La verdad tras la ocupación del piso de Víctor de la Cruz, exchófer de Ruíz-Mateos

José María Ruíz-Mateos ha vuelto a la palestra mediática por el piso que quiso donar a su exchófer Víctor de la Cruz y que nunca llegó a ponerlo a su nombre. Actualmente, el piso está siendo ocupado por una familia, sin que Víctor, que es el inquilino que ha pagado la reforma, tenga uso del inmueble y con un nuevo propietario que quiere recuperar la posesión.

Según la información que ha trascendido por las propias manifestaciones de Víctor, José María Ruiz Mateos tenía intención de donar un local para que, convertido en loft, viviera el que fue su chófer, Víctor de la Cruz. Realmente lo que se firmó fue un contrato de alquiler en el que Víctor pasaba a ser el inquilino y con el paso de los años tendría una opción de compra. La intención final sería que Víctor pasara a ser el propietario mediante donación cuando se hubiera pagado la hipoteca.

Víctor residió en el inmueble desde 2007 a 2017, momento en el que por problemas de salud fue hospitalizado. Al dejar el piso vacío siente miedo a que este local reconvertido en vivienda sea ocupado ilegalmente, pues al parecer proliferaba la okupación en dicho bloque situado en el barrio de Vallecas de Madrid. En dicho contexto acuerda que una familia resida allí con la intención de que no entrara un ocupante ilegal. Por tanto, la ocupación de la familia que actualmente reside no se efectuaría mediante ocupación ilegal, sino legal. Víctor, el inquilino que tiene derecho a usar y disfrutar el inmueble, les ha permitido acceder y residir allí.

El inmueble fue embargado por no hacer frente a la hipoteca y una inmobiliaria se lo ha vendido hace un par de meses al que ahora es un nuevo propietario. Este nuevo propietario está en negociaciones con la familia que vive en el piso del que realmente el inquilino sería el exchófer de Ruiz Mateos.

Situación jurídica de Víctor, el exchófer de Ruiz Mateos

Al parecer Víctor habría efectuado la inversión necesaria para que lo que en su momento era un local diáfano se convirtiera en una vivienda tipo loft, con dos plantas y sus correspondientes dependencias, equipamiento e instalaciones.

Víctor ha manifestado que la intención de Ruiz Mateos era regalarle el piso. Lo que ocurrió es que Ruiz Mateos lo compró con un crédito hipotecario al igual que según manifestaciones del excóhofer “como las viviendas de hijos y otros compañeros” y cuando se terminara de pagar la hipoteca lo pondría a su nombre como “donación”. Como no llegó a pagarse la hipoteca y el inmueble fue embargado, nunca se llegó a poner a nombre de Víctor.

La relación jurídica que tendría Víctor con el piso sería la de inquilino, con una opción de compra. Según manifestaciones de Víctor tendría contrato hasta 2028, pero ahora bien, habría que analizar el contenido de dicho contrato de alquiler. De todo contrato de alquiler se derivan derechos y obligaciones y de no poder acreditar la resolución de contrato estaría aún en vigor, lo que supone dos consecuencias directas principales:

- Víctor sería el que tendría derecho a usar la casa, pero no puede hacerlo por haber metido él mismo a otras personas y ahora al parecer no querer marcharse.

- Salvo que pueda acreditar otra cosa, tendría la obligación de pago de la renta pactada hasta la entrega de la posesión del inmueble al propietario, cosa que realmente no podría hacer de no permitirlo la familia que ahora ocupa el inmueble.

Situación del nuevo propietario del inmueble

El nuevo propietario tiene las obligaciones derivadas de ser el dueño, como tener que pagar el IBI, tasa de basuras o comunidad de propietarios y derramas, pero no tiene la posesión.

Para el propietario hay una cuestión inicial muy importante a aclarar, si existe un contrato vigente y tiene que interponer una demanda de desahucio frente al inquilino que es Víctor, o de considerar que no existe contrato vigente un desahucio por precario frente a las personas que ocupa el inmueble, al parecer sin contrato de alquiler.

Para resolver esa disyuntiva habría que analizar en primer lugar el contenido del contrato de alquiler firmado en su día por Ruiz Mateos con su exchófer Víctor de la Cruz y determinar si está vigente. Puede que no exista resolución formal y los derechos y obligaciones fueran vinculantes tanto para Víctor como para el nuevo propietario.

El nuevo propietario, según ha manifestado ha llegado a ofrecer 1.200 euros a la familia que ocupa el inmueble, pero esta propuesta no habría sido aceptada. Se ha recurrido a una empresa de desocupación, pero hasta la fecha no ha conseguido una solución.

Situación de la familia que está ocupando el inmueble

Si la familia que está ocupando la casa lo está haciendo en base a un consentimiento inicial, no son okupas, sino que son precaristas. Un precarista es la persona que reside en un inmueble por consentimiento de la persona con derecho a poseer. Salvo que se pacte expresamente, lo cual no se suele hacer pues son pactos en base a una relación de confianza, no tiene un número concreto de años para estar allí ni tienen obligaciones de pago.

Lo que tienen es el derecho a todo lo bueno que es disfrutar de la vivienda. Si a requerimiento de quien les cedió el uso en precario o el propietario nuevo no se van, después del proceso judicial de desahucio que sabemos que en España es muy lento, se marcharán sin haber cometido ningún tipo de delito.

En el negocio de la okupación ilegal suelen actuar los conocidos como “patadistas” que son los que le dan la patada a la puerta ajena y “venden” el uso de una vivienda ocupada a una persona que suele acabar diciendo al propietario cuando quiere recuperar la posesión que “pensaban que quien les alquiló el piso era el dueño”. Esto, en la gran mayoría de los casos no es verdad, pues abiertamente existe un mercado ilegal de cesión de viviendas okupadas. Pues bien, en este caso no estaríamos ante okupación ilegal, sino que realmente la ocupación es legal pues así habría cedido el uso quien tenía el derecho a residir allí, el inquilino, el exchófer de Ruiz Mateos.

Según ha manifestado el nuevo propietario, ha llegado a proponer incluso la realización de un contrato de alquiler, pero la familia que ocupa el inmueble no lo acepta. Según fue manifestado y conforme a la información que ha trascendido, podría ser un familia de tres miembros que percibiría el ingreso mínimo vital, trabajando el padre en un mercado, la madre sería bailaora y tendrían una hija menor.