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Personas frente a una maqueta de casa con fondo de rayas.
CULTURA

Así era la relación de Pep Guardiola y Cristina Serra: Un claro ejemplo de pareja LAT

El entrenador de fútbol Guardiola y su mujer, ahora separados, han vivido 30 años siguiendo el modelo de pareja LAT

La relación sentimental de Pep Guardiola y Cristina Serra se ha mantenido de manera discreta desde que empezó, en 1994, hasta que ha finalizado en diciembre de 2024. Los matrimonios y parejas LAT duran más y cuando se separan lo hacen de una manera más cordial.

Esto precisamente es lo que ha ocurrido en esta ruptura de mutuo acuerdo del entrenador y la diseñadora. Llevaban más de media vida juntos, aunque en los últimos años vivían felizmente por separado.

El próximo 18 de enero Pep Guardiola cumplirá 54 años y el pasado mes de diciembre finalizó su relación sentimental con Cristina Serra. En los últimos años vivieron como pareja LAT, o lo que es lo mismo, estaban juntos sentimentalmente, pero vivían por separado.

Así era la relación de Guardiola y Serra

Pep Guardiola y Cristina Serra se conocieron en una tienda de moda en 1994 y se casaron 20 años más tarde en 2014, cuando ya tenían tres hijos en común. Actualmente tienen dos hijos mayores; María, nacida en 2001, y Màrius, nacido en 2003. La hija pequeña, Valentina, nació en 2008 por lo que está a punto de cumplir la mayoría de edad.

En el caso de Pep Guardiola y Cristina Serra las necesidades profesionales serian el principal motivo que les llevó a ser pareja LAT.

Las sigas de las parejas LAT vienen de su concepto en inglés Living Apart Together, parejas que están juntas sentimentalmente pero viven separadas. En España el número de parejas LAT se sitúa alrededor del 7% aunque algunas valoraciones creen que alcanzará el 10% para 2025. De hecho, se calcula que al menos el 20% de las parejas, si pudieran, preferirían ser parejas LAT en España.

Una pareja elegantemente vestida posa para una foto y en otra imagen se abrazan y besan con cariño.
Pep Guardiola y Cristina Serra. | El Cierre Digital

Cada vez son más las parejas LAT o las que querrían serlo, pero no pueden por limitaciones económicas. Una pareja media en España tiene dificultades para costear el pago del alquiler o hipoteca de una vivienda. Plantear la posibilidad de tener cada uno su casa, no está al alcance de la mayoría.

Las parejas LAT duran más, pero requiere un nivel de independencia económica que en España no tiene la mayoría de la población. La tendencia es la contraria, vivir juntos por dificultades económicas, pero querer vivir por separado si fuera posible.

La no convivencia permite mantener la independencia de los miembros de la pareja y eludir los inconvenientes de vivir juntos. Inconvenientes como roces cotidianos, pago de gastos compartidos o desarrollo de rutinas conjuntas.

Representación de una pareja divorciada con hijos a través de figuras blancas y una figura de una casa partida en dos. Aun lado de la casa está el padre con un hijo, y al otro la madre con otra hija. Sus anillos están delante y detrás, borrosas, las manos de las dos personas apoyadas en una mesa.
Parejas que viven separadas. | Archivo

La mayoría de parejas LAT tienen alrededor o más de 40 años y una capacidad económica suficiente como para no compartir los gastos de sus vidas. En España, si una pareja joven quiere ser pareja LAT  mayormente tendría que alquilar habitaciones en pisos compartidos. Circunstancia que impide cumplir la esencia de independencia de la pareja LAT.

Matrimonios LAT con economía holgada

Matrimonios como Pep Guardiola y Cristina Serra, que evidentemente pueden costear sus vidas por separado, son un ejemplo más de esta tendencia social. Esta tendencia lleva a desear vivir solos y reservar solo una parcela de nuestra vida compartida en pareja, la buena. La exenta del 'peaje' y desgaste que puede conllevar la convivencia.

Una mano separando cuatro bloques de madera que conforman una casa por la mitad. En los bloques hay dibujados a un padre y una niña, dinero, un coche y un gato. Es la representación de la ruptura de un hogar.
Separación de bienes. | Archivo

Lo frecuente en parejas tradicionales que viven juntas es que, cuando es necesaria la ruptura, alargan y mantienen demasiado tiempo una mala convivencia. Esto supone un foco de conflictos, malestar y daño familiar que se traduce en un mayor porcentaje de divorcios desagradables y contenciosos.

A su vez, la mala experiencia de un mal divorcio aumenta la tendencia a percibir como deseable o atractiva la idea de formar una pareja LAT. Además, las parejas LAT son contagiosas, en el sentido de que se perciben por el entorno y demás parejas como algo atractivo.

Esto hace que la previsión es que aumenten las parejas y familias LAT hasta el punto de que pasen a ser con el paso de los años el modelo de pareja más frecuente y deseado.

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