
Así se sufrió en las cárceles el apagón: Los generadores, claves para evitar el caos
Desde ACAIP explican que "no hubo incidentes ni altercados entre presos, ya que se pudo comunicar y tener información"
El apagón eléctrico generalizado y masivo que se sufrió en la Península Ibérica a lo largo del 28 de abril puso en jaque a toda la sociedad. Y es que prácticamente todos los ámbitos quedaron paralizados, exigiendo una rápida respuesta. Así también ocurrió en las prisiones españolas, donde el apagón se resolvió “sin graves incidentes”.
La preparación y profesionalidad del personal penitenciario permitió que se mantuviera el orden sin altercados entre internos. Además, resultó ser clave la existencia de generadores eléctricos porpios, que permitieron mantener los elementos básicos de seguridad y comunicación.
Así se actuó en las prisiones
En elcierredigital.com hemos contactado con Joaquín Leyva, portavoz de ACAIP. “Cuando las cosas van bien dentro del caos hay que reseñarlas. Afortunadamente, en las prisiones ocurren apagones con frecuencia y los centros están preparados para responder ante ellos”.
“Además, los generadores funcionan con gasoil, lo que hace que se puedan ir rellenando y en ningún momento se pierda el suministro. Tenemos un sistema similar a los hospitales”, añade el portavoz de ACAIP.
No obstante, para el buen funcionamiento se tuvieron que tomar ciertas medidas excepcionales de seguridad. “En algunos centros se limitaron los movimientos y los internos no bajaron al patio. Esto se hizo para que las vías de evacuación estuvieran abiertas”, añade Joaquín Leyva.

Por contra, los sistemas informáticos siguen sin funcionar con normalidad. Sin embargo, Leyva recalca que “en este caso hemos contado con una ventaja. Como en algunas cosas seguimos siendo decimonónicos trabajamos mucho con papel y no nos ha costado adaptarnos”.
Respecto a los presos Leyva explica que “no se alteraron en ningún momento, ya que para ellos no hubo apagón informativo. En los centros las radios y las televisiones funcionaban. Además, como las comunicaciones se mantienen por teléfono tradicional hubo muchos que hablaron con sus familias. Los internos entendieron lo que estaba pasando y no causaron incidentes”.
El caso aislado de la prisión de A Lama
Pese al buen porvenir, el centro penitenciario de A Lama (Pontevedra) si presentó algunas incidencias. “Uno de los generadores lleva tiempo averiado y se tuvo que cortar el agua caliente. Esto aumentó el riesgo de rotura de tuberías debido al deterioro de las instalaciones”, explican desde el sindicato ACAIP.
Esta situación sufrida en el centro penitenciario gallego provocó que se tuvieran que intensificar los refuerzos de mantenimiento. Es decir, los funcionarios tuvieron que sobreponerse ante la situación doblando su trabajo.

“Además, las dificultades de comunicación con el exterior provocaron tensiones en este centro. Un interno rompió una de las cabinas de videollamadas, lo que motivó la intervención del personal del centro”, añaden desde el sindicato.
“En general, las prisiones vivieron una jornada de tensa calma. Una vez más, desde ACAIP-UGT destacar el compromiso de los trabajadores penitenciarios que volvieron a demostrar su capacidad para afrontar situaciones complejas, garantizando que, incluso en un entorno tan delicado como el de las personas privadas de libertad, se mantuviera la normalidad en la medida de lo posible”, concluyen desde ACAIP.
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