Retos de Inditex frente al auge de Shein: El gigante chino amenaza su cuota de mercado
EL ÉXITO DE LA MODA 'LOW COST' POSICIONA A LOS MINORISTAS ASIÁTICOS COMO COMPETIDORES DIRECTOS DE FIRMAS EUROPEAS
Tal y como informó este medio, el ‘fenómeno’ Shein está ocupando un espacio cada vez más significativo en el mercado de la moda en España, lo que llevó el pasado mes de noviembre al cierre del que fuera uno de los nombres propios de la industria de este sector en nuestro país. Hablamos de la francesa Pimkie, una de las marcas pioneras del low cost que abrió camino a otras empresas como Primark. La cadena echó el cierre a todas sus tiendas en nuestro país a finales del año pasado.
Lo que hace años fue un fenómeno en España, con decenas de tiendas y un público cada vez más asentado —especialmente joven—, llegó a su fin tras no poder hacer frente a los gigantes del sector, Shein y Primark, que facturan cada vez más a través de sus parcelas online y han obligado a una reestructuración en otras grandes empresas como Inditex.
En este sentido, la asiática Shein —fundada en la ciudad china de Guangzhou y cuya sede se encuentra en Singapur— se está convirtiendo poco a poco en una amenaza importante para la industria de la moda rápida, suponiendo un competidor directo para la compañía de Amancio Ortega, que todavía no ha tomado medidas para contrarrestar los grandes números del gigante asiático. Shein ha sabido adaptarse rápidamente a las necesidades de los clientes occidentales, aprovechando proveedores chinos baratos para ganar cuota de mercado frente a marcas occidentales establecidas.
Lo cierto es que Inditex ha tenido un buen año en términos de beneficios, especialmente con Zara, pero el auge del sector online y de la moda low cost empieza a preocupar a los expertos, que sostienen que el crecimiento en las tiendas de ropa se debe principalmente a los boomers y no a las generaciones más jóvenes.
Los cambios en los hábitos de consumo de los jóvenes han provocado una disminución del gasto en vestimenta en los últimos 15 años. A pesar del aumento de la inflación, el gasto promedio anual en ropa ha caído significativamente, pasando de los 584 euros a los 393 en los últimos años.
En lo que respecta al sector del comercio electrónico de moda en España, Shein se ha consolidado como líder en 2023 con una participación del 11% en el mercado, superando ampliamente a Zara. Inditex, propietario de la marca Zara, ha mantenido su liderazgo en el sector durante años, pero ahora se enfrenta a la competencia de Shein y otras marcas online de precios bajos. Numerosas voces señalan que Shein ha sabido atraer a clientes con precios atractivos, una amplia gama de productos y una fuerte presencia digital.
A pesar de los esfuerzos de Inditex por mantener su posición, los expertos consultados por diversos medios aseguran que no parece tener una estrategia clara para contrarrestar a Shein. La empresa española ha logrado crecer y mantenerse rentable, pero el gigante de la moda low cost está ganando terreno al dirigirse a un público más joven y ofreciendo productos a precios asequibles.
Ante el reto que supone el auge de Shein en el mercado internacional, numerosos expertos opinan que probablemente el gigante de Amancio Ortega podría necesitar invertir en mejorar su presencia digital y en la interacción con los clientes para mantener su cuota de mercado. Además, deberá estar atento a las tendencias del mercado y adaptarse rápidamente a los cambios si quiere mantener su posición dominante en la industria de la moda, un sector especialmente cambiante.
De esta manera, Shein está emergiendo como un competidor importante en la industria de la moda rápida. A pesar de que Inditex se prepara para su lanzamiento en Bolsa en Nueva York, el actual líder del sector parece ignorar la amenaza que representa el gigante asiático, según apuntan diversos medios económicos.
El reto de Inditex frente a Shein
La ‘pugna’ por el liderato en el mercado de la moda está cada vez más reñida ante la incursión de compañías minoristas en línea, como Shein y Temu, que aprovechan proveedores chinos baratos para ganar cuota de mercado a expensas de marcas occidentales establecidas. Y es que aunque Inditex mantiene su liderato gracias a sus tiendas físicas, el mercado online está creciendo a un ritmo que podría amenazar sus resultados económicos de los próximos años.
Entre las ventajas con las que cuentan estas compañías asiáticas está su capacidad para responder rápidamente a las demandas de los clientes a través de aplicaciones móviles atractivas, manteniendo bajos niveles de inventario y costos. Este nuevo modo de entender la moda podría cambiar el panorama minorista tradicional, tal y como expresan cada vez más voces en el sector.
Por su parte, el CEO de Inditex, Óscar García Maceiras, se encuentra ante un desafío que amenaza a cada vez más empresas y que ya acabó con la mencionada Pimkie. A pesar del éxito aparente de Inditex, Shein representa la más evidente amenaza para su liderazgo. Así, Shein se ha enfocado en las mujeres con su ropa y precios accesibles bajo la marca ‘MOTF’, compitiendo directamente con marcas como Zara o Mango.
Sobre este asunto, cada vez más voces del sector de la moda señalan que si Shein logra mantener la calidad de sus productos y precios bajos, podría atraer a una base de clientes leales y desplazar a marcas consolidadas como Inditex, una amenaza que cada vez parece más cerca de cumplirse tras la mejora general en la calidad de los productos del gigante asiático.
Por su parte, Inditex estaría intentando defenderse ampliando su marca de bajo costo Lefties y mejorando la experiencia digital de compra para los clientes. La capacidad de Shein para interactuar digitalmente con los consumidores es una fortaleza que Inditex podría aprovechar para atraer a un público más joven.
De igual manera, Zara e Inditex podrían recuperar terreno si la regulación en la industria de la moda rápida limita el crecimiento acelerado de empresas como Shein, algo que todavía está por comprobar y que no despeja las dudas de los inversores y accionistas de Inditex, que exigen la continuación de los buenos resultados de la compañía de Amancio Ortega.
Las acusaciones por plagio sobre Shein
En paralelo al conflicto económico que supone el auge de Shein, hay otras polémicas que han rondado al gigante asiático de la moda low cost en los últimos años, la mayoría relacionadas con el modelo de negocio de Shein.
Al parecer, desde hace años la compañía asiática se dedica a "imitar" prendas de otras tiendas, es decir, no se trata de creación propia, sino que establecen los mismos patrones que el resto de tiendas pero a menor precio. De ahí que podamos conseguir el vestido o el bolso más top de Zara por 15 euros menos. Aún así, algunos usuarios describen que se nota la diferencia en cuanto a la calidad, aunque otros sostienen que esta no varía mucho.
Una ventaja de Shein, con la que contrarresta la imposibilidad de probarnos las prendas de forma previa a un pedido, al ser online y sin tienda física, es que permite opinar a los usuarios sobre los productos, incluir fotos y descripciones basadas en las tallas, que sirvan de ayuda para el próximo cliente. Además de esto, cuenta con un buscador de imágenes, como si de Google Lens se tratase, que ayuda a encontrar las imitaciones de otras marcas de ropa.
El modelo de producción de Shein
El modelo en el que se basa la marca china podría ser definido como "comprar y tirar" ya que en TikTok especialmente a diario vemos videos en los que hacen "hauls" enseñando la cesta inmensa de ropa que han adquirido por un bajo precio. Y junto a estos, lo típico es ver los códigos de descuento que nos ofrecen con un 25% o incluso con un 50%, logrando así posicionarse en lo más alto del ranking, gracias a su política y su publicidad en redes sociales, una ventaja que aprovecharon durante la pandemia y que supuso una facturación de un 250%.
Sin embargo, este modelo "rápido" no es nada sostenible y en su página web Shein no aporta ningún tipo de dato sobre la estrategia de sostenibilidad que lleva a cabo. Siempre niegan el trabajo infantil y la explotación en el apartado de responsabilidad social pero nunca explican de qué manera se desarrolla.
Otra gran duda es el lugar de origen de las prendas, no sabemos de manera clara de dónde provienen y en qué condiciones se encuentran los trabajadores que fabrican las prendas. Sin duda, se trata de una cuestión de transparencia que se lleva pidiendo a la marca desde hace años.
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