23 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

El presidente de la tecnológica, Marc Murtra, ha impulsado un plan estratégico que podría ser complementado con la compra de la operadora de satélites

La Moncloa ve con buenos ojos el interés de Indra por Hispasat, presidida por el exministro Pedro Duque

El Cierre Digital en
/ Marc Murtra.
La compañía tecnológica Indra se ha convertido en el ojito derecho de La Moncloa. Su carácter estratégico ha hecho que penetre en su accionariado el presidente del Grupo Prisa, Joseph Oughourlian, próximo al Gobierno de Pedro Sánchez. La empresa, ligada a áreas como la defensa y la consultoría, está controlada de facto desde el Ejecutivo. Y ahora sopesa hacerse con el operador de satélites Hispasat, presidida por el exministro del PSOE Pedro Duque.

Indra se encuentra en pleno proceso expansivo tras disparar su volumen de negocio. La compañía dedicada a la consultoría en temas como la defensa y la tecnología está exultante gracias a la situación bélica del tablero global, véanse, por ejemplo, la guerra de Ucrania-Rusia y la de Israel contra Palestina. 

La estratégica compañía tecnológica presidida por el socialista Marc Murtra está fuertemente respaldada desde La Moncloa. Precisamente, del Gobierno de España depende buena parte de la facturación de esta empresa cotizada en el Ibex 35, en cuyo accionariado ha irrumpido con fuerza un empresario afín a Pedro Sánchez, el inversor de origen armenio Joseph Oughourlian, presidente del Grupo Prisa, que posee cerca del 8 por ciento del capital desde que entró en ella el 16 de junio de 2022. 

Los responsables de Indra sopesan ahora qué movimientos realizar después de que sus ingresos crecieran un 13% respecto al año anterior, hasta alcanzar los 4.343 millones de euros. Y una de las posibles medidas que estudian es la compra del operador de satélites Hispasat, presidida por el exministro del PSOE Pedro Duque. Una sociedad también férreamente controlada por el Gobierno. 

Pedro Duque, presidente de Hispasat. 

Quizá por esta complicidad de intereses, y a pesar de que Hispasat tiene un volumen de negocio veinte veces menor que Indra, está dentro de las posibilidades de compra de Indra, tal y como señaló hace unos días su consejero delegado José Vicente de los Mozos.

El directivo de la multinacional tecnológica señaló que los números de Indra en 2023 "demuestran la situación fuerte de la compañía, lo cual nos va a permitir establecer una base sólida para nuestro Plan Estratégico Leading The Future, que será el punto de partida para un futuro de crecimiento constante de Indra". Por su parte, su presidente Murtra afirma que "durante 2023 los ámbitos de defensa y tecnología han continuado creciendo. Y creemos que tenemos un gran punto de partida para nuestro nuevo Plan Estratégico".  

La intención de este Plan Estratégico, recién presentado y conocido como Leading the Future ('Liderando el futuro'), es convertir a Indra "en la multinacional española de referencia en defensa y aeroespacio y en tecnologías digitales avanzadas", señala Murtra. "Este proceso es crucial para reforzar la autonomía estratégica en España e Indra aspira a liderar el ecosistema nacional en menos de 10 años". 

Los objetivos que, según sus directivos, tiene Indra son "acelerar la transición para ser la referencia nacional multidominio en defensa", convertirse "en el líder global de gestión de tráfico aéreo, ATM (Air Traffic Managenent), escalando su posición en Norteamérica y Asia Pacífico", y ser "el coordinador del ecosistema de tecnología y servicios avanzados en la industria europea y de Latinoamérica, fomentando el desarrollo de las más avanzadas tecnologías digitales, como la Inteligencia Artificial, cloud, y la ciberseguridad". 

Criticas a Indra y la escalada bélica

Ucrania ha provocado que las izquierdas europeas aparquen su tradicional pacifismo para pasar a normalizar la adquisición de material bélico. Formaciones progresistas, como el PSOE en España o Los Verdes en Alemania, parecen aplaudir la adquisición de material de guerra.

Y también medios progresistas como El País, presidido precisamente por Joseph Oughourlian, parecía saludar esta adquisición hace unos días en su portada con un titular que decía: "La Unión Europea fortalecerá su capacidad de defensa con más armamento e inversión ante la amenaza de Vladímir Putin".   

El líder morado Pablo Iglesias, a través de su Diario Red, ha llegado a asegurar que "Prisa tiene interés en la guerra por la participación de Oughourlian en Indra" y señala sin cortapisas, en relación a El País, que "el gran órgano de propaganda de la OTAN en España aboga por recuperar la mili obligatoria, mancomunar la producción armamentística o subir el gasto en armamento hasta el 2% del PIB europeo".  

Indra, bajo vigilancia de La Moncloa

Pedro Sánchez jugó sus cartas en Indra y en 2022 apostó por la conformación de un núcleo duro en esta empresa estratégica, controlada por la gubernamental SEPI, la vasca Sapa (proveedora de Defensa) y Amber Capital (la sociedad de capital de Oughourlian, principal accionista del Grupo Prisa).

Este trío sobrepasó el 36% en el accionariado de la multinacional española de Defensa en un momento clave para esta compañía, ya que el Gobierno de Sánchez anunció poco después de esta incursión inversora que iba duplicar su gasto en Defensa (del 1% del PIB al 2%), inyectando 10.000 millones de euros extra a cuenta de la guerra de Ucrania.  

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Joseph Oughourlian.

Cierto es que este golpe de timón socialista en Indra fue muy mal recibido por el resto de inversores, que propinaron una "cornada" bursátil del 15 por ciento en el valor de la acción de esta compañía, por la que fueron cesados cuatro consejeros 'rebeldes', Alberto Terol, Ana de Pro, Enrique de Leyva y Carmen Aquerreta. A estas caídas se les sumó también la no renovación de Isabel Torremocha y la dimisión de Silvia Iranzo. 

Cabe recordar que en el Consejo de Indra se sientan, representando a la SEPI, el exministro socialista Miguel Sebastián y los exdiputados socialistas Antonio Cuevas y Juan Moscoso. Ellos ayudaron a otorgar labores ejecutivas a Marc Murtra. 

Murtra preside Indra desde 2021 tras sustituir a Fernando Abril-Martorell, que no gozaba de la plena confianza del Gobierno de España. Cabe recordar que Abril-Martorell accedió al cargo en 2015 tras otra maniobra gubernamental, en este caso liderada por el PP.

Por aquel entonces, el ministro de Defensa del PP, Pedro Morenés, consiguió tumbar al todopoderoso Javier Monzón, presidente de Indra desde la fundación de la empresa en 1992 bajo el mandato de Felipe González. Monzón, que precisamente luego presidiría Prisa, con la ayuda del Banco Santander se mantuvo al frente de la tecnológica bajo los gobiernos de Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. 

Ahora Marc Murtra, muy ligado al Partido Socialista catalán (PSC), cuenta para controlar Indra con el apoyo fundamental de Amber Capital de Joseph Oughourlian y de la empresa Sapa Palencia, liderada por el nuevo consejero Jokin Aperribay, tercer accionista de Indra, un personaje muy cercano al PNV y actual presidente del equipo de fútbol de la Real Sociedad. 

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