El futuro de PortAventura: Qué va a pasar con su venta al cumplir su 30 aniversario

PortAventura  anunció hace unos días los fastos por su 30 aniversario, que incluyen nuevos shows y guiños al pasado. El resort turístico tarraconense se ha consolidado como gran motor económico de la Costa Dorada. Este negocio acoge 5 millones de turistas y genera 4.000 puestos de trabajo. 

En los próximos días la compañía dará a conocer sus datos de 2024, que podrían estar lastrados por el accidente que afectó en febrero a 17 pasajeros del tren del Tomahawk. Cabe recordar que en 2023 recibieron a 5,5 millones de turistas (lo cual supuso un récord tras crecer el 7,8%). 

La dinámica positiva bajo la dirección de Álex Cruz, exCEO de British Airways o Vueling, ahuyenta los rumores de venta. Los actuales propietarios son Investindustrial (de la familia de origen italiano Bonomi, con un 50,1% del negocio) y el fondo americano KKR (con el 49,9%).

Ambas compañías encargaron a JP Morgan a finales de 2023 que intentase cerrar la desinversión por alrededor de 1.000 millones de euros. El gran favorito para hacerse con el parque era la compañía americana Universal. Compañia que participó hasta 2004 en el accionariado del negocio. 

La familia norteamericana Bonomi, antigua dueña de Aston Martin o Ducati, vio ampliada el pasado año su influencia hotelera. Fue gracias a un acuerdo con los dueños del Hotel Dorada Palace (Salou) para que gestionasen sus 300 habitaciones. Con esta operación el negocio alcanzó las 3.000 habitaciones bajo su influencia. 

Cabe recordar que en los últimos dos años PortAventura compró dos hoteles fuera de los dominios del parque. Fueron el Atenea Aventura de Vilaseca (hoy Hotel Vilacentric) y el emblemático Hotel Pirámide de Salou, reformado en 2023. 

Treinta años de vida

La Caixa impulsó PortAventura en 1995 sin sopesar quizá la importancia de este negocio en Tarragona, ya que genera alrededor de 40.000 puestos de trabajo. El parque de atracciones del emblemático Dragon Khan quiere seguir creciendo. Y hace unos años lo intentaron de la mano del polémico HardRock, que iba a lanzarse en parte de sus terrenos. 

El antiguo CEO de PortAventura, David García, pedía el desbloqueo del gran casino frenado por partidos como Catalunya en Comú.  "Si el país quiere ser un líder en entretenimiento tiene que invertir. No es crecer por crecer ni que la Generalitat nos dé permiso para ello. Se trata de que haya una apuesta internacional para convertir España en el primer país de Europa en turismo y entretenimiento", aseguraba. 

"Queremos ser más grandes que Disney algún día. Tenemos el espacio, pero insisto en que tiene que venir la inversión detrás para que haya visitas. Nuestros accionistas (Investindustrial con el 51% y KKR con el 49%) tienen pulmón financiero para ello, pero, además, debe haber ambición a nivel nacional de hacerle competencia a Francia", añadió. 

El PSC y el HardRock

El PSC lidera la Generalitat y ahora guarda silencio. Pero en la oposición era proclive a un proyecto que contempla edificios de 75 metros de altura en un espacio de 30.000 metros cuadrados. También incluye casinos y salas de apuestas. Algunas formaciones políticas creen que contribuiría a aumentar la ludopatía. 

"Tengo la esperanza de que los promotores del Hard Rock den marcha atrás", llegó a asegurar el anterior consejero de Salud catalán, Manel Balcells. El sindicato Comisiones Obreras también protestó por el proyecto. 

También se quejó la plataforma Aturem Hard Rock. Afirmó que "la Generalitat necesitaba retener a Hard Rock, así que hizo un plan urbanístico a la medida de sus intereses. Cambiaron la ley para concederles una licencia de casino. En fin, hicieron lo que les dio la gana". 

No es la primera vez que los negocios ligados a PortAventura provocan conflictos políticos. Varios medios aseguraron a mediados de los 90 que el divorcio entre el expresident Jordi Pujol y Javier de la Rosa se produjo porque CiU dejó fuera del negocio al empresario.