Pedro G. Aguado, de oro olímpico a SV: 'Fuimos el último equipo de España en ganarlo'

Han pasado 32 años desde que Barcelona clausurara unos Juegos Olímpicos históricos. Aquel nueve de agosto de 1992 el Estadio Olímpico Lluis Companys apagó las luces. Pero antes vibró con la actuación del conjunto musical ‘Los Manolos’  junto a Peret que entonó la icónica Gitana Hechicera.

Barcelona decía adiós a unos Juegos Olímpicos que dejaron momentos para el recuerdo. Desde el desfile del entonces príncipe de Asturias como abanderado del equipo olímpico español hasta la llegada del ‘Dream Team’ a la Ciudad Condal. También el célebre encendido del pebetero olímpico por el arquero Antonio Rebollo o la victoria de Fermin Cacho  en 1.500 metros lisos.

Pero, también, el partido que disputaron las selecciones de España e Italia de waterpolo. La selección nacional estaba entrenada por el serbio Dragan Matutinovic  y su historia fue llevada al cine de la mano de la película '42 segundos'. En aquel encuentro épico, el equipo español llegó a la final con todo su empuje y acarició el primer puesto del podio ante una Italia que logró finalmente el oro olímpico.

Aquella etapa quedó grabada para muchas de las figuras que formaron parte de esa selección histórica. Una de ellas fue su portero  Pedro García Aguado (55 años). Hoy, el ex waterpolista ha vuelto de Honduras tras proclamarse ganador del reality televisivo 'Supervivientes'. Pedro ha hablado con elcierredigital.com sobre los recuerdos que guarda de aquellos Juegos Olímpicos. 

-Ha regresado de Honduras donde se ha proclamado ganador de la última edición de ‘Supervivientes’. ¿Esperaba alzarse con la victoria?

-Supervivientes ha sido una gran sorpresa para mi. Las primeras semanas fueron muy duras. Después y gracias al público, esa dureza se fue convirtiendo en gratitud y fuerza para seguir. En ningún momento pensé en que ganaría. Una vez en Madrid y al verme entre los cuatro finalistas del formato, mentiría si dijera que no quería ganar. Después de haber vivido la aventura hasta el final, me hacía mucha ilusión ganar.

-Su paso por el programa ha sido muy aplaudido aunque ha vivido momentos complicados que le han llegado a superar. ¿Cómo lidiaba con ello?

-Al principio no entendía el porqué del sufrimiento. Eso me hacía tener lo que en psicología se llama conducta evitativa. Quería huir de allí. Gracias a la audiencia que me salvaba y al apoyo de mis compañeros, fui lidiando con el sufrimiento, con la debilidad y convirtiéndolo en fortaleza.

- Se ha desatado la polémica por las declaraciones que han realizado algunos de los concursantes sobre su victoria, ¿qué opina al respecto?

-Ha sido una edición muy reñida con grandes supervivientes. Entiendo que haya sido duro para algunos compañeros no llegar a la final. Ha habido concursantes muy fuertes como  Aurah Ruiz, Blanca Manchón, Mario González,  Ángel Cristo Jr,  Kiko Jiménez, que tampoco han llegado a finalistas. Un hecho que demuestra que había mucha competividad y que el público, la audiencia, ha elegido según su criterio, valorando muchos aspectos y no sólo las actividades específicas de supervivencia.

-¿Qué se lleva de su paso por la isla?

-Supervivientes ha sido una experiencia muy enriquecedora. Me llevo buenas amistades, autoconocimiento y desarrollo personal. Ha sido una catarsis y una revelación de cómo quiero que sea mi vida de ahora en adelante. Me ha hecho darme cuenta de lo que realmente importa en la vida como los afectos o la familia. Me he aferrado a valores como la lealtad, humildad, perseverancia, la serenidad, la generosidad o la solidaridad. También la organización del tiempo, la regulación emocional o aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida como un amanecer, una puesta de sol o un plato de comida.

-Los JJOO siempre me remueven. Me trasladan a mi época como deportista de élite. Me emociono cada vez que veo que ganamos una medalla u obtenemos un buen resultado. Estoy muy expectante para ver si algún equipo, masculino o femenino, de cualquier especialidad, gana un oro. Si esto ocurre, acabaría nuestra hegemonía ya el equipo de waterpolo masculino fuimos el último en ganar un oro olímpico. No ha habido otro oro de equipo desde el nuestro de 1996 en Atlanta. Ahora, en waterpolo femenino tenemos muchas posibilidades de quedar campeones olímpicos.

- La película '42 segundos' trata la historia de la selección española de waterpolo, ¿qué recuerdos guarda de aquella etapa?.

- La película narra de forma magistral la realidad de cómo fueron los partidos en esos Juegos y el desarrollo de la competición. En otras partes hay mucho de ficción.  La rivalidad con Estiarte, nunca existió  tal y como la narra la película.  Hubo mucha hermandad aunque al principio nos costó encajar. En poco tiempo nos convertimos en el mejor equipo de la historia del deporte español  y no nos bajamos del podio en diez años. Barcelona 92 fueron los segundos de mis cuatro Juegos Olímpicos en los que participé.

-La película también refleja la dureza de los entrenamientos de Dragan Matutinovic. ¿Eran así de duros en realidad?

-Los entrenamientos eran inhumanos. Pusimos nuestros cuerpos al límite y no hubo más lesiones de milagro.  Gracias a ese nivel de entrenamientos soy capaz de superar adversidades como las que tuve que superar en SV.

-¿Dejó huella en usted?

-Dragan no era mala persona, nos quería y confiaba en nosotros. Pero tenía un prejuicio, pensaba que éramos flojos e indisciplinados. Nada más lejos de la realidad. Desde pequeño yo aprendí el compromiso y la disciplina. Aprendí a darlo todo en los entrenamientos y partidos gracias a Mariano García Barguilla,  mi entrenador y mentor de la escuela madrileña de waterpolo. De Dragan Matutinovic no guardo mal recuerdo.

- Otro de los aspectos que trata la película son las salidas nocturnas que hacía durante la concentración de España. ¿Qué le llevaba a vivir al límite?. 

-Como he comentado hay cosas ficcionadas en la película. Si bien yo tenía salidas nocturnas, nunca era durante las concentraciones y mucho menos en unos JJOO. Meses antes de los juegos, tenía veintidós años y durante una concentración en Barcelona comenté lo que hacía por las noches. No quería perjudicar al equipo con mis salidas y mis consumos esporádicos. Con el paso del tiempo y tras años de terapia, me recuperé del todo. Descubrí que aunque mis consumos eran esporádicos y siempre en espacios de tiempo lúdicos,  había desarrollado adicción. Necesitaba consumir cada x tiempo y, por ello, mis comportamientos disruptivos en aquella época. 

-¿Cómo ve a la selección de waterpolo actual comparada con la de Barcelona 92 o la que ganó el oro en Atlanta 96?

-Llevo algunos años siguiendo su evolución y me gusta ver como el waterpolo español vuelve a estar arriba.   De forma continuada, el equipo de ahora es muy diferente al nuestro del 92. Es diferente su forma de pensar y su modelo de juego difiere mucho del nuestro.

-¿Ve a la selección española femenina favorita para el oro?

-No me gusta decir favorita, eso da mal fario, jajaja. Prefiero decir que tiene muchas posibilidades de ganar la medalla de oro.

-Si tuviera que volver atrás con el conocimiento que tiene ahora, ¿qué haría en esas olimpiadas que no hizo en su momento?

-En la final me hubiera gustado tener aún más confianza en mí y haber defendido mejor. Aun así, los Juegos de Barcelona 92 fueron los mejores Juegos de mi carrera deportiva. Enseñé mi mejor versión en cada partido.

- Desde hace meses deportistas de élite como Gervasio Deferr han decidido contar su historia de superación personal. ¿Considera que es necesario alzar la voz?.

-Sí, es bueno hablar de ello sin tapujos, pero con mucho cuidado de cómo se cuentan las cosas. Yo soy el único responsable de lo que me ocurrió, hacerse responsable es lo primero que hay que hacer para recuperarse. Con una buena divulgación se puede prevenir para que no ocurran más caso.

-¿Es una ‘realidad silenciada’?

-No es ninguna realidad, hay solo algunos casos, no es lo habitual. La mayoría de los deportistas tienen comportamientos ejemplares.

-¿Qué le diría al Pedro G. Aguado que participó en Barcelona 92?

-Me diría: “Toto, todavía queda mucho por vivir. Cuídate, aprende, quiérete más y no te dañes. Ten serenidad para aceptar las cosas que no puedes cambiar. Encuentra el valor para cambiar aquellas que sí puedes y alcanza la sabiduría para reconocer la diferencia.”