Giro en la vida de Adriana Abascal: La ex de Villalonga se une a Enmanuele de Saboya
La modelo Adriana Abascal ya estuvo unida al empresario Emilio Azcárraga y el exdirector de Telefónica Villalonga
La modelo y socialité Adriana Abascal ha iniciado 2025 con el corazón ocupado. Abascal era una de las figuras más esperadas en el desfile de la diseñadora Rocío Peralta. Este tuvo lugar en la Fábrica de Artillería de Sevilla.
El evento reunió a muchos rostros conocidos. Entre ellos, el extorero Miguel Báez ‘El Litri’, Victoria López Quesada o Virginia Troconis. Pero también a un invitado muy especial, el príncipe Enmanuele Filiberto de Saboya, que ocupó un sitio en el front row.
Pero el hijo del fallecido Víctor Manuel de Saboya no acudió al desfile de manera casual. Y es que este evento desveló el romance entre el príncipe italiano y la modelo Adriana Abascal.
Un romance que ha sido toda una sorpresa en las páginas del papel cuché. Pero, ¿qué hay detrás de la relación entre el príncipe Emanuele Filiberto de Saboya y la modelo Adriana Abascal?
Enmanuele Filiberto de Saboya y Adriana Abascal, pareja sorpresa
Ni la nueva colección de la diseñadora Rocío Peralta —que homenajeaba al pintor Salvador Dalí— ni la presencia de VIPS y celebrities fueron los ‘protagonistas’ del desfile de la modista sevillana.
Fue el romance entre el príncipe italiano Emanuele Filiberto de Saboya y la modelo Adriana Abascal el que acaparó toda la atención. Con el desfile, que acogió la Fábrica de Artillería de Sevilla, se oficializó la relación. La modelo fue la encargada de abrir el evento ante la atenta mirada de los asistentes y de su nuevo amor, el príncipe italiano.
Al finalizar el fashion show de Rocío Peralta ambos se mostraron cómplices y cariñosos. No se separaron durante la fiesta que tuvo lugar tras el desfile.
Este romance ha sido toda una sorpresa. Sobre todo porque el hermetismo que le rodea. Se desconocen los inicios del noviazgo, relación que confirma la separación de Emanuele Filiberto de Saboya y su mujer, la exactriz Clotilde Courau.
Cabe recordar que en 2024 la Casa Real de Saboya saltó al foco. En primer lugar, por la abdicación de los derechos dinásticos del príncipe Emanuele Filiberto de Saboya en su hija Vittoria. Una decisión que, posteriormente, revocó. Pero también por la muerte del polémico príncipe Víctor Manuel de Saboya.
Ahora, el nombre que no deja de sonar en las páginas del papel cuché es el de la modelo Adriana Abascal. Es una de las socialités más populares de nuestro país y acaba de 'emparentarse' con una de las casas reales más populares de Europa.
Previamente, la modelo había forjado vínculos con la cúpula empresarial internacional. Lo hizo a causa de sus matrimonios, primero con el empresario mexicano Emilio Azcárraga y después con el exdirector ejecutivo de Telefónica Juan Villalonga.
Emilio Azcárraga Milmo, el primer amor de Adriana Abascal
La modelo Adriana Abascal no solo es una figura habitual dela jet set. También ha conquistado a algunos de los hombres más poderosos de la cúpula empresarial internacional.
Nacida en 1970 en Veracruz (México), Abascal se coronó como Miss México. Y gracias a su participación en un casting para actuar en la telenovela Yesenía conoció a uno de los magnates con mayor poder en México.
Se trataba de Emilio Azcárraga Milmo, con el que estuvo unida sentimentalmente siete años, durante los que no contrajeron matrimonio.
Entre ellos había una diferencia de edad de cuarenta años. Una circunstancia que no importaba. Como tampoco que Emilio Azcárraga estuviera casado con su cuarta mujer Paula Cussi.
Adriana estuvo siete años junto al magnate de la comunicación hasta que este murió el 16 de abril de 1997, en Miami. Fue víctima de un cáncer de páncreas.
La historia entre Juan Villalonga y Adriana Abascal
Un año después, la modelo conquistó a otro de los hombres más poderosos del gran poder nacional. El entonces director ejecutivo de Telefónica Juan Villalonga y Adriana Abascal se conocieron cuando ella mantenía una relación con Emilio Azcárraga.
Dicen que Villalonga se enamoró inmediatamente de ella. Fue en enero de 1998 cuando la relación de pareja entre Adriana y Juan comenzó a formalizarse. Primero mantuvieron una relación discreta y silenciosa, que no duró mucho, ya que pronto rompieron los protocolos establecidos.
Tanto, que “la viuda” de Azcárraga empezó a hacerse presente en todos los actos privados y públicos a los que Juan Villalonga asistía por entonces. Dicen que Adriana llegó a estar presente en las reuniones de Telefónica.
El presidente de Telefónica cambió su vida por esta mujer. Así decidió abandonar su residencia, tras contarle a su mujer Concha Tallada Alarcón que su relación amorosa se había roto definitivamente. Después de más de veinte años juntos.
Juan Villalonga comenzó a pasar más tiempo en Miami que en Madrid. Incluso el entonces director ejecutivo de Telefónica nombró a Adriana Abascal como encargada de realizar un vídeo promocional que conmemorara los 75 años de existencia de Telefónica.
Finalmente, la historia entre Juan Villalonga y Adriana Abascal culminó el 30 de junio de 2001. Ambos contraían matrimonio civil en Los Ángeles (California). El matrimonio fijó su residencia en Estados Unidos. Fue Adriana quien lo introdujo en la beautiful people americana y europea.
Aunque tres años después la modelo y el empresario comenzaron a residir en Londres. El matrimonio Villalonga-Abascal se rompió en 2009, pero tuvo tres hijos: Paulina, que nació catorce meses antes de contraer la pareja matrimonio, Diego y Jimena.
Después de romper su matrimonio con Juan Villalonga, la modelo conquistó a otro de los magnates más poderosos de Europa. Adriana Abascal inició un romance con el empresario francés Enmanuelle Schereder, con quien contrajo matrimonio en Ibiza. Un romance que perduró hasta el 2022.
Y dos años después, Adriana Abascal vuelve a tener el corazón ocupado. Esta vez por uno de los príncipes más populares de la realeza europea.
El historial amoroso de Emanuele Filiberto de Saboya, el nuevo amor de Adriana Abascal
En septiembre de 2024 el príncipe Enmanuele Filiberto de Saboya desmentía en televisión los rumores de crisis matrimonial. Su mujer era la exactriz Clorilde Courau.
Unos rumores que se originaron tras la supuesta vida separada que llevaba la pareja. Enmanuele Filiberto de Saboya es el único hijo del príncipe Víctor Manuel de Saboya y de la exesquiadora Marina-Ricolfi.
Ha sido uno de los 'solteros' de oro de la realeza internacional y ha conquistado corazones en todos los ámbitos.
En 1992, lo hizo con la explosiva actriz italiana Francesca Dellera. Y a principios de la década de los dos mil con la modelo Kate Moss. Recientemente, las fotografías de un beso entre el aristócrata y la cantante Nadia Lanfranconi han vuelto a traer a la palestra mediática la fama de 'rompecorazones' del aristócrata.
Una fama que perduró hasta 2001, cuando conoció a la actriz francesa Clotilde Courau. Nacida en 1974, en un barrio a las afueras de París, en el seno de una familia formada por un ingeniero y una profesora.
Clotilde Courau está considerada uno de los iconos cinematográficos de Francia y una figura emblemática de la moda parisina. La pareja se conoció en una fiesta organizada por el príncipe Alberto en Mónaco. El 10 de julio de 2003 la casa real de Saboya emitió un comunicado en el que anunciaban el compromiso entre el hijo de Víctor Manuel de Saboya y la actriz.
La llegada de Clotilde Courau a la dinastía real italiana no estuvo exenta de polémica. Courau no ha dudado en declararse "anarco comunista" o, tal y como la define su marido, "de izquierdas".
Finalmente, la pareja pasó por el altar el 25 de septiembre de aquel año en la basílica de Santa María degli Angeli, en Roma.
Una boda que estuvo marcada por el 'plantón' de diversas casas reales europeas y el avanzado embarazo de Clotilde. Vestida por el diseñador italiano Valentino, tuvo que pronunciar los votos matrimoniales en italiano y no en francés, su lengua materna.
Tras su boda, Clotilde exigió que su entrada en la casa real de Saboya no cambiara su ritmo de vida. De forma que no afectara a su estabilidad profesional.
En cuanto a su descendencia, la pareja ha tenido dos hijas. Vittoria, la primogénita, que llegó al mundo en Ginebra el 28 de diciembre de 2003. Y, tres años después, una pequeña a la que le pusieron de nombre Luisa.
Tras más de dos décadas unidos, Clotilde Courau y el príncipe Enmanuele Filiberto de Saboya han roto su matrimonio. El paradero de la actriz es todo un misterio. Y el conocido como showman de la realeza ha iniciado un romance con la considerada como una de las reinas del papel cuché nacional.
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