
Así es Pilar Gil, que sale reforzada por su valedor Oughourlian en la Junta de PRISA
Oughourlian promociona a su gran amiga Pilar Gil como eje financiero y editorial del grupo ante la tensión con Moncloa
Uno de los nombres que sale más reforzado de la reciente junta general de accionistas de PRISA, celebrada este miércoles, es el de Pilar Gil.Considerada la mano derecha de Joseph Oughourlian no solo en el grupo mediático, sino también en el Real Zaragoza, donde ambos comparten responsabilidades estratégicas. Ahora, Gil se consolida como una de las figuras clave del nuevo ciclo que se abre en la compañía.
Su papel será fundamental en la gestión que Oughourlian acaba de blindar. Tanto en el plano financiero como en la dirección ejecutiva y editorial del grupo.
La consolidación de Gil en la cúpula de PRISA coincide con un momento crítico. La empresa, editora de El País y la Cadena SER, se halla inmersa en tensiones con el Gobierno de Pedro Sánchez y afronta el desafío de reducir una abultada deuda. Factores que otorgan a la nueva directiva un papel clave en la estrategia empresarial y editorial del grupo.
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por ICADE y con formación ejecutiva (PDD) en IESE, Pilar Gil inició su carrera profesional en banca y auditoría. Trabajó en Chase Manhattan Bank, especializándose en mercados internacionales, y posteriormente en Arthur Andersen como auditora de empresas.

Su salto al Grupo PRISA se produjo en el año 2000, cuando fue fichada para pilotar la salida a Bolsa de la compañía. Desde entonces ha participado en todos los hitos financieros del grupo, involucrándose en refinanciaciones, ampliaciones de capital y la elaboración del actual plan estratégico. Asimismo, lideró el primer Capital Markets Day de PRISA, reflejo de su enfoque orientado a los mercados e inversores.
Tras dos décadas en la empresa, su oportunidad llegó de la mano de su gran amigo Joseph Oughourlian, máximo accionista de PRISA a través del fondo Amber Capital. En mayo de 2021, Oughourlian -recién asumido el cargo de presidente tras la salida de Javier Monzón- la nombró jefa de Gabinete y responsable de relaciones con inversores.
A partir de ahí, la economista madrileña encadenó ascensos. En 2022 fue promovida a directora financiera del grupo, posición desde la cual se encargó de “domar la millonaria deuda” de la editora.
En febrero de 2023 ingresó en el consejo de administración como consejera ejecutiva, y en junio de ese año fue elegida vicepresidenta del consejo. Esta rápida progresión en puestos clave evidencia para muchos la confianza y cercanía que Oughourlian deposita en ella.
El rol de Gil en el plan de PRISA
Actualmente, Pilar Gil suma a sus funciones financieras la gestión ejecutiva de las dos principales divisiones de PRISA. Tras la dimisión de Carlos Núñez como consejero delegado de PRISA Media el pasado febrero, Gil asumió interinamente las riendas de la división de medios.
Al mismo tiempo, fue designada consejera delegada del diario 'El País'. Cargo de nueva creación con el que Oughourlian busca tener control directo sobre la cabecera emblemática del grupo. De este modo, El País dejó de estar tutelado por José Miguel Contreras -productor televisivo afín al PSOE-. Una figura que hasta entonces influía en la dirección editorial del diario por encargo de Moncloa, según fuentes de la compañía.

La centralización del poder ejecutivo en Pilar Gil marca el fin de la bicefalia en PRISA (coexistían un CEO para medios y otro para educación). También refuerza un liderazgo unificado bajo la órbita de Oughourlian.
Según fuentes conocedoras citadas por The Objective, el presidente no ejecutivo buscó con esta decisión “asegurar un núcleo de control dentro del consejo... para hacer frente a los rebeldes afines al Gobierno que quieren apartarle de la compañía”.
Pilar Gil, entre las finanzas y la confianza de Oughourlian
Dentro de PRISA, Pilar Gil es reconocida por su profundo conocimiento del grupo y por su enfoque en la estabilidad financiera. Ella misma ha señalado que haber comenzado “desde abajo” en la empresa le permitió conocer a fondo las “tripas” de la compañía.
De hecho, la reducción del apalancamiento financiero ha sido su gran misión reciente. Una misión aún incompleta pero que avanza. PRISA arrastra unos 700 millones de euros de deuda aunque logró recortar sus pérdidas a 11,6 millones en 2024 (un 64% menos que el año anterior). La carga financiera sigue asfixiando al grupo.
Para afrontarlo, la compañía prepara un nuevo plan estratégico a tres años, en el que la “economista y amiga” Pilar Gil será pieza clave. Bajo su batuta financiera, se espera consolidar la mejora operativa sin renunciar a inversiones estratégicas.
El estilo de gestión de Gil se caracteriza por la prudencia en la inversión y la búsqueda de eficiencia, alineado con la visión de Oughourlian. Ambos comparten la convicción de que PRISA debe reforzar sus negocios principales (prensa, radio y educación) antes que embarcarse en aventuras costosas.

Esta sintonía quedó patente en la reciente polémica por el lanzamiento de un nuevo canal de televisión impulsado desde Moncloa. Gil respaldó la negativa de Oughourlian a invertir en dicho proyecto, advirtiendo en el consejo de administración del “riesgo” financiero que suponía para la empresa adentrarse en la televisión tradicional.
“Invertir en 2025 en una cadena de TDT no me parece un proyecto de futuro... llega muy tarde”, llegó a sentenciar Oughourlian en una entrevista. Todo al explicar por qué PRISA renunciaba a pujar por la licencia televisiva que preparaba el Gobierno.
Pilar Gil comparte con él esta tesis y actuó como su mano derecha en ese debate, frenando un plan que consideraban temerario dados los números rojos del grupo. Esta cercanía profesional y estratégica le ha valido a Gil la reputación de ser la persona de mayor confianza del presidente de PRISA.
No en vano, Oughourlian la ha promocionado repetidamente y hasta le confió en 2024 una curiosa tarea extramediática. Fue nombrada consejera del Real Zaragoza de fútbol, club donde el inversor francés participa accionarialmente. Una muestra más de la estrecha amistad que los une dentro y fuera de los despachos.
El pulso con el Gobierno
La ascensión de Pilar Gil coincide con un momento de tormenta interna y de redefinición del rumbo editorial en PRISA. Su jefatura financiera y ejecutiva se inscribe en la “toma de poder” absoluta de Joseph Oughourlian en el grupo, un movimiento que ha generado tensiones con parte del consejo de administración y, especialmente, con el entorno del Gobierno de Pedro Sánchez.
En este contexto de pulso entre Moncloa y PRISA, el rol de Pilar Gil adquiere también una dimensión editorial y simbólica. Por un lado, su nombramiento busca reforzar la independencia del diario El País y de la Cadena SER frente a injerencias externas.

Oughourlian, al asumir la presidencia de El País con Gil como consejera delegada, proclamó que “es más necesario que nunca” mantener los valores fundacionales del periódico y su “cerrada defensa del periodismo de calidad, pese a las presiones de todo tipo”.
Fuentes cercanas sugieren que la cúpula de PRISA apuesta por marcar distancia del poder político y recuperar credibilidad reforzando una línea editorial independiente. De hecho, el propio Oughourlian publicó en marzo una tribuna en El País advirtiendo que, 50 años después de la muerte de Franco, sería “inaceptable” caer en la tentación de que desde el poder alguien intentara “adueñarse de un medio de comunicación independiente” utilizando medios estatales. Aunque no mencionó directamente a Pedro Sánchez, el mensaje fue entendido como un reproche frontal al Gobierno.
Los desafíos de Pilar Gil
La llegada de Pilar Gil a la dirección financiera y ejecutiva de PRISA es valorada por analistas como una apuesta por la profesionalización y la estabilidad en un momento de incertidumbre. Su perfil técnico-financiero aporta rigor en la gestión de la deuda y en la relación con inversores, aspectos cruciales dado que los mercados han seguido de cerca la “guerra” accionarial en el grupo.
Bajo su gestión, PRISA prevé seguir mejorando sus resultados operativos y podría acometer desinversiones o alianzas para aliviar pasivos, sin perder de vista la transformación digital que demanda el sector. Gil ya ha demostrado mano firme al priorizar proyectos sostenibles: la cancelación del canal de TV proyectado evitó a PRISA un gasto inicial de 20 millones de euros en plena incertidumbre publicitaria. Decisión aplaudida por los accionistas más preocupados por la rentabilidad.

En lo interno, la nueva directora financiera deberá también gestionar la cohesión de una compañía sacudida por luchas de poder. Su ascenso, estrechamente ligado a Oughourlian, genera recelos en algunos sectores tradicionales de PRISA y entre los representantes del ala “progubernamental” del accionariado.
No obstante, en la última junta de accionistas, Gil recibió un espaldarazo casi unánime. También fue la única directiva con aumento salarial (un 15% más) en 2024. Señal del respaldo de Amber Capital y de la confianza en su labor, aunque dicha subida provocó discrepancias menores en el consejo. A sus 52 años, Pilar Gil combina la lealtad indiscutida a quien controla el 30% de PRISA con la tarea de convencer al resto de accionistas de que su gestión beneficiará al conjunto.
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