La presencia de las 'sectas' en la DANA: 'Realizan campañas de imagen institucional'

La DANA que ha sacudido el Levante español está mostrando las dos caras del ser humano. Por un lado, la de la solidaridad, empatía y ayuda, por otro, la de aprovecharse del dolor ajeno para cometer delitos.

A los primeros los vemos todos los días en televisión, radio, redes... Y de los segundos también tenemos noticias, pues ha trascendido que se han detenido a varios individuos por saquear negocios afectados.

Ahora, según ha podido saber elcierredigital.com, “la tragedia también ha sido el escenario elegido por algunas sectas para hacerse notar”. Uno de los grupos que se ha visto en las zonas afectadas es la Iglesia de la Cienciología. En los perfiles de redes sociales de sus ministros voluntarios se han publicado fotografías del grupo, vestidos de amarillo y manchados de lodo.

También ha estado presente el Centro de Ayuda Cristiano (CAC). Según los expertos en estos grupos, "se trata de la versión española de la Iglesia Universal del Reino de Dios", tal y como también reveló hace tiempo Portaluz. 

Pero no han sido estos los únicos grupos presentes en las zonas afectadas por la tragedia. También se han dejado ver  los Adventistas del Séptimo Día y Nueva Acrópolis. Esta última está legalizada como asociación cultural, pero según los expertos, es “una secta esotérica de origen teosófico”.

Todos ellos tienen en común haber compartido en sus redes sociales su presencia en el lugar. 

Para analizar más los motivos que han movido a estos grupos, elcierredigital.com ha contactado con el experto en Sectas Luis Santamaría.

- ¿Por qué cree que estos grupos aparecen en zonas de catástrofes, como los afectados por la DANA?

Las sectas viven del escaparate. De aparecer como organizaciones ideales y ser la solución a los problemas más importantes de los seres humanos. Por eso una catástrofe o cualquier situación de emergencia es una ocasión ideal para ellas.

En primer lugar, muchas sectas encuentran en las catástrofes la supuesta confirmación a su mensaje apocalíptico. Se presentan ante sus propios miembros (y ante otros posibles adeptos a captar) como el refugio seguro ante el mal que hay en el mundo. 

En segundo lugar, porque despliegan una intensa labor de autobombo y propaganda. Esto les permite limpiar su imagen pública y presentarse como asociaciones benéficas o verdaderas ONG.

- ¿Detrás de esa empatía y voluntariedad se esconde una intención de ganar adeptos y ser más relevantes?

Estas campañas no tienen nada de solidaridad en el fondo, son simples campañas de imagen institucional. 

Frente a las críticas que puedan recibir o las revelaciones de exadeptos que cuentan su verdadera naturaleza, las sectas pretenden mostrar el relato alternativo. Este, por supuesto, concuerda con su propia visión oficial: comunidades perfectas que rebosan amor y generosidad. En las que todos sus miembros están dispuestos a hacer el bien a los demás. 

Sin embargo, el fin último es el proselitismo. No se trata de una generosidad buscada por sí misma, ya que no hay ni una pizca de gratuidad. El verdadero objetivo es atraer a otras personas hacia el grupo, y que este crezca.

No se conforman con que los puedan contemplar los pocos testigos presenciales que pueda haber. Su finalidad es llegar a las retinas de cuantas más personas mejor. 

Por eso, por pocos que sean y por poco que puedan hacer, siempre estarán acompañados de cámaras que registrarán sus acciones. De forma que les pueda servir como publicidad a través de Internet y las redes sociales. 

En esta clave debemos entender la importancia dada a los atuendos, que siempre serán iguales para ofrecer esa imagen corporativa potente, con nombres y logotipos que sean perfectamente identificables. 

Es el caso de la Iglesia de la Cienciología, con su entidad pantalla de "ministros voluntarios", que destaca sobremanera por el color amarillo escogido para sus abrigos y camisetas. Se las apañan para llegar muy pronto a los escenarios de las catástrofes. Aunque está documentado que en muchas ocasiones solo han ido para hacerse las fotos y no han ayudado más.

- ¿Sabe si los donativos que recolectan se usan para los afectados?

En cuanto al dinero, lo más habitual es que ni un euro de la organización acabe destinado a acciones solidarias. Como mucho, lo único que hará la secta será destinar dinero de los adeptos recogido en ese momento para alguna ayuda puntual. 

En definitiva, la secta se aprovecha de los recursos y del tiempo de sus seguidores para esos pequeños actos de propaganda disfrazada de solidaridad. Pero no olvidemos que a la secta no le interesa ayudar a nadie, sino solo al propio grupo.

- ¿Cómo consiguen nuevos adeptos en una tragedia como la de la DANA?

El procedimiento de captación en estas situaciones de especial sufrimiento es muy sencillo. Pretenden deslumbrar a la gente con una actitud de servicio y solidaridad. De forma que los beneficiarios de la ayuda u otros testigos de la misma se interesen por la organización a la que pertenecen esos supuestos voluntarios. 

Lo siguiente será invitar a conocer la sede o a participar en alguna reunión del grupo, algún curso u otra actividad que sirva como enganche.

- ¿Sensibilizan para manipular a las personas y conseguir adeptos?

Son expertos en el arte de tocar la fibra sensible. El componente emocional es fundamental, tanto en los métodos de captación como en los de manipulación y adoctrinamiento.

Frente a un mundo en crisis, un planeta peligroso o una humanidad descontrolada, la secta se presenta como un remanso de paz, la promesa del paraíso o la sociedad perfecta. Solo desde ahí, aseguran, podrá hacerse un mundo mejor, e incluso, según ellos, podrían acabar estas catástrofes.

 - ¿Qué le parece que las sectas busquen sacar rédito de una situación como esta?

Creo que es muy necesario desenmascarar estas estrategias. Hay que ayudar a la gente a tener un planteamiento crítico ante las cosas que se nos cuentan. 

No es oro todo lo que reluce, y en el mundo de las sectas tenemos que ser muy hábiles y lúcidos para ir más allá de la superficie, más allá del escaparate. Y discernir si hay una trastienda que dista mucho de esa bondad mostrada y presumida. 

Es vergonzoso que haya grupos y personas que se aprovechen del sufrimiento de las personas. En lugar de buscar el bien para las víctimas y para los que sufren, solo buscan su propio provecho, su crecimiento y enriquecimiento.