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Tren de alta velocidad blanco con franjas rojas frente a un edificio con el logotipo de Talgo.
INVESTIGACIÓN

Las ‘novias’ de Talgo: Varias multinacionales pujan por la ferroviaria de Juan Abelló

La húngara Ganz-Mavag, el también fondo húngaro Corvinus, la checa Škoda o el Gobierno polaco han mostrado su interés

Como viene informando elcierredigital.com, el proceso para la adquisición de Talgo por parte del consorcio húngaro Ganz-MaVag  (Magyar Vagon) ha sido objeto de múltiples controversias y tensiones, especialmente debido a la postura del Gobierno de Pedro Sánchez, que no ve viable la operación. 

La oferta pública de adquisición (OPA), presentada oficialmente ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el pasado 4 de abril, propone un valor de 5 euros por acción, lo que totaliza una valoración de 620 millones de euros para Talgo. Esta oferta ha sido percibida como insuficiente por el Ejecutivo español, que ha expresado públicamente su descontento en más de una ocasión y que ha intentado poner remedio a la situación preparando una posible contraopa.

A pesar de las reticencias del gobierno, Ganz-MaVag ha manifestado su intención de continuar con la OPA y que está abierto a asociarse con otros interesados, siempre que puedan asegurar la mayoría del capital de Talgo, es decir, al menos un 51%. Este enfoque refleja la determinación del consorcio de avanzar con el control de la compañía,  incluso considerando la entrada de entidades como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) o el grupo Criteria de Isidro Fainé, quienes anteriormente habían considerado lanzar una contraoferta, como se ha mencionado.

Un tren de alta velocidad Talgo en las vías.
Talgo. | Redes sociales

Una de las principales preocupaciones del Gobierno es garantizar la "españolidad" de Talgo, lo que ha llevado a consideraciones sobre la posibilidad de que se utilice el "silencio administrativo negativo" como una estrategia para bloquear la operación. Este procedimiento implica que, si la administración no emite una resolución dentro del plazo estipulado, se considera que la solicitud ha sido denegada.  Este desenlace permitiría a Magyar Vagon presentar una nueva propuesta ajustada a las exigencias del gobierno, incluyendo potencialmente la incorporación de un socio local para asegurar el control español.

El impacto de estas negociaciones en Talgo es significativo. La empresa ha comunicado al Ejecutivo que los retrasos y la incertidumbre están causando un perjuicio considerable, subrayando la necesidad urgente de un inversor.

Además, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) ha instado al Gobierno a cesar su intervención en la operación, argumentando que la OPA es beneficiosa para los accionistas minoritarios y que ofrece una solución a las necesidades industriales urgentes de Talgo.

En caso de que las negociaciones con el Gobierno no prosperen, los húngaros podrían llevar el caso a los tribunales, incluyendo la posibilidad de apelar ante el Tribunal Supremo de España o incluso en instancias europeas si fuera necesario. Mientras tanto, la empresa sigue esperando una resolución que permita avanzar en la estabilización y el crecimiento de Talgo en un mercado competitivo y en evolución.

Las ‘novias’ de Talgo

En los últimos meses, Talgo, el fabricante español de trenes, ha sido el centro de múltiples ofertas de adquisición y posibles fusiones, generando una significativa atención en el mercado y entre los accionistas. 

Una de las propuestas más destacadas proviene del consorcio húngaro Magyar Vagon, que incluye a la firma industrial  Ganz Mavag  y el fondo público húngaro Corvinus. Pero no es la única.

Paralelamente, Škoda Transportation, una compañía checa con una sólida presencia en el sector ferroviario, ha mostrado interés en una fusión con Talgo y ha propuesto una "combinación de negocios e integración industrial" que podría complementar las capacidades de Talgo, especialmente en el mercado europeo oriental, donde ambos tienen presencia. Sin embargo, Škoda aún no ha presentado una oferta económica concreta, lo que ha generado incertidumbre sobre la viabilidad de esta opción.

Fábrica de trenes con el logo de Talgo en la pared.
Talgo. | Redes sociales

Škoda ha sido un jugador importante en el mercado ferroviario europeo, con una cartera de pedidos significativa y recientes inversiones en la expansión de sus instalaciones. No obstante, la compañía ha afrontado diversos desafíos financieros, lo que podría limitar su capacidad para competir eficazmente con la oferta húngara.

Otro jugador en el tablero es Polonia, que también ha mostrado interés en Talgo. Las autoridades del país han estado evaluando la posibilidad de participar en una oferta, atraídas por la tecnología de ancho variable de Talgo, que es de gran interés para países con sistemas ferroviarios que incluyen diferentes anchos de vía, como es el caso en Polonia y el de otros países de Europa del Este.

Esta tecnología permite a los trenes circular por diferentes tipos de vías sin necesidad de cambiar los ejes, lo que es especialmente útil en regiones con infraestructuras ferroviarias mixtas​

Las reacciones al interés por Talgo

La reacción del mercado ha sido mixta. La oferta húngara elevó temporalmente el precio de las acciones de Talgo, aunque cuando se enfriaron las expectativas de la operación hubo una corrección.

Los accionistas minoritarios han expresado su interés en una contraoferta que pueda incrementar el valor de las acciones por encima de los 5 euros ofrecidos por el consorcio húngaro.

El gobierno español, consciente de la importancia estratégica de Talgo y su tecnología, ha estado explorando otras opciones, incluyendo posibles asociaciones con empresas españolas para contrarrestar la oferta de Magyar Vagon. En el marco de estas reflexiones se han llevado a cabo reuniones con la compañía Escribano, para considerar su participación en una posible contraopa.

Por su parte, Talgo ha continuado reportando resultados financieros sólidos, con un aumento del 31,4% en sus ingresos en el primer trimestre de 2024, impulsado por pedidos de operadores ferroviarios internacionales como DB y DSB. La compañía ha señalado que tiene una cartera de contratos valorada en 4.100 millones de euros, lo que proporciona un respaldo significativo a su valor de mercado.

El desenlace de estas negociaciones sigue siendo incierto. Con el Gobierno evaluando cuidadosamente las implicaciones de cada oferta y los accionistas esperando una mejora en el valor de la acción, el futuro de Talgo podría definirse en los próximos meses.

Las decisiones tomadas no solo influirán en la estructura de propiedad de Talgo, sino también en la dirección futura de la compañía en un mercado ferroviario europeo cada vez más competitivo.

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