Veto a la venta de Talgo: El Gobierno se parapeta en Bruselas, con expertos y el CNI

La Moncloa respira después de que Bruselas haya avalado la actuación más 'intervencionista' de la era de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Se trata del veto gubernamental a la compra del emblemático fabricante ferroviario Talgo por parte de la compañía húngara Magyar Vagon. 

Los vínculos de la empresa centroeuropea con el autoritario Viktor Orbán ha motivado que el Gobierno español haya derribado la OPA. Esto facilita una operación a la checa Škoda. También ha ayudado la cercanía de la compañía con empresarios cercanos a Vladímir Putin.

El equipo de Sánchez se parapeta en la UE, informes de expertos en derecho mercantil e incluso dosieres del CNI para justificar su 'no'. Este será el preámbulo que la querella millonaria que interpondrán Magyar Vagon y los accionistas minoritarios de Talgo. 

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ya advirtió que haría "todo lo posible" para tumbar la operación de los húngaros. Estos apelan a la libertad de empresa pese a que en su país algunos sectores siguen con escasa liberalización. 

Magyar Vagon y la histórica Talgo

Una empresa cercana al ultraderechista presidente húngaro Viktor Orban y considerada afín a Vladímir Putin no agrada al sector ferroviario español. La sociedad estaba atónita hasta esta semana al comprobar que el fabricante húngaro Magyar Vagon se posicionó como favorita para hacerse con la emblemática Talgo. La misma empresa que está lastrada por una deuda de 320 millones de euros. 

En los últimos tiempos, tal y como reconocen fuentes a Talgo, ya había habido movimientos contrarios desde varios frentes. Precisamente para evitar que a compañía española pasase a manos del gigante comandado por Zsolt Hernádi, presidente de la petrolera húngara Mol. 

Magyar Vagon intentó hacerse vía Oferta Pública de Adquisición (OPA) con la histórica compañía española Patentes Talgo, conocida popularmente como Talgo. Nació en 1942 con la intención de comercializar el nuevo tipo de tren diseñado por Alejandro Goicoechea con financiación de José Luis Oriol Urigüen.

Pero tras encallar la misma, Talgo regresó al parqué con caídas tras conocerse que la operación de venta no será factible de realizarse. La banca tiene un derecho de ejecución de deuda (cobrarla inmediatamente) si hay cambio accionarial en la prestigiosa compañía española conocida por su constante innovación. 

Es decir, que los acreedores podrían pedirle a Magyar Vagon gran parte de los 320 millones de euros que Talgo adeuda. La empresa magiar ha hecho grandes negocios con la Rusia de Vladimir Putin y es afín a Orbán. 

"No cuenta con demasiada aceptación en unas entidades de crédito que siguen mirando con desconfianza a la Europa más oriental por su falta de seguridad jurídica". Así lo explican a elcierredigital.com fuentes conocedoras de la operación. 

Cabe recordar que Talgo está controlada en un más del 60% por el fondo Trilantic. Esta es socia en la compañía de Pegaso (de la familia fundadora Oriol, que posee el 20%). Y de Torreal (del histórico empresario Juan Abelló, que cuenta con más del 10% del capital).

Buenos resultados pese a su elevada deuda

Talgo, que es la compañía líder en diseño, fabricación y mantenimiento de trenes ligeros de alta velocidad, registró unos ingresos de 652 millones de euros en 2023. Esto supuso un 39% más que en el ejercicio anterior. 

Este crecimiento en los ingresos, explican desde la compañía se debió, principalmente, "al aumento de la actividad de fabricación de la compañía". También "a las extensiones de los contratos con los operadores ferroviarios europeos en Alemania (DB) y Dinamarca (DSB)". 

La empresa española está en un gran momento para ponerse en venta, pese a su deuda, que se disparó desde los 97 millones de 2022 a los 241 de 2023.