Adolfo Domínguez en caída: Vuelve a las pérdidas con 11 ejercicios en rojo en 14 años
La compañía gallega perdió casi 1,9 millones en el primer trimestre fiscal de 2024 y tiene una deuda de 47 millones
La compañía Adolfo Domínguez ha repuntado en Bolsa tras mejorar sus ventas en más de un 10% en el primer trimestre fiscal (marzo-mayo) y ha logrado minorar sus pérdidas un 47% respecto al mismo periodo del año anterior.
Los crecimientos interanuales de la empresa textil gallega y el extraordinario resultado de sus ventas online (que se dispararon un 21,9% en el curso 2023-24) no logran tapar las numerosas goteras económicas de una empresa que ha vuelto a perder 1,87 millones de euros y sufre una deuda que ronda los 47 millones de euros.
Pese a lo cual, la empresa celebra resultados y asegura que Europa lidera el crecimiento de la marca de moda, con una mejora de sus ventas del 16,7%. Tras casi cincuenta años en el mercado europeo y con 180 puntos de venta repartidos en 7 países, la compañía continúa ampliando su presencia internacional, al abrir nuevas tiendas en Grecia, Luxemburgo y España.
"Europa, con España y Portugal en el centro de la operativa, es un mercado maduro y consolidado, que sigue creciendo. Nuestras ventas globales aumentan a doble dígito en el primer trimestre del ejercicio, un periodo difícil para todo el sector, al tratarse de una época con bajo nivel promocional o en la que se active especialmente el consumo", explica Antonio Puente, consejero delegado de Adolfo Domínguez.
El grupo gallego sigue controlado por el fundador Adolfo Domínguez. El modisto de 74 años posee algo más del 31% del capital y ejerce de consejero dominical tras ceder hace más de tres años la presidencia de la compañía a su hija Adriana.
Deuda
La cotizada Adolfo Domínguez se encamina hacia su medio siglo de vida, que celebrará en 2026, y lo hace en unas pésimas condiciones, ya que arrastra una deuda de 47 millones de euros que en buena parte salieron a la luz en el pandémico 2020 (año el que declararon 19 millones de números rojos).
El grupo Adolfo Domínguez emplea a casi 1.000 profesionales, está presente en 18 países y desde 2010 solo ha presentado tres ejercicios en beneficios: en 2015, a cuenta de la venta de una emblemática tienda en el Paseo de Gràcia barcelonés; en 2022, cuando obtuvieron 'apenas' 200.000 euros de ganancias; y el pasado año, cuando lograron 730.000 euros en positivo.
Jesús Domínguez, enfrentado con su hermano, ha conseguido triplicar la facturación de Adolfo Domínguez con Lonia, que posee Purificación García y la línea lifestyle de Carolina Herrera, y sus hijas rompieron moldes con la marca Bimba y Lola.
'El diseñador industrial'
Tal y como contó Alejandra de la Llave en Elcierredigital.com, la moda es uno de los pilares fundamentales en la saga de los Domínguez. El modisto, nacido en 1950 en el seno de una familia de sastres originaria del municipio gallego de Puebla de Trives, creció bajo el influjo de los bocetos, las agujas y los retales.
En la década de los sesenta y tras formarse en la provincia de Ourense, se trasladó a Santiago de Compostela para estudiar Filosofía y Letras pese a que lo suyo era la moda. Y, por ello, viaja hasta París y Londres, donde queda fascinado por la industrialización del país —debido a lo cual se autodenominó 'diseñador industrial'—.
Durante su estancia en dichas urbes entra en contacto con el movimiento ecologista, el cual ha estado presente en sus colecciones, ya que Domínguez es un gran defensor del cuidado del medio ambiente. A su regreso logró montar su primera tienda en la que fuera la sastrería de sus padres, ubicada en la provincia de Ourense y, además, pasa por el altar con Elena González Álvarez, su esposa, consejera de la firma y madre de sus tres hijas: Tiziana, Adriana y Valeria.
Ellas, han querido continuar el legado del modisto de Puebla de Trives. En el caso de Adriana, está al frente del sector de los perfumes, Valeria asumió la dirección de e-Commerce, sector que abandonó en 2016, y Tiziana de la Línea U. La saga se considera una "familia muy pintoresca con una mentalidad ecofriendly, en la que es inevitable no hablar del trabajo".
Su ropa, caracterizada por el uso de tejidos sostenibles y lejos de la ostentación que marcaba la línea de confección de los looks de los ochenta, cautiva a clientes y a otros colegas de profesión. Las prendas son puestas a la venta en los Almacenes Harrods, la actriz Penélope Cruz se estrena como modelo para la colección Otoño/Invierno 1988-1989 y el diseñador es escogido para firmar los recordados estilismos de los actores de la serie 'Corrupción en Miami'.
Además, en 1982 Domínguez 'inventó' la idea fuerza creando un lema que ya es historia de la moda: "La arruga es bella". Así, la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada afirmaba: "la arruga es bella es el lema de toda una generación".
En palabras del diseñador gallego, "para mí, la manera en que vestimos refleja lo que somos. Y en cada rostro está escrita la historia de cada ser humano. Quise que mi ropa fuera una segunda piel y de ahí el eslogan de la arruga es bella". Este eslogan puso de manifiesto la importancia de reivindicar la belleza en todo tipo de cuerpos, ya fueran femeninos o masculinos.
En 2021 el eslogan volvió a la palestra mediática, esta vez de la mano del fútbol. La firma saltó al terreno de juego con el Atlético de Madrid Femenino, en el que jugadoras como Amanda Sampedro, Leicy Santos o Bárbara Latorre vistieron prendas del diseñador.
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