
Crisis en la Finetwork de Pascual Pérez: La 'sangría' de clientes acelera su venta
La teleco ha perdido más de 100.000 contratos entre enero y agosto, y podría acabar en manos de Vodafone o Asterion
Finetwork, la operadora de telecomunicaciones con sede en Alicante, atraviesa una de sus peores crisis. Entre deudas millonarias y un proceso concursal en curso, la venta de la empresa parece cada vez más cercana. La firma de Pascual Pérez, que en sus mejores momentos superó el millón de clientes, enfrenta una grave situación financiera. La relación con Vodafone, su proveedor mayorista de red, es uno de los puntos clave de este complicado escenario.
En los primeros ocho meses de 2025, Finetwork alcanzó los 115.000 nuevos contratos. A primera vista, podría parecer un dato positivo. Sin embargo, el crecimiento no ha sido suficiente para solventar los enormes problemas económicos de la compañía. La deuda con Vodafone sigue siendo una amenaza constante, lo que pone en peligro la viabilidad de la operadora.
Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con la compañía, que no ha querido participar en este reportaje.
Asterion, un comprador potencial
Desde mayo de 2025, Finetwork está en proceso de reestructuración. La compañía se acogió al preconcurso de acreedores, buscando un acuerdo que le permita reordenar sus finanzas. En este contexto, las negociaciones con el fondo Asterion Industrial Partners han avanzado de manera significativa. El acuerdo podría superar los 310 millones de euros, cifra que incluiría la deuda acumulada por Finetwork.
Si se lleva a cabo, Asterion podría tomar el control de la operadora, aunque todo dependerá de los términos definitivos del acuerdo. La operación sería una de las más grandes en el sector de telecomunicaciones en España en 2025. Además, el fondo tendría el reto de llevar a cabo una reestructuración completa fuera del ámbito judicial, lo que podría dar continuidad a la marca.
Vodafone, una opción con deudas
Otra alternativa es la compra de Finetwork por parte de Vodafone España. La operadora británica, que ya le suministra red a Finetwork, reclama una deuda de más de 60 millones de euros. Según los rumores, Vodafone podría capitalizar esa deuda y adquirir más del 95% del capital de Finetwork. A cambio, la operadora británica haría una aportación mínima de 10 millones de euros.

Si este acuerdo prospera, Vodafone podría consolidar su posición en el mercado español, pero a costa de absorber Finetwork. Esto pondría fin a la independencia de la operadora y su marca. Además, el acuerdo tendría que resolver el proceso concursal, lo que podría significar un cambio radical en la estructura de la empresa.
Crisis interna y reestructuración interna
Mientras se resuelve su futuro, Finetwork continúa con su plan de reestructuración interna. La compañía ha comenzado un proceso de 'rebranding' para renovar su imagen, tal y como cuenta Alicante Plaza. En mayo de 2025, finalizó la renovación de varias de sus tiendas en ciudades como Alicante, Barcelona y Sevilla. Este cambio visual ha sido parte de un intento por revitalizar la marca. No obstante, la falta de claridad sobre el futuro de la compañía pone en duda si estos esfuerzos serán suficientes.
El cambio de auditoría también ha sido un indicio de los problemas que atraviesa la empresa. Finetwork ha reemplazado a Deloitte, su auditor de cuentas, por José Antonio Villalobos, un experto en reestructuración financiera. Este movimiento se produce en un momento clave, cuando la compañía trata de estabilizar sus finanzas y afrontar las tensiones judiciales.
El peso de la deuda y las ventas de activos
La crisis de Finetwork no se limita a la deuda con Vodafone. La compañía ha intentado ganar liquidez mediante la venta de activos estratégicos. En 2024, la operadora vendió su red de 91.000 unidades inmobiliarias de fibra óptica por 16 millones de euros. Esta venta, lejos de fortalecer la empresa, ha puesto en evidencia la falta de recursos propios.
Además, Finetwork ha recibido inyecciones de capital, como la de 20 millones de euros de Kai Capital. Sin embargo, la mitad de esa inversión se registró como deuda, lo que complica aún más su situación. La falta de un CEO tras la salida de Óscar Vilda y los movimientos de directivos como Alfredo Pérez refuerzan la sensación de incertidumbre interna.
Resultados financieros contradictorios
Los resultados financieros de 2023 mostraron cifras de crecimiento. Finetwork alcanzó un beneficio neto de 2,7 millones de euros y sus ingresos crecieron un 27,7% respecto al año anterior. Sin embargo, estos datos se basan en operaciones extraordinarias, como la condonación de deuda, lo que refleja la fragilidad de su estructura financiera.
El patrimonio neto de la compañía creció un 35,7% y el número de clientes superó el millón. A pesar de estos números, Finetwork no ha logrado resolver sus problemas internos. Tampoco ha publicado sus cifras de 2024, lo que genera más dudas sobre su estabilidad.
Planes de expansión en pausa
El ambicioso plan de expansión de Finetwork para 2024, que incluía la ampliación de su red de fibra y la incorporación de 5G, está ahora en el aire. Las tensiones internas y las negociaciones con posibles compradores han paralizado el crecimiento de la compañía. Finetwork esperaba aumentar sus ingresos en un 29%, alcanzando los 157 millones de euros en 2024, pero esas metas parecen cada vez más distantes.

En un mercado donde competidores como Digi están ganando terreno con ofertas agresivas, Finetwork se enfrenta a una batalla difícil. Su modelo de negocio, que antes parecía prometedor, ha revelado numerosas vulnerabilidades que ahora amenazan su supervivencia.
El futuro incierto de Finetwork
La venta de Finetwork se perfila como la única salida viable para la empresa. Si Asterion se hace con la compañía, podría haber una reestructuración que mantenga la marca, aunque con una nueva dirección. En cambio, si Vodafone la absorbe, la operadora podría perder su identidad y su independencia.
La incertidumbre sigue siendo la tónica dominante en la empresa. El futuro de Finetwork dependerá de las decisiones judiciales y de la capacidad de sus responsables de atraer nuevos inversores o compradores. Lo que comenzó como un proyecto ambicioso podría terminar en una venta forzada, marcando el fin de una era para la operadora alicantina.
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