Giro radical de Juan Villalonga: Se separa de la baronesa que lo unió a Corinna Larsen

A los 71 años, Juan Villalonga, expresidente de Telefónica y una de las figuras más icónicas del mundo empresarial español, afronta su tercer divorcio. Su separación de la baronesa alemana Vanessa von Zitzewitz, de 54 años, se suma a su lista de rupturas sentimentales. Un divorcio que ya anunció en mayo la periodista María Eugenia Yagüe y del que informamos en elcierredigital.com.

“Mi vida es totalmente privada y ahora todavía más. Mira, todos mis amigos están separados; el mundo no se acaba por eso”. Así lo comenta ahora el propio Villalonga en una entrevista reciente.

El empresario, que desde 2010 compartía su vida con la noble alemana, con quien tuvo un hijo, Rodrigo, se muestra optimista. “Se pasa página y ya está. Estoy fenomenal, trabajando más que nunca y disfrutando de la vida”, aseguró.

La pareja contrajo matrimonio en una ceremonia íntima en Mónaco, lugar de residencia de ambos, tras un flechazo que surgía en una cena en Gstaad.

Pero este no es el primer capítulo de su vida personal que atrae la atención pública. Villalonga también estuvo casado con Concha Tallada, madre de sus tres primeros hijos. Posteriormente se casó con la modelo mexicana Adriana Abascal, con quien tuvo otros tres descendientes. 

Su historia matrimonial es tan compleja y variada como su trayectoria profesional. Esta lo ha llevado de las alturas del éxito empresarial a enfrentarse a polémicas y escándalos.

Otra relación o vínculo de Villalonga que fue noticia es el caso de Corinna Larsen, la polémica amiga íntima del rey emérito  Juan Carlos I. Curiosamente, fue su tercera esposa, Vanessa von Zitzewitz, quien los conectó. Vanessa, una fotógrafa reconocida, fue la encargada de capturar la famosa portada de Corinna en ¡Hola!. Allí Larsen ofreció su versión sobre el escándalo que vinculaba su nombre al del monarca.

Más tarde, Villalonga participó en una conversación grabada con Corinna y el excomisario José Manuel Villarejo. En esta se discutieron detalles sobre las tensiones entre Larsen y el rey emérito. Incluyendo la entrega de un terreno en Marrakech que habría pasado a manos de Corinna.

En la grabación, Villalonga reveló que apenas había coincidido con el monarca y relató cómo Juan Carlos le confesó sentirse “atado completamente” por Larsen. Este vínculo sorprendió a muchos, especialmente por el papel de Vanessa como nexo inicial.

Desde entonces, Villalonga ha mantenido un perfil bajo en la vida pública. A pesar de que este nuevo divorcio lo ha vuelto a colocar brevemente en el foco mediático. 

Los inicios de Juan Villalonga

Juan Villalonga Navarro nació el 8 de abril de 1953 en Madrid, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Juan Villalonga Monforte, y su madre, María Pilar Navarro, pertenecían a un entorno social privilegiado, y su tío abuelo  Ignacio Villalonga fue fundador del Banco Central.

Aunque pasó parte de su infancia en Valencia, estudió en el exclusivo colegio Nuestra Señora del Pilar. Allí forjó una amistad duradera con el expresidente del Gobierno José María Aznar, futura figura clave en su vida.

Tras licenciarse en Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad de Deusto, completó un máster en Administración de Empresas en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) en Barcelona.

Su carrera profesional comenzó en el Banco Central en 1977, donde entró gracias a los contactos familiares. Posteriormente, trabajó para McKinsey y más tarde para el Banco Santander, ganando experiencia en el mundo financiero.

A finales de los años ochenta, Villalonga ocupó puestos clave en empresas de renombre como Fontir y Wallace Smith. Sin embargo,  su gran salto llegó en 1996, cuando fue nombrado presidente de Telefónica tras la victoria electoral del Partido Popular, liderado por su amigo José María Aznar. Durante su gestión, lideró la privatización de la compañía y su transformación en un gigante multimedia que incluyó Vía Digital, Antena 3 y Onda Cero en su cartera.

Bajo su dirección, Telefónica se expandió internacionalmente, convirtiéndose en un modelo de innovación y agresividad empresarial. Recibió numerosos reconocimientos, incluyendo la medalla honorífica de la Universidad de Nueva York y el título de “Empresario del Año” por la Cámara de Comercio Hispano-Estadounidense. Sin embargo, este período también estuvo marcado por acusaciones de uso de información privilegiada y operaciones financieras cuestionables.

Los escándalos de Juan Villalonga

En 1998, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) comenzó a investigar a Villalonga por su implicación en operaciones de compraventa de futuros realizadas con información privilegiada. Estas actividades, conocidas como OTC (Over The Counter), le generaron a él y a su círculo más cercano rápidas plusvalías.

Finalmente, en julio de 2000 Villalonga dimitió como presidente de Telefónica en medio de un escándalo por el uso de opciones sobre acciones valoradas en cientos de millones de euros. Aunque su salida estuvo acompañada de una generosa indemnización, su reputación quedó gravemente afectada. Las acusaciones de corrupción y mala gestión también le cerraron puertas en los ámbitos político y empresarial.

Tras su salida de Telefónica, Villalonga se trasladó a Estados Unidos junto a Adriana Abascal. En Miami, encontró un entorno más favorable para reconstruir su vida personal y profesional. Se vinculó con personalidades como Julio Iglesias y Antonio Banderas, y trabajó como consejero de Univisión y otras empresas internacionales.

A mediados de los años 2000, volvió a Europa y se estableció en Londres, donde expandió sus negocios al sector de las telecomunicaciones en países de la antigua Unión Soviética.

Fundó Emergent Telecom Ventures y adquiró participaciones en empresas como PeterStar y MegaFon. Aunque estos proyectos le permitieron mantenerse activo, nunca recuperó el estatus de figura clave en España.

Su vinculación con Corinna Larsen y Villarejo

En 2022 el nombre de Villalonga reapareció en los titulares por su supuesta relación con Corinna Larsen, ex “amiga entrañable” de Juan Carlos I. Según grabaciones filtradas, Villalonga fue quien facilitó el encuentro entre Larsen y el excomisario José Manuel Villarejo en un hotel de Londres.  Este encuentro fue grabado por Villarejo y reveló conversaciones comprometedoras. Estaban relacionadas con el patrimonio del monarca y la presunta entrega de terrenos en Marruecos a Corinna por parte del rey emérito.

En la grabación Villalonga relató cómo Juan Carlos I habría confesado sentirse “atado completamente” a Larsen. Además, se abordó la contratación de Villarejo para investigar a un asistente personal de Corinna en Madrid, del cual la empresaria alemana desconfiaba.

Estas revelaciones pusieron de manifiesto las conexiones de Villalonga con figuras clave en uno de los mayores escándalos de la historia reciente de España.

La implicación de Villalonga ha suscitado preguntas sobre su papel como intermediario y las razones que lo llevaron a involucrarse en asuntos tan delicados. Aunque no se ha enfrentado a cargos legales directos, su nombre ha quedado asociado a uno de los episodios más polémicos de la monarquía española. 

Una vida personal agitada

El tercer divorcio de Villalonga no sorprende a quienes conocen su historial sentimental. Su primer matrimonio, con Concha Tallada, duró más de dos décadas y le dio tres hijos: Juan, Jaime y Andrea. En 2001, tras un sonado divorcio, se casó con Adriana Abascal, ex Miss México, con quien tuvo tres hijos más: Jimena, Paulina y Diego. Su relación terminó en 2010, cuando conoció a Vanessa von Zitzewitz.

Vanessa, una reconocida fotógrafa alemana, había trabajado en entornos exclusivos como los establos del emir de Catar. Su matrimonio con Villalonga, celebrado en Mónaco, marcó una nueva etapa en su vida.

La pareja tuvo un hijo en 2012, Rodrigo, pero la relación se deterioró con el tiempo, culminando en el divorcio anunciado recientemente.

La historia de Juan Villalonga combina éxitos empresariales extraordinarios, controversias públicas y una vida personal llena de giros inesperados. Su tercer divorcio es solo otro capítulo en una vida marcada por la ambición, las polémicas y la capacidad de adaptarse a los cambios.