02 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Durante una década fue sometida por Angelo, expareja de su madre, a quien ahora la Audiencia Provincial de Gijón ha condenado a catorce años de cárcel

Helen, víctima de agresión sexual por su padrastro: "Me daba miedo salir de la ducha por si él estaba detrás, como hacía siempre"

El Cierre Digital en Helen Rodríguez.
Helen Rodríguez.
La pesadilla de Helen Rodríguez comenzó con tan solo 4 años. Angelo, la pareja de su madre, comenzó a abusar de ella. Aquellos episodios se prolongaron durante diez años en el tiempo. Tras la celebración del juicio el pasado mes de abril, el agresor ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Gijón a una pena de más de 14 años de prisión. La víctima revela a elcierredigital.com que actualmente "está en tratamiento psicológico por las secuelas ocasionadas durante los episodios de agresión".

La Audiencia Provincial de Gijón ha condenado a catorce años y nueve meses de prisión a Angelo, un hombre de origen dominicano de 38 años por agredir sexualmente durante una década a Helen Rodríguez, la hija menor de su entonces pareja. En base a las pruebas e indicios, el agresor ha sido autor de un delito contra la libertad sexual y un delito de coacciones.

Tal y como ha revelado la víctima a elcierredigital.com, el hecho de que "a una persona que se declare culpable recurra la sentencia, me parece injusto. Tendrá un  período aproximado de ocho meses en el que puede actuar con total libertad, me parece injusto. Pones todas las expectativas en el juicio y al conocer la resolución, te sientes muy mal". Además, la joven ha puntualizado que "tiene miedo debido a que ha tenido conocimiento de que el agresor se dedica a publicar cosas sobre ella en redes sociales".

Además de la pena de prisión, el Tribunal ha impuesto al agresor una medida de alejamiento e incomunicación durante quince años y tres meses, así como una medida de inhabilitación absoluta durante diecisiete años que le impide ejercer cualquier tipo de profesión en la que interactúe con menores de edad.

En lo relativo a la materia civil, el condenado deberá de indemnizar a la víctima con un total de 110.000 euros a causa de los daños psicológicos ocasionados durante la década en la que la víctima ha sufrido los abusos sexuales. 

"Me daba miedo salir de la ducha por si estaba él"

Elcierredigital.com ha logrado hablar con Helen Rodríguez, quien cuenta con diecinueve años de edad, y que durante una década soportó abusos sexuales continuados en el tiempo. "A mi me daba terror ir a Villaviciosa (Asturias), donde él vivía con mi madre. Poco a poco me daba pánico quedarme sola en casa o darme una ducha por si al salir me lo encontraba detrás de la puerta, como hacía cuando era pequeña", revela a elcierredigital.com la joven. 

Helen Rodríguez.

No fue hasta el año 2020 cuando se armó de valor y denunció los episodios que había tenido que vivir desde que tenía cuatro años. "Fue un momento bastante complicado, lo que viví me ha dejado muchas secuelas y es más, llega un momento en que lo aceptas como algo cotidiano. Me di cuenta que, al declarar y tener que revivir todo lo que viví, tenía muchos problemas de salud. Sufría de ansiedad, pánico, miedo, depresión...he estado medicándome durante mucho tiempo", sostiene a elcierredigital.com la víctima. La joven ha relatado que durante todo este período se ha sentido culpable, ya que "pensó que tenía la culpa de la ruptura de su familia y que hubiera sido mejor no haber denunciado".

"Estoy muy disgustada con la Justicia"

Tras armarse de valor e interponer la denuncia en 2020, el juicio se celebró finalmente el pasado mes de abril. "Durante el proceso judicial, el cual duró tres años, me enteré de que él ha llevado una vida totalmente normal. Esto me parece totalmente injusto", revela a elcierredigital.com la víctima. 

Además, Rodríguez ha afirmado que durante el juicio, y aunque habían colocado un biombo, volvió a encontrarse con su agresor. Tal y como ha declarado Helen Rodríguez a elcierredigital.com "fue muy duro, yo estaba muerta de miedo y ansiedad, es más, me sentí totalmente desprotegida". 

"Cuando por fin ha salido la sentencia y he sido testigo de que la pena de prisión ha sido de 14 años y nueve meses... estoy muy disgustada con la Justicia. Las víctimas estamos absolutamente desamparadas y es triste las pocas garantías que tenemos de poder salir adelante. Yo me armé de valor y denuncié a mi agresor y lo hice para que ninguna mujer tuviera que pasar lo que yo pasé cuando tan solo era una niña", sostiene Rodríguez a nuestro diario. 

Cronología de los hechos

Los hechos comenzaron en el año 2008. El agresor, de nombre Angelo, entabló una relación afectiva con la madre de Helen Rodríguez y comenzó el período de convivencia junto a ella, su madre y su hermana. Por aquel entonces, el imputado "asumió el rol y la figura de padre de las menores, así como un interés libidinoso por la víctima", sostiene el fallo de la Audiencia Provincial de Gijón. 

Cuando comenzaron los abusos, la víctima tenía cuatro años y continuaron durante diez años. El agresor "le daba besos en los labios y simulaba un juego que consistía en tapar los ojos con un pañuelo a la menor". A continuación, el agresor "se bajaba los pantalones y con fines lúbricos, cogía la mano a la víctima para ponerla en sus genitales", revela la sentencia.

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Audiencia Provincial de Gijón.

Los abusos se prolongaron en el tiempo y el agresor comenzó a sentir un interés mayor en la menor. Tal y como recoge la sentencia, "de forma reiterada, entre los años 2011 y 2013, y en una frecuencia de al menos unas treces veces a la semana, le realizaba toda suerte de tocamientos a la menor, tales como tocarle los senos por debajo de la ropa o llegar a introducirle el dedo en la vagina". 

Clima de intimidación

Durante aquellos años, el agresor llegó a crear un clima de intimidación y amedrantamiento hacia la menor. "Como quiera que, pese a su corta edad, la menor comprendía la naturaleza de la situación y se negaba a ello,  la amedrentaba ante la perspectiva de castigos como consecuencia de la negativa de la menor a los tocamientos", recoge la resolución de la Audiencia Provincial de Gijón. 

Al cumplir nueve años, el condenado incrementó el deseo sexual que sentía hacia la víctima. "La escalada en la conducta del procesado alcanzó una mayor cota para su propósito sexual y cuando ambos se encontraban en el domicilio familiar la llevaba al dormitorio, cerraba la puerta para asegurarse de que no pudiese salir", sostiene el fallo. 

Imagen de una de las publicaciones del perfil de Facebook del agresor. 

El agresor "sustituyó los tocamientos por penetraciones vaginales, forzando a la menor a mantener relaciones sexuales durante dos o tres veces a la semana, para lo cual y desde el primer episodio el procesado no solo aprovechaba aquellas situaciones en que la menor se quedaba sola en casa para evitar que pudiera alertar a los demás convivientes, sino que mantuvo un clima de soledad familiar deliberadamente desplegado con la finalidad tanto de que la menor intentase pedir auxilio como de vencer su resistencia a acceder a sus deseos sexuales", recoge el fallo. 

Control de la vida social

Además de los delitos continuados durante diez años, el agresor llevaba a cabo un "control de la vida de la víctima con el fin de evitar que pudiera llegar a tener cualquier tipo de relación social con otros menores de su edad", sostiene la sentencia. 

No fue hasta 2020, cuando la víctima cumplió dieciséis años y se trasladó a vivir con sus tíos. Posteriormente interpuso la denuncia contra el condenado.  Tras los hechos, la víctima, quien ha sido tratada por un equipo psicológico forense presenta "secuelas psicológicas actuales y futuras, precisando terapias  semanales por problemas de ansiedad ante la experiencia pasada que sigue siendo una fuente de malestar".

Además, Helen Rodríguez ha afirmado a elcierredigital.com que "al principio y tras confesar lo que había sufrido durante diez años, el hecho de lidiar con mi propia familia fue duro, sin embargo, al final he sentido el apoyo de ellos durante y después de la celebración del juicio". 

La joven sostiene a elcierredigital.com que actualmente se encuentra en "tratamiento psicológico" y que, tras la celebración del juicio el pasado mes de abril cuando cursaba segundo de bachillerato, "no pudo acudir ya más a las clases. Era un infierno". Además, recalca que actualmente "se encuentra muy mal" y "devastada".

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