. Su intención era romper la relación que ambos mantenían. Javier Román era 10 años mayor y vivía a 500 metros de la casa de Cristina. 

El hermano de Cristina acudió a casa de Javier Román. Este le contó que había dejado a Cristina en una carretera de Esplugues a las nueve de la noche del 9 de marzo. Acudieron allí, pero ni rastro de la joven, nadie la había visto.

En los años posteriores llegaron muchas pistas, pero ninguna terminó siendo relevante para el caso. Se llegó a ‘ver’ a Cristina en Málaga y Ecuador, algo que no era cierto, y una carta anónima aseguraba donde estaba el cuerpo de la joven. No obstante, esta pista tampoco fue útil. 

El principal y único sospechoso del caso fue Javier Román, novio de Cristina Bergua en el momento de la desaparición. Lo primero que se barajó fue la hipótesis de que se tratase de un crimen machista. Fue el único que no se volcó con la desaparición de la adolescente. De hecho, llegó a asegurar que “ya volverá” o que se había ido a Andorra con un tío que tenía.

En todo momento mantuvo que había dejado a la adolescente en Esplugues y logró desviar la atención. No se encontró ninguna pista que pudiera incriminarlo. Por ende, no pudo ser acusado de la desaparición ni de un supuesto crimen.

Javier Román acudió a un programa de televisión a hablar sobre el caso. Allí llegó a acusar al padre de Cristina de pegar a su hija. Con el paso de los años hablaron otras novias que Javier había tenido antes de estar con Cristina. Todas le catalogaron de ser una persona absolutamente posesiva y controladora. 

De hecho, llegó a ingresar en prisión tras ser condenado a nueve años de prisión por narcotráfico. Román cometió otros hechos, pero hasta el momento no se ha podido demostrar su vinculación en la desaparición de Cristina Bergua.