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Una monja y un sacerdote sonríen frente a la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
INVESTIGACIÓN

El Papa Francisco abre la Iglesia a la mujer: Esta es la primera prefecta del Vaticano

El Pontífice nombra a la italiana sor Simona Brambilla prefecta como parte de su 'revolución progresista católica'


La Iglesia Católica ha vuelto esta semana a las portadas. El nombramiento de sor Simona Brambilla como prefecta del Dicasterio representa un hito histórico en la Iglesia. De hecho, Brambilla es la primera mujer en asumir un cargo de este nivel en la Curia Romana. 

Este hito viene acompañado de una larga lista de reformas progresistas por parte del Papa Francisco. El Pontífice ha designado a la superiora de las Misioneras de la Consolata para liderar el Dicasterio encargado de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. La acompañará el Cardenal Ángel Fernández Artime, quien ocupará el cargo de proprefecto.

Nacida el 27 de marzo de 1965 en Monza, Italia,  sor Simona Brambilla inició su trayectoria profesional como enfermera en 1986. Trabajó en el Hospital L. Mandic de Merate. En 1988 ingresó en el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata. Realizó su primera profesión religiosa en 1991.

Posteriormente, en 1998, obtuvo la licenciatura en Psicología en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Su vocación misionera la llevó a Mozambique en 1999. Allí se dedicó a la pastoral juvenil y colaboró en el Centro de Estudios Macua Xirima en Maúa, Niassa.

Una persona con hábito religioso y gafas sonríe frente a un fondo de plantas verdes.
Sor Simona Brambilla. | Iglesia Católica

Entre 2002 y 2006 ejerció como profesora en el Instituto de Psicología de la Pontificia Universidad Gregoriana. En 2008 obtuvo el doctorado en Psicología con una tesis sobre evangelización e inculturación en Mozambique.

En 2011 fue elegida superiora general de las Misioneras de la Consolata. Cargo que desempeñó hasta mayo de 2023, siendo reelegida para un segundo mandato en 2017.

Su liderazgo y compromiso hicieron que en 2019 se le nombrara miembro del entonces denominado Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. En octubre de 2023, el Papa Francisco la designó secretaria de este dicasterio, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar dicho puesto.

Finalmente,  este 6 de enero fue nombrada prefecta del dicasterio, siendo la primera mujer en dirigir un departamento de la Curia Romana. 

La apertura del Papa Francisco a las mujeres en la Iglesia Católica

Desde el inicio de su pontificado en 2013, el Papa Francisco ha promovido una mayor inclusión de las mujeres en roles de responsabilidad dentro de la Iglesia Católica. En 2016 creó una comisión para estudiar el papel de las mujeres diácono en la Iglesia primitiva, aunque no se alcanzó un consenso definitivo.

En 2019 nombró a siete mujeres como miembros del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Entre ellas, sor Simona Brambilla.

Un líder religioso estrechando la mano de una monja en una sala con personas sentadas al fondo.
Papa Francisco y Sor Simona Brambilla. | Iglesia Católica

En enero de 2021 permitió que las mujeres accedieran a los ministerios instituidos de lectorado y acolitado. Roles que anteriormente estaban reservados a los hombres.

En febrero de 2021 nombró a la hermana Nathalie Becquart  como subsecretaria del Sínodo de los Obispos. Es la primera mujer en ocupar este cargo con derecho a voto en un sínodo.

En abril de 2023 anunció que  35 mujeres tendrían derecho a voto en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Marcando la primera vez que las mujeres podían votar en un sínodo. 

Estos nombramientos reflejan la visión del Papa Francisco de una Iglesia más inclusiva y sinodal. Donde la participación de las mujeres en roles de liderazgo y toma de decisiones es cada vez más significativa. 

Impacto y reacciones

El nombramiento de sor Simona Brambilla ha sido recibido con entusiasmo por diversos sectores de la Iglesia y la sociedad. Se considera un paso importante hacia la igualdad de género en las estructuras eclesiásticas.

Sin embargo, también ha generado debates sobre la necesidad de continuar profundizando en la participación de las mujeres en otros ámbitos. Como el diaconado y el sacerdocio, temas que aún suscitan diversas opiniones dentro de la comunidad católica.

El pasado mes de octubre, durante la segunda fase del proyecto de reforma católica del Papa Francisco, se discutió ampliamente el papel de las mujeres en la Iglesia.

El nombramiento de Brambilla como la primera mujer al frente de un dicasterio en la Curia Romana marca un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica.

Un hombre mayor vestido con atuendo religioso blanco sonríe y levanta el pulgar.
Papa Francisco. | Europapress

Este avance no solo subraya el compromiso del Papa Francisco con una mayor inclusión de las mujeres en roles de liderazgo. También refuerza la importancia de adaptar las estructuras eclesiásticas a los desafíos y demandas del mundo contemporáneo. 

Al abrir camino a una representación más equitativa,  el pontífice busca consolidar una Iglesia más participativa y sinodal.

A pesar de los avances logrados, el debate sobre el papel de las mujeres en la Iglesia sigue abierto. Las reformas implementadas por Francisco han sido vistas como un paso significativo. Pero muchas voces dentro de la comunidad católica abogan por continuar profundizando en esta dirección. 

El liderazgo de figuras como sor Simona Brambilla evidencia el potencial de las mujeres para enriquecer el dinamismo y la visión de la Iglesia en un momento de renovación y cambio.

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