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Un hombre con bigote y traje oscuro, con una expresión seria y fondo desenfocado.
INVESTIGACIÓN

El exchófer de Ruíz-Mateos sobre su piso okupado: 'Por contrato tengo opción a compra'

Según Víctor de la Cruz, “la persona que se encuentra dentro de él lleva sin pagarme desde febrero de 2024”

El 2 de agosto elcierredigital.comabordaba la problemática existente sobre el  piso que José María Ruíz-Mateos quiso donar a su exchófer Víctor de la Cruz y que nunca llegó a ponerlo a su nombre. Actualmente, el piso tiene un nuevo propietario, mientras de la Cruz es el inquilino. Sin embargo, el principal es que el piso está ocupado y la propiedad del mismo está paralizada por lo judicial.

Se trata de un local ubicado en el barrio madrileño de Vallecas que fue reformado por Víctor De la Cruz. Diez años después de la compra de este piso Víctor hubiese pasado a ser el propietario mediante donación cuando se hubiera pagado la hipoteca. Sin embargo, desde el momento de la compra hasta hoy en día todo ha transcurrido de una manera muy diferente.

Para conocer la realidad del exchofer de Ruíz-Mateos elcierredigital.com ha contactado con Víctor de la Cruz: “He sufrido bastante y no paro de llevarme sustos.  La vida nos pone pruebas y esta es una más. Actualmente, la situación respecto a la casa está paralizada por el juzgado, para el cual el inquilino soy yo”. 

Fue en 2011 cuando  la situación de la casa cambió por completo. En ese momento hubo una suspensión de pago, ya que Ruíz-Mateos comenzó a tener problemas con la justicia. En 2017 Víctor de la Cruz sufrió un ictus y comenzó a realizar acuerdos verbales para que la casa fuese habitada por inquilinos de su entorno. 

Un hombre mayor con traje oscuro, camisa blanca y corbata gris con un pañuelo blanco en el bolsillo del saco, de pie frente a un fondo gris.
José María Ruíz-Mateos | Europa Press

Con el último inquilino comenzaron los problemas actuales. De la Cruz recalca que “al inquilino que hay actualmente le pedí 600 euros, pero nunca me los ha dado. En noviembre de 2023  les comenté que estaba pendiente de que me levantasen el embargo. Como el juicio empezaba a principios de 2024 entendí que en la previa se iban a levantar los embargos”.

El embargo se levantó y la propiedad volvió al banco. “No obstante, yo había firmado un contrato con Ruíz-Mateos que incluía una opción a compra que no se me dejó hacer efectiva.  En enero llegó la citación judicial a la casa, pero yo decidí recurrirla reclamando al juez que tenía un contrato. El juez lo admitió a trámite, pero el banco decidió venderle el piso a un tercero al que engañaron. El piso se vendió mediante una subasta”, añade Víctor de la Cruz.

Este nuevo propietario se presentó en la casa con la empresa desokupa para echar al inquilino actual. Este inquilino es un inquiokupa, ya que Víctor tenía un pacto de caballeros para que la casa no fuese okupada. “Cuando le conté la situación el inquilino actual decidió no pagar nada desde febrero al ver que estoy pendiente de resolución judicial y que hay un tercero. Me dijo que como no tenía claro de quién es el dueño no iba a pagar a nadie. Al ver la situación actual el inquilino dijo que no se le podía echar y que estaba de okupa”, indica el exchófer. 

El contexto de la casa comprada por Ruíz-Mateos

Todo se remonta a 2007, año en el que se construyó la casa y fue concedida a de la Cruz como inquilino. El exchófer de Ruíz-Mateos indica que “mi contrato de alquiler de la casa se hizo entre 2008 y 2009.  La empresa que era dueña del piso era Areca Innovaciones SL. Esta sociedad inmobiliaria fue creada por Ruiz-Mateos para comprar varios bienes inmuebles que luego eran regalados a sus hijos o empleados. Su práctica general en el mercado inmobiliario es comprar las casas vía hipoteca a través de un crédito bancario. Cuando terminase de pagarlo me la donaría para que yo estuviera totalmente exento de impuestos”. 

De la Cruz recibió un local diáfano, él lo reformó y lo hizo habitable. “Hice una inversión de unos 50.000 euros. Al gastarme ese dinero le pedí que por lo que pudiera pasar en el futuro me hiciese un contrato de alquiler. En él debía figurar que hasta 2019 se amortizase el alquiler con la inversión que hice. A partir de ahí se incluía un alquiler de 400 euros, algo que nunca pagué porque en el 2011 hubo una suspensión de pago”, explica Víctor de la Cruz. 

El exchófer indica, “en este punto, Ruiz-Mateos me dijo que ese supuesto alquiler iba a formar parte a descontar de la liquidación que él me debía, que eran 100.000 euros. Finalmente, nunca hubo esos 100.000 euros ni recuperé la inversión y me quedé sin casa. En el 2017 sufrí un infarto cerebral por el que estuve mucho tiempo en el hospital”. 

José María Ruiz-Mateos con el dedo índice y el corazón levantados en señal de victoria. Lleva gafas y un traje.
José María Ruíz-Mateos | Redes sociales

En aquel entonces comenzó a coger fuerza el fenómeno okupa. Por ello, Víctor decidió buscar personas allegadas con las que llegar a un acuerdo ‘entre caballeros’. Con este acuerdo les concedía el uso de la vivienda a cambio de que la casa estuviera habitada y me pagasen cierta cantidad de dinero.

Víctor de la Cruz narra que “todos los que han estado allí me han cuidado la casa y se han hecho cargo de la luz, el agua y demás gastos.  Cada vez que se iba alguien buscaba una nueva persona dentro de mi entorno. Médicamente me recomendaron que me fuera de la ciudad de Madrid por su estrés y la situación en la que me encontraba. Por ello decidí irme a Andalucía”. 

Estaba previsto que la donación se hiciera diez años después desde el año en que se compró, es decir en 2017. No obstante, esa donación no ocurrió porque en 2011 apareció la suspensión de pagos de Nueva Rumasa y demás. Cuando se levantasen los embargos yo tenía una opción en el contrato que firmé con Ruiz-Mateos. Esta opción significaba que el contrato que terminaba en 2023 tenía una prórroga hasta 2028, además de una cláusula de derecho a compra”, añade el exchofer. 

“Actualmente, En mi reclamación indiqué que el banco no había respetado mi derecho a compra y encima se lo había vendido a un tercero. Demandé a una sociedad inmobiliaria del banco y el juez lo admitió a trámite, por lo que la vivienda está paralizada a la espera de resolución. El juez admitió a trámite esta reclamación y estamos a la espera de la resolución. Hasta que no se pronuncie el juez no se sabe si tengo derecho a vivir en la casa ni si se respeta mi derecho a comprar el inmueble. Ahora, lo que yo exijo es que el valor del inmueble sea el mismo que ha reclamado el banco en subasta”, concluye Víctor de la Cruz.

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