El Congreso más desafiante para el PSOE tras el de Suresnes: El sanchismo bajo la lupa
El Presidente Sánchez afronta la dimisión de Juan Lobato, las acusaciones de Aldama y los casos Koldo y Begoña Gómez
El 41º Congreso Federal del PSOE se celebra este fin de semana en Sevilla. Este año coincide con un clima de tensiones tanto internas como externas que han complicado el panorama político para el Presidente Pedro Sánchez.
Este Congreso Federal se presenta para algunos incluso "el más difícil de afrontar desde el histórico Congreso de Suresnes de socialistas en 1974". En este caso, el PSOE llega a esta cita bajo la sombra del varias causas judiciales abiertas. Estas son el 'caso Koldo', las declaraciones de Víctor de Aldama, y el 'caso Begoña Gómez'.
Por si fuera poco, en los últimos días se han sumado dos temas más al foco de atención. Por un lado, la dimisión de Juan Lobato como líder del PSOE en Madrid. Por otro, la manifestación convocada por el Movimiento #J2, compuesto por abogados y procuradores que exigen reformas en el sistema de pensiones.
El pasado 27 de noviembre, Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid, presentó su dimisión, dejando al descubierto divisiones internas dentro del partido.
Lobato, quien llevaba poco más de dos años al frente del PSOE madrileño, justificó su decisión como un intento de frenar "una situación de enfrentamiento y división grave". También señaló diferencias insalvables entre su estilo político y el de la dirección nacional del PSOE.
El detonante de la dimisión fue la polémica relacionada con la filtración de correos electrónicos vinculados a Alberto González Amador. Pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
La situación se agravó cuando Lobato registró ante notario una conversación privada con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del ministro Óscar López. En ella, supuestamente se trataba este asunto.
Este movimiento, considerado por algunos como una estrategia para protegerse, generó tensiones con la cúpula del partido.
El Tribunal Supremo citó a Lobato como testigo en la causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. El fiscal está investigado por presunta revelación de secretos en relación con este caso.
Las tensiones tras la salida de Lobato
Aunque desde Ferraz se calificó la dimisión de Lobato como una decisión personal, “la falta de respaldo hacia Lobato por parte de la dirección nacional ha sido evidente”. Así lo sostienen fuentes cercanas.
En sectores afines al exlíder madrileño se lamentó su salida, destacando su intento por mantener el control en una situación que lo desbordó. "No merecías este final", dijeron algunos de sus colaboradores cercanos.
El PSOE de Madrid enfrenta ahora un proceso de renovación. Se especula que Óscar López, actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, podría asumir el liderazgo en la región.
Sin embargo, esta posibilidad no está exenta de debate. Algunos consideran que López representa una continuidad que podría no satisfacer las demandas de cambio de las bases.
La dimisión de Lobato llega en un momento crítico para el PSOE en Madrid. Voces expertas aseguran que "aquí la falta de un liderazgo fuerte ha sido un problema recurrente".
Tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, en las que el PSOE perdió terreno frente al PP y Más Madrid, la situación se volvió insostenible. Lobato intentó impulsar una agenda progresista, pero las dinámicas internas y los conflictos con la dirección nacional limitaron su capacidad de acción.
Un Congreso Federal 'cercado' por causas judiciales
Además de los desafíos que enfrenta Pedro Sánchez con la dimisión de Juan Lobato, otros casos delicados complican aún más su posición.
Uno de ellos es el conocido como 'caso Koldo', relacionado con Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos. Este caso pone el foco en Moncloa y plantea dudas sobre la transparencia en los procesos de adjudicación pública durante la gestión socialista.
Por otra parte, las revelaciones del empresario Víctor de Aldama han añadido una nueva dimensión a la 'crisis' interna del PSOE. Aldama, investigado por fraude fiscal y corrupción en el sector de hidrocarburos, ha señalado directamente a la cúpula socialista en el supuesto esquema del 'caso Koldo'.
Según su testimonio ante la Audiencia Nacional, afirmó haber entregado dinero en efectivo a Koldo García. Este, supuestamente, compartía estos fondos con altos cargos del partido.
Finalmente, el 'caso Begoña Gómez', relacionado con la mujer de Pedro Sánchez, ha sido una piedra en el zapato del presidente desde hace meses. Begoña Gómez está siendo investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional.
Estas acusaciones están relacionadas con su gestión de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Ante lo expuesto, el 41º Congreso Federal del PSOE se perfila como uno de los más complicados de su historia reciente. Comparable en tensión y relevancia al emblemático Congreso de Suresnes de 1974. Este definió el rumbo del partido hacia el socialismo democrático.
A los retos internos como la dimisión de Juan Lobato, que expone fisuras en la cohesión del partido, se suman los frentes externos que presionan a la dirección. Como el movimiento #J2, las investigaciones judiciales sobre el fiscal general del Estado y las controversias vinculadas a figuras cercanas a Pedro Sánchez, como su esposa Begoña Gómez.
Este cúmulo de desafíos "pone a prueba la capacidad de liderazgo de Sánchez", explican voces expertas. El presidente no solo deberá preservar la unidad interna. También responder a las demandas sociales y limpiar la imagen del partido ante un contexto político cada vez más polarizado y exigente.
Manifestación del Movimiento #J2: Presión externa durante el Congreso
Mientras el PSOE lidia con sus problemas internos, las presiones externas siguen llegando. En los alrededores del Palacio de Congresos de Sevilla (FIBES), miles de abogados y procuradores del Movimiento #J2 se manifestarán este sábado. Concretamente para exigir una transición justa al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y la obtención de pensiones dignas.
Elcierredigital.com contactó con fuentes del Movimiento #J2. Estas nos indican que “el problema es que el Gobierno tiene que legislar, pero no está recogiendo las reivindicaciones del Movimiento J2, de abogados y de procuradores. No está en consonancia con lo que pedimos”.
El Movimiento #J2 argumenta que la integración completa y proporcional en el RETA no solo es viable, sino que no supondría un coste adicional para el sistema público.
Este movimiento, que lleva más de un año movilizándose, denuncia las deficiencias del sistema de mutualidades. Un sistema que ofrece "pensiones insuficientes" —en muchos casos inferiores a 500 euros mensuales— y "carece de coberturas esenciales". Los manifestantes reclaman una "pasarela justa 1x1".
Es decir, que cada año cotizado en las mutualidades sea equiparable a un año cotizado en el RETA. También la posibilidad de transferir los fondos acumulados en las mutualidades al sistema público.
Más noticias: