
El expresidente Zapatero a sus 65 años: Un 'lobista' de influencia y negocios boyantes
Entre Huawei, Whathefav y el GATE Center, el exlíder del PSOE gana poder y sitúa también a sus dos hijas en Venezuela
Este lunes el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero cumple 65 años. Quince años después de dejar la Presidencia, su figura sigue muy presente tanto en el ámbito internacional como en la política española.
En el último año, su exposición mediática ha aumentado, consolidándose como uno de los expresidentes más activos. Ha ofrecido entrevistas, participado en actos públicos y ejercido un papel destacado en campañas del PSOE. Especialmente en las elecciones generales de julio de 2023, cuando se convirtió en uno de los principales apoyos simbólicos para Pedro Sánchez.
En paralelo, en los últimos años ha reforzado su perfil como mediador internacional. Continúa implicado en los procesos de diálogo en Venezuela, donde mantiene una relación fluida con el Gobierno de Nicolás Maduro y sectores de la oposición.

Su presencia frecuente en Caracas, y su defensa de soluciones negociadas al conflicto venezolano, le han valido críticas por su supuesta afinidad con el chavismo. Zapatero niega cualquier implicación económica en el país y califica como "infundadas" las acusaciones sobre posibles beneficios personales.
También ha dado de qué hablar su relación con el gobierno de China. Más aún después de que se conociera que el Ministerio del Interior adjudicó a Huawei un contrato de 12,3 millones de euros para gestionar y almacenar las escuchas judiciales de la Policía y la Guardia Civil.
Zapatero pone en prática lo que ya publicó en el ensayo "La solución pacífica". Donde propone una vía europea para resolver conflictos internacionales sin recurrir al rearme. El libro subraya la necesidad de que Europa recupere un papel activo en la diplomacia y plantea incluso la creación de un "ejército de pacificadores" que actúe en zonas de conflicto.
Paralelamente, tanto su mujer Sonsoles Espinosa como sus hijas Laura y Alba también han dado de qué hablar.
Una segunda vida pública: Centros de pensamiento y diplomacia
Desde el fin de su mandato, Zapatero ha sabido construir una segunda vida política alejada de los focos pero cargada de influencia. Participa en foros, conferencias y centros de pensamiento, como el GATE Center, del que actualmente es presidente del consejo asesor.
Su presencia es habitual en actos vinculados a la diplomacia cultural, los derechos humanos y el multilateralismo.
También ha mantenido vínculos con iniciativas internacionales de carácter progresista. Participa en encuentros con dirigentes de América Latina y organizaciones internacionales.
Zapatero ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por el auge de la extrema derecha y el deterioro del discurso democrático. Bajo su punto de vista, es fundamental el refuerzo de organismos multilaterales como la ONU o la Unión Europea.
Vida personal: Entre Madrid y Lanzarote, en familia
En lo personal, Zapatero mantiene una vida tranquila en Madrid junto a su esposa, Sonsoles Espinosa. En 2019, la pareja adquirió una vivienda en Valdemarín, una de las zonas más exclusivas de la capital. En 2024 amplió su patrimonio con un nuevo chalé en la urbanización Puerta de Hierro.
Además, conservan una casa en Lanzarote, adquirida en 2017, donde disfrutan de estancias vacacionales alejados de la prensa.

El expresidente ha reiterado en varias ocasiones que su prioridad es la tranquilidad familiar, especialmente ahora que es abuelo. Su hija mayor, Laura, fue madre en 2022, inaugurando una nueva etapa para el matrimonio Zapatero-Espinosa.
Se les ha visto en eventos privados en Lanzarote y en entornos culturales de Madrid, siempre evitando cualquier protagonismo innecesario.
Sonsoles Espinosa: Música y discreción
Sonsoles Espinosa, conocida por su discreción, ha retomado su carrera musical tras su paso por La Moncloa. Profesora de canto y soprano, ha formado parte del coro del Teatro Real y actuado en escenarios internacionales.

A diferencia de otras primeras damas, evitó el protagonismo mediático y ha mantenido esa línea desde que su marido dejó el poder. Solo aparece en público en eventos puntuales y sigue volcada en la docencia musical, compaginando su trabajo con la vida familiar.
En entrevistas concedidas antes y durante el mandato de su marido, Espinosa siempre se ha mostrado reacia a ocupar un rol institucional. Siempre ha reivindicado su independencia profesional y su deseo de mantener la intimidad familiar al margen de la exposición política.
Laura y Alba Zapatero: Emprendimiento y polémica empresarial
Las hijas del matrimonio, Laura y Alba, han conseguido mantenerse al margen de la vida política de su padre. Aunque en los últimos años han saltado a la actualidad y la polémica por su faceta como emprendedoras.
Ambas dirigen la agencia de comunicación digital Whathefav, especializada en creación de contenidos y e-sports. Fundada en 2019, la empresa ha crecido de forma notable, superando los 400.000 euros en ingresos anuales. Sus servicios incluyen campañas de marketing, producción audiovisual y colaboraciones con influencers.
Sin embargo, su éxito se ha visto empañado por ciertas polémicas. Su primer socio, Víctor García, había estado imputado en un caso de corrupción en Canarias (aunque fue finalmente absuelto). Por otra parte, la expansión de la empresa en Venezuela coincidió con los viajes de Zapatero al país, lo que ha despertado suspicacias.

También ha llamado la atención la relación comercial de la agencia con Huawei. Justo en el momento en que Zapatero abogaba por la inclusión de la empresa china en el desarrollo del 5G en España.
Aunque no se han probado ilegalidades, sectores de la oposición y medios críticos han sugerido que el expresidente podría estar facilitando contactos para favorecer indirectamente los negocios de sus hijas.
La familia ha evitado pronunciarse públicamente sobre estas cuestiones. Alegan que se trata de iniciativas privadas sin vinculación con la actividad institucional de Zapatero.
Los orígenes: De León al Congreso
Más allá de su vida actual, la historia de Zapatero está marcada por sus orígenes en León y una trayectoria política precoz. Nació en Valladolid en 1960 pero se crió en León, donde su padre ejercía como abogado.
Su abuelo paterno, Juan Rodríguez Lozano, fue capitán republicano fusilado al inicio de la Guerra Civil por negarse a apoyar el alzamiento franquista, un hecho que marcó profundamente a la familia y al propio Zapatero. El testamento de su abuelo, redactado antes de su ejecución, ha sido citado por el expresidente como inspiración para su compromiso con la justicia social.
Estudió Derecho en la Universidad de León, donde conoció a Sonsoles, y con apenas 26 años se convirtió en diputado por el PSOE. En el año 2000 accedió a la Secretaría General del partido, tras imponerse contra pronóstico a José Bono en el Congreso de Lázaro Cárdenas. En 2004 ganó las elecciones generales tras los atentados del 11-M y la posterior gestión del Gobierno de Aznar, y se convirtió en el quinto presidente de la democracia.

Durante su mandato impulsó reformas sociales de gran calado, como la legalización del matrimonio igualitario, la ley de violencia de género, la ley de igualdad o la ley antitabaco. Apostó por una política exterior basada en el multilateralismo, retiró las tropas de Irak y contribuyó al final de la violencia de ETA.
También puso en marcha iniciativas como la Ley de Memoria Histórica y la reforma del Estatuto de Cataluña, que marcaron un punto de inflexión en el debate territorial.
Sin embargo, su segundo mandato estuvo marcado por la crisis económica de 2008, que deterioró su imagen pública y provocó su retirada de la primera línea en 2011. Reconoció haber subestimado la magnitud de la crisis, y su Gobierno fue criticado por las medidas de ajuste y recortes adoptadas bajo presión internacional.
Hoy, José Luis Rodríguez Zapatero es una figura polémica para algunos y referencial para otros. No ha dejado la política, pero la ejerce desde otros espacios: el análisis, la mediación internacional, la escritura y la influencia diplomática. Vive entre Madrid y Lanzarote, rodeado de su familia, en una etapa vital que combina la tranquilidad personal con una agenda internacional activa.
A sus 65 años, su legado sigue siendo objeto de debate, al igual que su presencia, siempre meditada, en el espacio público.
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