
Moncloa mueve ficha en el Grupo Prisa: Quién es el magnate checo que quiere comprarlo
Daniel Křetínský podría pagar 750 millones para atar la línea editorial de la SER y El País a la izquierda española
La guerra entre Joseph Oughourlian y La Moncloa podría finalizar con tregua hasta 2027 si el PSOE no logra que un magnate desembolse 750 millones de euros por comprar la Cadena SER y El País, tal y como desea el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Una de las figuras con las que se ha contactado es Daniel Křetínský, empresario checo de perfil discreto, que se ha consolidado como uno de los grandes nombres del capitalismo europeo. A sus 49 años, controla un vasto imperio energético, industrial y mediático que abarca buena parte del continente. Ahora, su nombre suena con fuerza como candidato a hacerse con el control de dos piezas clave del grupo Prisa.

El movimiento no es nuevo en su estrategia. Křetínský lleva años construyendo una posición de influencia en el panorama mediático europeo. En Francia es accionista de referencia en el grupo Le Monde y posee Marianne y Elle. En Alemania tiene una parte del gigante ProSiebenSat.1. En Reino Unido, entró en The Royal Mail y en el grupo que edita The Daily Telegraph. Y ahora, podría desembarcar en uno de los principales grupos de medios de habla hispana.
Del derecho al gas y hasta el poder blando
Abogado de formación y con orígenes en el entorno político checo (su padre fue diplomático y su madre juez constitucional), Křetínský saltó al mundo empresarial a través del sector energético. Fundó el holding EPH (Energetický a průmyslový holding), que en pocos años se convirtió en uno de los principales operadores de carbón, gas y electricidad en Europa Central y Occidental.
A partir de ahí, diversificó. Compró participaciones en supermercados (Metro, Casino), logística y deportes (es propietario del Sparta de Praga y accionista del West Ham United). Y en los últimos años, ha hecho una fuerte apuesta por los medios de comunicación. Su objetivo no es únicamente financiero: Křetínský entiende el papel estratégico de la información como vehículo de influencia.
Perfil bajo, movimientos calculados
A diferencia de otros magnates, evita el foco mediático. No suele conceder entrevistas, no tiene redes sociales y rara vez aparece en eventos públicos. Pero su capacidad de negociación y su red de contactos políticos y empresariales lo convierten en clave en los grandes movimientos de capital del continente. Tiene fama de eficaz, paciente y extremadamente meticuloso.

Su entrada en Prisa podría representar un cambio sustancial en el equilibrio mediático de España. Si la operación prospera, asumiría el control de El País, buque insignia del progresismo español, y de la Cadena SER, líder de la radio generalista. Ambos son pilares fundamentales de la opinión pública del país.
Un comprador bien visto en los mercados
En los últimos meses, Prisa ha buscado fórmulas para reestructurar su deuda y dar entrada a nuevos socios. La figura de Křetínský aparece como ideal para algunos dentro del grupo: tiene músculo financiero y experiencia en medios. Su entrada permitiría garantizar la estabilidad del grupo sin recurrir a fondos especulativos ni a actores con agendas partidistas claras.
La operación implicaría que El País y la SER mantengan su línea editorial favorable al Gobierno. Su visión pragmática del negocio le lleva a alinear las redacciones con entornos estables y previsibles. En Francia ha sido criticado por su cercanía al poder económico. En Reino Unido ha evitado interferencias públicas, pero ha respaldado líneas editoriales moderadas.
¿Un nuevo Berlusconi europeo?
Algunos analistas ya lo llaman el 'Berlusconi del Este', aunque sus estilos no podrían ser más diferentes. Křetínský no aspira a ser una figura política, pero sí a construir un ecosistema mediático que le garantice influencia, protección y proyección internacional. La compra de El País y la SER reforzaría su posición como actor de primer nivel en el espacio público europeo y latinoamericano.
Si la operación se cierra, España asistirá al desembarco de un nuevo jugador global. Un empresario que, sin levantar la voz ni salir en los titulares, podría pasar a tener una influencia decisiva en la formación de opinión pública.
Prisa sigue pesando mucho en España y también es noticia por varios movimientos.
Oughourlian y Gil restauran a Fran Llorente por sorpresa
El periodista Fran Llorente es conocido, entre otras cosas, por impulsar la etapa más reconocida de los servicios informativos de TVE durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. También por ser director de Prisa Vídeo hasta su polémico relevo hace dos meses junto a su protegido, José Miguel Contreras. Ahora, Llorente ha regresado a Prisa con el objetivo de asumir el liderazgo de la Cadena SER, relevando a Montserrat Domínguez como directora de Contenidos.

El grupo confirmó anteayer que la decisión se enmarca dentro de una reestructuración de perfiles estratégicos. Esta medida ha sido impulsada por la nueva CEO de Prisa Media, Pilar Gil. Para ello ha contado con el respaldo del presidente no ejecutivo, Joseph Oughourlian, máximo accionista del grupo a través del fondo Amber Capital.
Fran Llorente vuelve así al centro del escenario mediático tras años de actividad más discreta. Su etapa al frente de TVE (2004-2012) fue reconocida por devolver credibilidad y pluralismo a los informativos de la cadena pública. Bajo su dirección, el 'Telediario' recuperó el liderazgo de audiencia y ganó prestigio por su independencia editorial. Su labor se produjo en una época marcada por la aprobación del Estatuto de RTVE y la despolitización del ente público.
La llegada de Llorente coincide con un contexto tenso en la radio española. A pesar de seguir liderando la audiencia en el sector generalista, la SER ha perdido cuota frente a COPE. La renovación de su dirección de contenidos puede interpretarse como un intento por acercarse al Gobierno tras varias semanas de Guerra. Y también plantar cara al avance del hegemónico relato conservador en las ondas.
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