
Golpe a la farmaceútica israelí Teva: El boicot sanitario tumba sus interes en España
200 profesionales vascos han desatado un debate al pedir que no se compren productos a esta polémica compañía israelí
Una carta firmada por cerca de 200 profesionales sanitarios del Hospital Universitario de Cruces en Barakaldo ha desatado un debate en el sector farmacéutico. El documento, dirigido a la Dirección del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), solicita la retirada inmediata de los medicamentos fabricados por la farmacéutica Teva. Los trabajadores alegan las "inclinaciones sionistas" de la compañía.
Las empresas rusas llevan varios años sufriendo boicots por la guerra de Ucrania. Pero este bloqueo no está siendo sufrido por compañías de Israel. El estado liderado por Benjamín Netanyahu ha perpetrado un genocidio contra Palestina que ha provocado 55.000 muertes, más de 15.000 de ellas, niños y niñas.
Cabe recordar que en 2024 la Comisión Europea impuso una multa superior a 460 millones de euros al laboratorio por prácticas consideradas anticompetitivas. Fue por intentar prolongar indebidamente la protección de la patente de su tratamiento contra la esclerosis múltiple y obstaculizar la entrada al mercado de un fármaco alternativo desarrollado por otra compañía.
La nueva directora general de Teva intenta capear la situación
La nueva directora general de Teva España, Marta González Casal, intenta capear el temporal tras apenas 6 meses en el cargo. Ingeniera industrial por la Universidad Pontificia Comillas (ICAI), González Casal cuenta con una amplia trayectoria en el sector farmacéutico. Ha desempeñado roles de liderazgo en empresas como IQVIA y en diversas divisiones de Teva tanto en España como en el ámbito europeo.
Sin embargo, la llegada de González Casal al máximo cargo en Teva España ha coincidido con un aumento en las críticas públicas hacia la compañía. Estas, por parte de colectivos sociales, profesionales sanitarios y organizaciones pro derechos humanos. Las críticas no se dirigen directamente contra ella. Pero sí sitúan su liderazgo en un contexto polémico donde las decisiones empresariales y los principios éticos se cruzan de manera inevitable.

La respuesta por parte de Teva no se ha hecho esperar. En declaraciones a Redacción Médica, intentan lavarse las manos y ni siquiera condenan el genocidio. "No tenemos el monopolio ni en Israel ni en Cisjordania".
Los firmantes, en su mayoría pertenecientes al servicio de Urgencias Generales del hospital, piden dejar de utilizar productos específicos como el fremanezumab, indicado para la prevención de migrañas en adultos. Y también la sapropterina, destinada al tratamiento de la hiperfenilalaninemia, y el trióxido de arsénico, utilizado en casos de leucemia.
Desde Teva, cargan contra el cese del suministro. "No contemplamos la retirada de nuestros productos. Al contrario, mantenemos nuestro compromiso con los pacientes para garantizar el acceso continuado a tratamiento".
La compañía también advierte que un boicot a Teva podría tener consecuencias directas sobre la salud de los pacientes. Pero algunas instituciones ya buscan alternativas. El Gobierno de Navarra va a revisar todos sus contratos con empresas israelíes. Y romperá los que no pongan en peligro a ningún ciudadano de la Comunidad Foral.
Teva Pharmaceutical Industries: presencia global, origen israelí
Teva es una multinacional farmacéutica con sede en Israel, líder global en medicamentos genéricos y con una fuerte presencia en tratamientos neurológicos, respiratorios y oncológicos. Fundada en 1901, la compañía opera en más de 60 países y proporciona productos a millones de personas en todo el mundo. Su influencia en la industria es indiscutible, y también lo es su peso económico. Cotiza en la Bolsa de Nueva York y es una de las compañías farmacéuticas más grandes por volumen de producción.
En España, Teva cuenta con varias instalaciones, incluyendo su sede en Madrid y un centro logístico y de producción en Zaragoza. Además, controla marcas como Ratiopharm y Davur, ampliamente conocidas en el ámbito de la medicina genérica.
Controversia y boicot: el papel de Teva en el conflicto palestino-israelí
En los últimos meses, el nombre de Teva ha sido mencionado con frecuencia en el marco de la campaña internacional BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones). La misma tiene como objetivo ejercer presión económica sobre el Estado de Israel para frenar las violaciones de derechos humanos contra el pueblo palestino.
Teva ha sido señalada por organizaciones como Health Workers for Palestine (HW4P) por su presencia en asentamientos israelíes en territorios ocupados en Cisjordania y por su contribución fiscal al Estado israelí. Según estos colectivos, al operar desde estos asentamientos y al mantener vínculos económicos con el Gobierno israelí, la empresa se convierte en cómplice del apartheid y del genocidio.

En España, estas denuncias han cobrado fuerza en 2024 y 2025. Se han llevado a cabo protestas frente a instalaciones de Teva, como la que tuvo lugar en Zaragoza. En la misma, activistas desplegaron pancartas y leyeron comunicados exigiendo la desvinculación del sistema sanitario español de la farmacéutica. También se han distribuido materiales informativos dirigidos a profesionales sanitarios, farmacéuticos y pacientes. Estos instan a dejar de prescribir o consumir productos de Teva y sus filiales.
Marta González Casal en el ojo del huracán
Hasta la fecha, Marta González Casal no ha hecho declaraciones públicas en relación con estas acusaciones. Ni tampoco ha emitido una postura oficial desde su posición como directora de Teva España.

El caso de Teva plantea preguntas incómodas sobre los límites entre lo empresarial y lo político. ¿Es legítimo que una compañía global con sede en un país en conflicto grave continúe operando con normalidad en mercados occidentales?
En un momento en el que el genocidio no parece tener fin, el silencio se intrepreta como complicidad en amplios sectores de la sociedad.
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