
La 'maniobra' de Botín contra el BBVA: Qué esconde su compra de la filial del Sabadell
Los movimientos de la presidenta del Banco Santander dificultan los planes de Torres en su OPA y 'dan aire' al Sabadell
Josep Oliú ha decidido meter en el bolsillo de sus accionistas 2.500 de los 3.100 millones que el Banco Sabadell va a obtener de la venta de su filial británica TSB al Banco Santander. La entidad de crédito presidida por Ana Patricia Botín lanza un capote al banco vallesana contra su rival BBVA. Mientras, recupera fuerza a nivel global después de vender su filial polaca por 7.000 millones.
Pese a ello, resulta curiosa esta operación firmada por Botín, que acaba de anunciar el cierre de casi un centenar de oficinas y el despido de 750 trabajadores en Reino Unido.
Los accionistas del Sabadell se embolsarán dividendos (este año está previsto que alcancen los 3.800 millones). Y calmarán el 'hambre' existente en algunos de vender el banco en favor del BBVA, cuya OPA ha sido torpedeada por la Moncloa con una serie de restricciones.

El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, ha asegurado que el macrodividendo no será cobrado por los accionistas del Sabadell si acuden a la OPA del BBVA. Esta estrategia de presión se une a la que formalizó Oliú de retornar fiscalmente el banco a Cataluña tras el procés.
La compra de TSB por parte del Banco Santander ha sido interpretada como un "movimiento estratégico" de Ana Patricia Botín. La banquera hace un favor a Josep Oliú en plena batalla por el control del Banco Sabadell. La operación, como era de esperar, ha causado cierto enfado en las filas del BBVA.
Dividendo extraordinario
La operación permite al Banco Sabadell embolsarse una suma importante: 3.100 millones de euros. De estos, 2.500 millones irán directamente al bolsillo de sus accionistas en forma de dividendo extraordinario. Este reparto encaja dentro de una estrategia defensiva que pretende blindar al banco frente al intento de absorción del BBVA.
"Esta operación es beneficiosa para la entidad y sus accionistas. Ya que supone una fuerte creación de valor, que permitirá repartir un dividendo extraordinario. Y, al tiempo, mantener nuestro nivel de capital por encima del 13%", ha afirmado el presidente del Sabadell, Josep Oliú.
El banquero ha dejado claro que esta transacción "favorece a nuestros accionistas independientemente de la existencia de la OPA". En ese sentido, añadió que "si la Junta General la aprueba, se llevará a cabo aunque la OPA decaiga".

El Banco Sabadell quiere reforzar su posición como entidad independiente y rentable. En palabras del propio Oliú, "Banco Sabadell es una entidad muy focalizada en nuestro país. Con la mayor rentabilidad por dividendo de la banca española. Con la mejor evolución bursátil de los últimos cuatro años y medio. Con un gran futuro en solitario al servicio de nuestros clientes. Y es fundamental para el equilibrio del sistema financiero español".
Por su parte, el consejero delegado, César González-Bueno, ha destacado que "se trata de una oportunidad estratégica que no podíamos dejar pasar. Ya que supone la venta de TSB a un múltiplo sobre su valor en libros muy atractivo". En su opinión, el acuerdo con el Banco Santander refleja el buen trabajo de la entidad para sanear y reposicionar su filial británica, que durante años fue vista como una carga.
Con la venta de TSB, el Sabadell quiere centrarse exclusivamente en su negocio en España. "A partir de ahora centraremos nuestra estrategia en España. Tenemos una gran capacidad de crecimiento tanto en negocio como en evolución bursátil", ha recalcado González-Bueno.
Botín condiciona la operación
El movimiento de Botín no solo refuerza su apuesta internacional, sino que también introduce una nueva dinámica en el conflicto entre Sabadell y BBVA. La operación se produce en plena tensión con el Gobierno español, que ha introducido restricciones y trabas regulatorias a la OPA lanzada por BBVA.
Esto ha sido interpretado como una forma de torpedear dicha operación desde la Moncloa. Los accionistas del Sabadell, mientras tanto, ven cómo se consolida una alternativa creíble y lucrativa a la venta al BBVA.

La estrategia es clara. Reforzar el atractivo de seguir con un Sabadell independiente, bien capitalizado y centrado en el mercado español. Además, se suma otro factor político: la decisión de retornar la sede fiscal del banco a Cataluña. La medida promovida por Oliú tras el procés ha tenido buena acogida en amplios círculos económicos y políticos.
En el fondo, esta compra también es una jugada aplaudida por parte de Ana Patricia Botín para reforzar su posición internacional sin asumir riesgos excesivos. TSB ha sido una entidad reestructurada y saneada por Sabadell. Lo cual permite al Santander consolidarse en Reino Unido con una base ya establecida y con potencial de sinergias. Eso sí, algunos analistas creen que el Santander "paga un ligero sobreprecio con tal de dañar al BBVA".
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