
Trinidad Jiménez se refuerza en Telefónica: Así es la vida de la 'diva' de Zapatero
La exministra del PSOE hoy directora de Estrategia Global de la teleco cumple 63 años sin 'sufrir' los cambios de Murtra
La exministra socialista Trinidad Jiménez celebra su 63 cumpleaños con una posición 'privilegiada' en Telefónica. Desde 2016, ostenta el cargo de directora de Estrategia Global y Asuntos Públicos, que tiene relación directa con las filiales de la multinacional en Latinoamérica.
A pesar de estar ligada a una de las áreas más deficitarias del grupo, la división latinoamericana (Hispam), la directiva ha esquivado la reciente reorganización. Esta ha sido impulsada por el nuevo presidente Marc Murtra, que ha aterrizado de pie en la compañía.
El papel del exmandamás de Indra, tal y como explicamos en elcierredigital.com, está siendo muy bien valorado por algunos de los cambios implementados. Los mismos han contribuido a la revalorización bursátil de la empresa.
Trinidad Jiménez defendía la presencia de Telefónica en Latinoamérica
Jiménez, figura destacada del 'zapaterismo', fue compañera de bancada de Pedro Sánchez en el Ayuntamiento de Madrid y exministra de Sanidad y de Asuntos Exteriores. Se incorporó a Telefónica en febrero de 2016 y su fichaje estuvo rodeado de polémica.
La decisión fue tomada por César Alierta, entonces presidente de la compañía. Esto se entendió como un gesto hacia José Luis Rodríguez Zapatero. El fichaje fue duramente criticado por diversos sectores. Y es que, en aquella época, se interpretó como un ejemplo de las llamadas 'puertas giratorias' entre la política y el mundo empresarial.

La división Hispam, que supervisa Jiménez desde su incorporación, ha acumulado pérdidas millonarias en los últimos años. Solo entre 2021 y 2022, esta filial generó números rojos superiores a los 1.900 millones de euros. Ello obligó al grupo a realizar inyecciones de capital por más de 1.500 millones. Tras el agujero financiero generado, a Murtra no le ha temblado el pulso y ha vendido las deficitarias divisiones de Argentina y Perú.
Otras voces recuerdan que la exministra es reconocida por su talante moderado y su capacidad para moverse en entornos complejos. Así como por su firme compromiso con la cooperación internacional. Pese a las polémicas, su figura no se ha visto demasiado devaluada ni en los momentos más convulsos de la política española.
Variada trayectoria: de la UNED al Gobierno de Zapatero
A lo largo de su carrera, Trinidad Jiménez ha sabido mantenerse en el primer plano político y empresarial. Militante socialista desde los 21 años, proviene de una influyente familia de juristas malagueños asentados en Madrid. Su padre, José Jiménez Villarejo, fue magistrado del Tribunal Supremo. Y su tío Carlos Jiménez Villarejo fue un conocido fiscal anticorrupción.
Tras una etapa en el extranjero como profesora de la UNED, volvió a España en 1995. Y pronto fue reclutada por el PSOE para ocupar cargos relevantes. En el 2000, fue designada secretaria de Relaciones Internacionales del partido por Zapatero. El dirigente la consideraba una figura clave para la proyección del PSOE en América Latina. A ello ayudó su experiencia previa en países como Israel, Camerún o Guinea.

Su carrera política fue en ascenso constante. Fue candidata a la alcaldía de Madrid en 2003, secretaria de Estado para Iberoamérica en 2004 y ministra de Sanidad en 2009. Finalmente, fue ministra de Asuntos Exteriores en 2010. En 2011 intentó dar el salto a la política autonómica como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid. Pero fue derrotada por Tomás Gómez en unas primarias muy disputadas.
En 2015 dejó el Congreso y, al año siguiente, desembarcó en Telefónica. En ese momento, figuras como Pablo Iglesias criticaron su fichaje como un caso evidente de puerta giratoria. Aunque Pedro Sánchez defendió su incorporación, alegando que no se trataba de un puesto de 'jarrón chino', sino de un cargo técnico.

Desde su llegada a la multinacional, Jiménez ha defendido la presencia de Telefónica en América Latina como estratégica. Aunque, paradójicamente, ha reconocido en entrevistas que la excesiva regulación y la falta de garantías jurídicas dificultan las inversiones al otro lado del charco.
A finales de 2022, el fondo de maniobra de la filial Hispam era negativo en más de 3.300 millones de euros, lo que la situaba en causa de disolución técnica. Telefónica se vio obligada a realizar nuevas ampliaciones de capital para evitar males mayores.
La situación más crítica se ha vivido en Perú, donde Telefónica ha vendido su filial. Esta operación se encuadra dentro de la nueva estrategia de la multinacional en América.
Más noticias: