La enemistad entre cuñadas, Kate Middleton y Meghan Markle: Envidias y celos

El estreno de la primera parte del documental ‘Harry y Meghan’ ha revolucionado los cimientos de Windsor. El pasado año los exduques firmaron un multimillonario contrato con Netflix, la plataforma que ha dado forma a su docuserie. En una de las últimas intervenciones públicas, la exactriz Meghan Markle reveló que la serie “mostraría los detalles ocultos de su historia junto al príncipe Harry”. La docuserie está dirigida por la cineasta Liz Garbus.

Fue la exduquesa de Sussex quien apuntó que la trama de la docuserie trataría su historia desde que en 2020 tomaran la decisión de desvincularse de la familia real británica. La pareja ha hablado en la primera parte del documental sobre el acoso mediático que sufrió Meghan Markle, la muerte de Lady Di, el racismo o el radical cambio de vida al que se ha sometido la exactriz de Suits.

La segunda parte constará de otros tres episodios en los que la pareja relatará en profundidad como ha sido su relación con la realeza británica, en especial con la reina Isabel II, su esposo Felipe de Edimburgo, el rey Carlos III o los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton. Su vínculo con los herederos al trono británico comenzó de manera positiva y los tabloides británicos les apodaron como los ‘Cuatro Fantásticos’. Los cuatro formaban el tándem perfecto y la relación idílica que mostraban en los diversos actos oficiales distaba mucho de la realidad.

“Narcisista y sociópata”

La llegada de Meghan Markle a la realeza británica fue revolucionaria. Por primera vez, una joven mestiza formaría parte de la Casa Windsor. El pasado plebeyo despertó cierta ternura en Kate Middleton quien no dudó en mostrar su apoyo a la exactriz y de hecho, tras el anuncio de su compromiso con el príncipe Harry, la princesa de Gales declaró a los medios de comunicación que “era maravilloso”.

Los príncipes de Gales junto a los exduques de Sussex.

Aunque las cuñadas parecían mantener un estrecho vínculo, lo cierto es que entre ellas existía una relación tirante. Meses antes de la boda, Meghan Markle había accedido a mudarse junto al príncipe Harry a su apartamento localizado en el Palacio de Kensington, donde residían los príncipes de Gales. El inmueble del príncipe Harry era notablemente más pequeño que el de los herederos, un hecho que habría despertado los celos de Meghan Markle. 

Además, la exactriz acostumbraba a mostrar ciertos aires de grandeza con respecto a los empleados de la vivienda real y fue la exduquesa de Cambridge quien llegó a presenciar como la americana gritaba a una trabajadora Una situación que la horrorizó y es más, el príncipe Guillermo no dudó en intervenir y consolar a la mujer. Los trabajadores que tuvieron ocasión de tratar a los exduques de Sussex calificaron a Markle como una “narcisista, sociópata”.

Un vestido, el origen de la discusión

En los corrillos de la realeza británica la enemistad de las cuñadas es un tema de conversación habitual. La rivalidad entre ambas y la personalidad de la exactriz ha llegado a hacer mella en la relación de los príncipes Guillermo y Enrique. Si bien el comportamiento que Meghan Markle mantuvo con sus empleados decepcionó a Kate Middleton, la ruptura final llegaría mucho antes que el Megxit, concretamente, en los preparativos nupciales de la boda de los exduques de Sussex. 

La princesa Charlotte y Kate Middleton en la boda de los exduques de Sussex.

A su llegada a la catedral de San Jorge, la exintérprete estaría acompañada por el cortejo nupcial del que iban a formar parte sus sobrinos e hijos de Kate Middleton, los príncipes George y Charlotte. Markle había dispuesto que las pequeñas llevarían vestidos diseñados por Clare Waight Keller y coronas de flores a modo de réplica del ramo que llevó la exactriz. Al parecer la exduquesa de Cambridge había sugerido la elección de un atuendo nupcial más cómodo para las niñas, un hecho que molestó a Markle e hizo llorar a su cuñada.

La exduquesa de Cambridge acababa de dar a luz al príncipe Louis y estaba muy sensible. Kate Middleton, caracterizada por su discreción y saber estar, habría dado por finalizada la relación con su cuñada y no es de extrañar, ya que a lo largo de la boda, apenas sonrío. Quizás porque presagiaba que aquella unión traería diversos problemas a la Monarquía británica.