Trinidad Jiménez la mujer que impulsó a Sánchez: De ministra a directora de Telefónica

Trinidad Jiménez, quien fuera ministra socialista de Sanidad y posteriormente de Asuntos Exteriores, ha continuado siendo una figura destacada en el sector empresarial tras su paso por la política. Licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, Jiménez inició su carrera política en las Juventudes Socialistas y rápidamente ascendió a puestos clave dentro del PSOE y del Gobierno español. Ahora, su figura está más ligada que nunca al sector empresarial. 

Tras acabar su etapa política, que tocó a su fin en a principios de 2016, Trinidad Jiménez se centró en su vida profesional entrando en Telefónica, donde ha trabajado como  Directora de Estrategia Global de Asuntos Públicos desde ese mismo año. Desde este puesto, Jiménez ha sido ‘clave’ en la alineación de las políticas públicas con los intereses de la empresa, enfocándose en la digitalización y la sostenibilidad. 

Según reseñan varios expertos para medios especializados, la labor de Jiménez ha sido fundamental para posicionar a Telefónica “como un líder en la implementación de tecnologías responsables y sostenibles”. Precisamente esta semana, Jiménez destacó en un encuentro la preparación de América Latina para emprender una revolución digital, subrayando la importancia de la infraestructura tecnológica y la necesidad de marcos regulatorios adecuados.

Uno de los proyectos más destacados de Jiménez en Telefónica ha sido su  colaboración con la UNESCO para promover la ética en la inteligencia artificial (IA). En mayo de 2022, firmó una Carta de Intenciones con la UNESCO para desarrollar iniciativas conjuntas que impulsen la implementación de la Recomendación sobre la Ética de la IA, asegurando que su desarrollo sea inclusivo, ético y sostenible.

Por otra parte, Jiménez es presidenta de la Cámara de Comercio Brasil-España (CCBE) desde 2021. Durante su mandato, la exministra socialista se ha centrado en fortalecer los lazos comerciales y económicos entre ambos países, promoviendo la digitalización y la sostenibilidad como pilares fundamentales para el desarrollo empresarial. 

La CCBE, bajo el liderazgo de Trinidad Jiménez, ha innovado su portafolio de servicios y ha fomentado un "ecosistema empresarial dinámico y sostenible", según reseñan numerosos medios especializados. Jiménez ha expresado en más de una ocasión su honor por presidir una institución con casi 100 años de historia, subrayando la importancia de las relaciones bilaterales entre Brasil y España, tanto en términos de inversión como de intercambio cultural y lingüístico.

Los orígenes y trayectoria de Trinidad Jiménez

Jiménez nació el 4 de junio de 1962 en Málaga, en una familia con profundos vínculos en el ámbito jurídico. Su padre, José Jiménez Villarejo, fue magistrado del Tribunal Supremo, lo que influyó en su traslado a Madrid durante su juventud. Se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y desde joven mostró interés por la política.

A lo largo de su trayectoria, Jiménez ocupó importantes cargos en el Gobierno español durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Como se ha mencionado, fue  Ministra de Sanidad y Política Social de 2009 a 2010 y Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación de 2010 a 2011. Durante su mandato como ministra de Sanidad, Jiménez tuvo que enfrentar la pandemia de la gripe A (H1N1). Su gestión incluyó la compra masiva de vacunas y la implementación de medidas para contener el virus. Sin embargo, su gestión fue criticada por algunos sectores debido al elevado coste de las vacunas y la percepción de que no todas fueron utilizadas. 

Además, Jiménez promovió una de las leyes antitabaco más estrictas de Europa, que prohibía fumar en todos los espacios públicos cerrados, lo que generó tanto apoyo como controversia entre diversos grupos.

En 2010, Jiménez fue nombrada Ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Su gestión se caracterizó por el fortalecimiento de las relaciones con América Latina. Sin embargo, también enfrentó críticas, como la gestión de la crisis diplomática con Marruecos en relación con la situación en el Sahara Occidental. Además, su decisión de iniciar el reconocimiento del Estado de Palestina en 2011 generó tensiones diplomáticas con Israel.

Durante su carrera política, Jiménez enfrentó varias polémicas. Como candidata a la alcaldía de Madrid en 2003, su campaña fue conocida como el "Trinimaratón" debido a la intensa actividad pública que desarrolló para aumentar su visibilidad. 

La campaña buscaba maximizar la cobertura mediática, asegurando que Jiménez apareciera constantemente en televisión, radio y prensa escrita. Su equipo de campaña trabajaba para que cada día tuviera un tema o enfoque específico para captar la atención de los medios y del público.

En paralelo,  Jiménez trató de asimilar una imagen más 'moderna' y cercana. Los carteles electorales la mostraban con una chaqueta de cuero, un estilo que fue considerado atractivo y diferente, aunque posteriormente fueron retirados por ser considerados "demasiado sexys" por algunos sectores del partido.

Aunque no logró vencer a su contrincante y primo Alberto Ruiz-Gallardón, consiguió el mayor número de concejales socialistas en Madrid desde que el PSOE fue desalojado de la alcaldía. Por otra parte, su fracaso en las primarias del PSOE de Madrid en 2010 frente a Tomás Gómez, a pesar del apoyo de la Ejecutiva Federal, fue visto como un golpe significativo a su carrera política.

En lo que respecta al ámbito personal, se sabe que Jiménez estuvo casada con el diplomático Julio Herráiz, con quien residió en varios países como Guinea, Israel y Camerún, antes de regresar a España tras su divorcio en 1995. En la actualidad, la exministra socialista está casada desde 2013 con Miguel Ángel de la Fuente, cámara de TVE conocido por sus trabajos en zonas de conflicto.

En cuanto al patrimonio de Trinidad Jiménez, no hay datos específicos públicamente disponibles que detallen su situación financiera actual. Sin embargo, su rol en altos cargos tanto en el sector público como privado sugieren una posición económica sólida, respaldada por su participación en iniciativas y colaboraciones internacionales de gran relevancia.